gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro
gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro
gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
niños y adultos. «A veces lo odiaba a muerte», dice Maruja. «Y yo a ella», dice Villamizar.<br />
«Pero sólo por cinco minutos», ríe Maruja. En octubre <strong>de</strong> 1971 se casaron en Ureña,<br />
Venezuela, y fue como agregar <strong>un</strong> pecado más a su vida, porque el divorcio no existía y<br />
muy pocos creían en la legalidad <strong>de</strong>l matrimonio civil. A los cuatro años nació Andrés, hijo<br />
único <strong>de</strong> los dos. Los sobresaltos continuaban pero les dolían menos: la vida se había<br />
encargado <strong>de</strong> enseñarles que la felicidad <strong>de</strong>l amor no se hizo para dormirse en ella sino para<br />
jo<strong>de</strong>rse j<strong>un</strong>tos.<br />
Maruja era hija <strong>de</strong> Álvaro Pachón <strong>de</strong> la Torre, <strong>un</strong> periodista estrella <strong>de</strong> los cuarenta, que<br />
había muerto con dos colegas notables en <strong>un</strong> acci<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> tránsito histórico en el gremio.<br />
Huérfana también <strong>de</strong> madre, ella y su hermana Gloria habían aprendido a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse solas<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> muy jóvenes. Maruja había sido dibujante y pintora a los veinte años, publicista<br />
precoz, directora y guionista <strong>de</strong> radio y televisión, jefe <strong>de</strong> relaciones públicas o publicidad<br />
<strong>de</strong> empresas mayores, y siempre periodista. Su talento artístico y su carácter impulsivo se<br />
imponían <strong>de</strong> entrada, con la ayuda <strong>de</strong> <strong>un</strong> don <strong>de</strong> mando bien escondido tras el remanso <strong>de</strong><br />
sus ojos gitanos. A Villamizar, por su lado, se le olvidó la medicina, se cortó el pelo, tiró a<br />
la basura la camisa única, se puso corbata, y se hizo experto en ventas masivas <strong>de</strong> todo lo<br />
que le dieran a ven<strong>de</strong>r. Pero no cambió su modo <strong>de</strong> ser. Maruja reconoce que fue él, más<br />
que los golpes <strong>de</strong> la vida, quien la curó <strong>de</strong>l formalismo y las inhibiciones <strong>de</strong> su medio<br />
social.<br />
Trabajaban cada <strong>un</strong>o por su lado y con éxito mientras los hijos crecían en la es cuela.<br />
Maruja volvía a casa a las seis <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> para ocuparse <strong>de</strong> ellos. Escarmentada por su<br />
propia educación estricta y convencional, quiso ser <strong>un</strong>a madre distinta que no asistía a las<br />
re<strong>un</strong>iones <strong>de</strong> padres en el colegio ni ayudaba a hacer las tareas. Las hijas se quejaban:<br />
«Queremos <strong>un</strong>a mamá como las otras». Pero Maruja los sacó a pulso por el lado contrario,<br />
con la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y la formación para hacer lo que les diera la gana. Lo curioso es que a<br />
todos les dio la gana <strong>de</strong> ser lo que ella hubiera querido que fueran. Mónica es hoy pintora<br />
egresada <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> Bellas Artes <strong>de</strong> Roma, y <strong>un</strong>a diseñadora gráfica. Alexandra es<br />
periodista y programadora y directora <strong>de</strong> televisión. Juana es guionista y directora <strong>de</strong><br />
televisión y cine. Nicolás es compositor <strong>de</strong> música para cine y televisión. Patricio es<br />
sicólogo profesional. Andrés, estudiante <strong>de</strong> economía, picado por el alacrán <strong>de</strong> la política<br />
gracias al mal ejemplo <strong>de</strong> su padre, fue elegido por votación popular, a los veintiún años,<br />
edil <strong>de</strong> la alcaldía menor <strong>de</strong> Chapinero, en el norte <strong>de</strong> Bogotá.<br />
La complicidad <strong>de</strong> Luis Carlos Galán y Gloria Pachón <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que eran novios fue <strong>de</strong>cisiva<br />
para <strong>un</strong>a carrera política que ni Alberto ni Maruja habían vislumbrado. Galán, a sus treinta<br />
y siete años, entró en la recta final para la presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la república por el Nuevo<br />
Liberalismo. Su esposa Gloria, también periodista, y Maruja, ya veterana en promoción y<br />
publicidad, concibieron y dirigieron estrategias <strong>de</strong> imagen para seis campañas electorales.<br />
La experiencia <strong>de</strong> Villamizar en ventas masivas le había dado <strong>un</strong> conocimiento logístico <strong>de</strong><br />
Bogotá que muy pocos políticos tenían. Los tres en equipo hicieron en <strong>un</strong> mes frenético la<br />
primera campaña electoral <strong>de</strong>l Nuevo Liberalismo en la capital, y barrieron a electoreros<br />
curtidos. En las elecciones <strong>de</strong> 1982 Villamizar se inscribió en el sexto renglón <strong>de</strong> <strong>un</strong>a lista<br />
que no esperaba elegir más <strong>de</strong> cinco representantes para la Cámara, y eligió nueve. Por<br />
<strong>de</strong>sgracia, aquella victoria fue el preludio <strong>de</strong> <strong>un</strong>a nueva vida que había <strong>de</strong> conducir a<br />
Alberto y a Maruja -ocho años <strong>de</strong>spués- a la tremenda prueba <strong>de</strong> amor <strong>de</strong>l <strong>secuestro</strong>.<br />
Unos diez días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la carta, el jefe gran<strong>de</strong> al que llamaban el Doctor -ya reconocido<br />
como el gran gerente <strong>de</strong>l <strong>secuestro</strong>-, visitó a Maruja sin an<strong>un</strong>ciarse. Después <strong>de</strong> verlo en la<br />
primera casa adon<strong>de</strong> la llevaron la noche <strong>de</strong> la captura, había vuelto <strong>un</strong>as tres veces antes