Decargar libro - Manuel Requena

" 49"
APARTA DE MI PECADO TU VISTA
Es la experiencia de tu vista clavada en mi pecado, la que me hace sentirme
pecador. Es Tu voz hablando en mi conciencia desde lo mas íntimo, la que me
atormenta con el remordimiento, como experiencia primera del purgatorio o
purificación que necesito, que se produce antes o después de la muerte, pero
totalmente necesaria para entrar a sentarme en la mesa de tu Reino, a sentirme
mirado por Ti, sin vergüenza, para reflejarte tu misma mirada, como un espejo
limpio, y que tu mismo te veas en mí, y yo en ti.
BORRA EN MI TODA CULPA
Todo eso no puede ser si no borras en mi toda culpa, porque en realidad, tú no
puedes apartar la vista de ningún sitio, ya que lo ves todo, y todo está presente
para ti. ¿Que querrá decir el salmo con eso de “borrar en mi toda culpa”?.
Quizás sea una clave para entender este Salmo y todos los demás, como oración de
Jesús a su Padre, como la consecuencia inmediata y coherente, de haber asumido
mi pecado.
Quizás después de todo no sea la oración de un pecador a Dios, sino la oración de
Jesús a su Padre. Si fuera así, nos daría una visión creo que muy exacta de la
persona y misión de Jesús, de su Cruz, de sus sufrimientos, de su hacerse pecado
por nosotros.
El asumió nuestros pecados, los hizo como suyos cuando El no tenía ninguno, y los
borró de un plumazo en su Cruz. Pero ¿podría el decir El a su Padre todas las
otras expresiones del Salmo como “pecador me concibió mi madre”, o “cometí la
maldad que aborreces”?
Se que El se hizo pecado por mí, que se encarnó y asumió como suyas todas mis
cosas, pero no me basta para explicarme el salmo.
La explicación que veo es la siguiente: El salmo contiene resumida la historia de la
Salvación. Hasta aquí ha relatado el salmista la situación del hombre que cree en
Dios pero aún no ha conocido a Jesús. A partir de aquí, comienza a vislumbrar la
nueva Alianza. Hasta aquí, es el deseo de ser limpio, y la impotencia de serlo. A
partir de aquí proclama claramente la nueva situación, la Nueva Alianza. El
Salmista ha visto de lejos a Jesús, y proclama y pide su venida. Ha visto su luz y su
obra, y pide que venga, que su obra se realice ya. Por eso dice a continuación
OH DIOS! CREA EN MÍ UN CORAZÓN PURO
Va a borrar mi culpa, creando en mi raza un corazón puro, y el único que conozco
es el de Jesús de Nazaret, y el de su Madre, por El, como anticipo de la puridad del
reino. ¡Quien pudiera tenerlo! Quien pudiera en verdad salir de esta condición
pecadora y llegar totalmente a la suya de pureza, de limpieza que ve a Dios, ya sin