gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro
gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro
gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
8<br />
El problema era cómo encontrar a Pablo Escobar en <strong>un</strong>a ciudad martirizada por la<br />
violencia. En los primeros dos meses <strong>de</strong>l año <strong>de</strong> 1991 se habían cometido mil doscientos<br />
asesinatos -veinte diarios- y <strong>un</strong>a masacre cada cuatro días. Un acuerdo <strong>de</strong> casi todos los<br />
grupos armados había <strong>de</strong>cidido la escalada más feroz <strong>de</strong> terrorismo guerrillero en la historia<br />
<strong>de</strong>l país, y Me<strong>de</strong>llín fue el centro <strong>de</strong> la acción urbana. Cuatrocientos cincuenta y siete<br />
policías habían sido asesinados en pocos meses. El DAS había dicho que dos mil personas<br />
<strong>de</strong> las com<strong>un</strong>as estaban al servicio <strong>de</strong> Escobar, y que muchos <strong>de</strong> ellos eran adolescentes que<br />
vivían <strong>de</strong> cazar policías. Por cada oficial muerto recibían cinco millones <strong>de</strong> pesos, por cada<br />
agente recibían <strong>un</strong> millón y medio, y ochocientos mil por cada herido. El 16 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong><br />
1991 murieron tres suboficiales y ocho agentes <strong>de</strong> la policía por la explosión <strong>de</strong> <strong>un</strong><br />
automóvil con ciento cincuenta kilos <strong>de</strong> dinamita frente a la plaza <strong>de</strong> toros <strong>de</strong> Me<strong>de</strong>llín. De<br />
pasada murieron nueve civiles y fueron heridos otros ciento cuarenta y tres que no tenían<br />
nada que ver con la guerra.<br />
El Cuerpo Elite, encargado <strong>de</strong> la lucha frontal contra el narcotráfico, estaba señalado por<br />
Pablo Escobar como la encarnación <strong>de</strong> todos los males. Lo había creado el presi<strong>de</strong>nte<br />
Virgilio Barco en 1989, <strong>de</strong>sesperado por la imposilidad <strong>de</strong> establecer responsabilida<strong>de</strong>s<br />
exactas en cuerpos tan gran<strong>de</strong>s como el ejército y la policía. La misión <strong>de</strong> formarlo se le<br />
encomendó a la Policía Nacional para mantener al ejército lo más lejos posible <strong>de</strong> los<br />
efluvios perniciosos <strong>de</strong>l narcotráfico y el paramilitarismo. En su origen no fueron más <strong>de</strong><br />
trescientos, con <strong>un</strong>a escuadrilla especial <strong>de</strong> helicópteros a su disposición, y entrenados por<br />
el Special Air Service (SAS) <strong>de</strong>l gobierno británico.<br />
El nuevo cuerpo había empezado a actuar en el sector medio <strong>de</strong>l río Magdalena, al centro<br />
<strong>de</strong>l país, durante el apogeo <strong>de</strong> los grupos paramilitares creados por los terratenientes para<br />
luchar contra la guerrilla. De allí se <strong>de</strong>sprendió más tar<strong>de</strong> <strong>un</strong> grupo especializado en<br />
operaciones urbanas, y se estableció en Me<strong>de</strong>llín como <strong>un</strong> cuerpo legionario <strong>de</strong> rueda libre<br />
que sólo <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong> la Dirección Nacional <strong>de</strong> Policía <strong>de</strong> Bogotá, sin instancias<br />
intermedias, y que por su naturaleza misma no era <strong>de</strong>masiado meticuloso en los límites <strong>de</strong><br />
su mandato. Esto sembró el <strong>de</strong>sconcierto entre los <strong>de</strong>lincuentes, y también entre las<br />
autorida<strong>de</strong>s locales que asimilaron <strong>de</strong> mala gana <strong>un</strong>a fuerza autónoma que escapaba a su<br />
po<strong>de</strong>r. Los Extraditables se encarnizaron contra ellos, y los señalaron como los autores <strong>de</strong><br />
toda clase <strong>de</strong> atropellos contra los <strong>de</strong>rechos humanos.<br />
La gente <strong>de</strong> Me<strong>de</strong>llín sabía que no eran inf<strong>un</strong>dadas todas las <strong>de</strong>n<strong>un</strong>cias <strong>de</strong> los Extraditables<br />
sobre asesinatos y atropellos <strong>de</strong> la fuerza pública, porque los veían suce<strong>de</strong>r en las calles,<br />
a<strong>un</strong>que en la mayoría <strong>de</strong> los casos no hubiera reconocimiento oficial. Las organizaciones <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>rechos humanos nacionales e internacionales protestaban, y el gobierno no tenía<br />
respuestas convincentes. Meses <strong>de</strong>spués se <strong>de</strong>cidió no hacer allanamientos sin la presencia<br />
<strong>de</strong> <strong>un</strong> agente <strong>de</strong> la Procuraduría General con la inevitable burocratización <strong>de</strong> los operativos.<br />
Era poco lo que la justicia podía hacer. jueces y magistrados, cuyos sueldos escuálidos les<br />
alcanzaban apenas para vivir pero no para educar a sus hijos, se encontraron con <strong>un</strong> dilema