30.04.2013 Views

gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro

gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro

gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

le preg<strong>un</strong>tó qué iba a hacer <strong>de</strong>spués, y él le dio <strong>un</strong>a respuesta <strong>de</strong> diecinueve años: «Quiero<br />

ten<strong>de</strong>rme en <strong>un</strong> potrero a mirar las estrellas».<br />

Al día siguiente <strong>de</strong>l mensaje radial -sin an<strong>un</strong>cio ni trámites previos-, el padre García<br />

Herreros se presentó en la cárcel <strong>de</strong> Itagüí, para preg<strong>un</strong>tarles a los hermanos Ochoa cómo<br />

podía ser útil en la entrega <strong>de</strong> Escobar. A los Ochoa les <strong>de</strong>jó la impresión <strong>de</strong> que era <strong>un</strong><br />

santo, con <strong>un</strong> solo inconveniente para tomar en cuenta: por más <strong>de</strong> cuarenta años había<br />

estado en com<strong>un</strong>icación con la audiencia a través <strong>de</strong> su prédica diaria, y no concebía <strong>un</strong>a<br />

gestión que no empezara por contárselo a la opinión pública.<br />

Pero lo <strong>de</strong>finitivo para ellos fue que a don Fabio le pareció <strong>un</strong> mediador provi<strong>de</strong>ncial.<br />

Primero, porque Escobar no tendría con él las reticencias que le impedían recibir a<br />

Villamizar. Y seg<strong>un</strong>do, porque su imagen divinizada podía convencer a la tripulación <strong>de</strong><br />

Escobar para la entrega <strong>de</strong> todos.<br />

Dos días <strong>de</strong>spués, el padre García Herreros reveló en rueda <strong>de</strong> prensa que estaba en<br />

contacto con los responsables <strong>de</strong>l cautiverio <strong>de</strong> los periodistas, y expresó su optimismo por<br />

su pronta liberación.<br />

Villamizar no vaciló <strong>un</strong> seg<strong>un</strong>do para ir a buscarlo en El Minuto <strong>de</strong> Dios. Lo acompañó en<br />

su seg<strong>un</strong>da visita a la cárcel <strong>de</strong> Itagüí, y el mismo día se inició el proceso, dispendioso y<br />

confi<strong>de</strong>ncial, que había <strong>de</strong> culminar con la entrega. Empezó con <strong>un</strong>a carta que el padre<br />

dictó en la celda <strong>de</strong> los Ochoa, y que María Lía copió en la máquina <strong>de</strong> escribir. La<br />

improvisó <strong>de</strong> pie frente a ella, en el mismo talante, el mismo tono apostólico y el mismo<br />

acento santan<strong>de</strong>reano <strong>de</strong> sus homilías <strong>de</strong> <strong>un</strong> minuto. Lo invitó a que buscaran j<strong>un</strong>tos el<br />

camino para pacificar a Colombia. Le an<strong>un</strong>ció su esperanza <strong>de</strong> que el gobierno lo nombrara<br />

garante «para que se respeten tus <strong>de</strong>rechos y los <strong>de</strong> tu familia y amigos». Pero le advirtió<br />

que no pidiera cosas que el gobierno no pudiera conce<strong>de</strong>rle. Antes <strong>de</strong> terminar con «mis<br />

saludos cariñosos», le dijo lo que en realidad era el propósito práctico <strong>de</strong> la carta: «Si crees<br />

que po<strong>de</strong>mos encontrarnos en alg<strong>un</strong>a parte segura para los dos, dímelo».<br />

Escobar contestó tres días <strong>de</strong>spués, <strong>de</strong> su puño y letra. Aceptaba entregarse como <strong>un</strong><br />

sacrificio para la paz. Dejaba claro que no aspiraba al indulto ni pedía sanción penal sino<br />

disciplinaria contra los policías que asolaban las com<strong>un</strong>as, pero no ren<strong>un</strong>ciaba a su<br />

<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r con represalias drásticas. Estaba dispuesto a confesar algún<br />

<strong>de</strong>lito, a<strong>un</strong>que sabía <strong>de</strong> seguro que ningún juez colombiano o extranjero tenía pruebas<br />

suficientes para con<strong>de</strong>narlo, y confiaba en que sus adversarios fueran sometidos al mismo<br />

régimen. Sin embargo, contra lo que el padre esperaba con ansiedad, no hacía ning<strong>un</strong>a<br />

referencia a su propuesta <strong>de</strong> re<strong>un</strong>irse con él.<br />

El padre le había prometido a Villamizar que controlaría sus ímpetus informativos, y al<br />

principio lo cumplió en parte, pero su espíritu <strong>de</strong> aventura casi infantil era superior a sus<br />

fuerzas. La expectativa que se creó fue tal, y tan gran<strong>de</strong> la movilización <strong>de</strong> la prensa, que<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces no dio <strong>un</strong> paso sin <strong>un</strong>a cauda <strong>de</strong> reporteros y equipos móviles <strong>de</strong> televisión<br />

y radio que lo perseguía hasta la puerta <strong>de</strong> su casa.<br />

Después <strong>de</strong> cinco meses <strong>de</strong> trabajar en absoluto secreto bajo el hermetismo casi<br />

sacramental <strong>de</strong> Rafael Pardo, Villamizar pensaba que la facilidad verbal <strong>de</strong>l padre García<br />

Herreros mantenía en <strong>un</strong> riesgo perpetuo el conj<strong>un</strong>to <strong>de</strong> la operación. Entonces solicitó y<br />

obtuvo la ayuda <strong>de</strong> la gente más cercana al padre -con Paulina en primera línea- y pudo<br />

a<strong>de</strong>lantar los preparativos <strong>de</strong> alg<strong>un</strong>as acciones sin tener que informarlo a él por anticipado.<br />

El 13 <strong>de</strong> mayo recibió <strong>un</strong> mensaje <strong>de</strong> Escobar en el cual le pedía que llevara al padre a La<br />

Loma y lo tuviera allí por el tiempo que fuera necesario. Advirtió que lo mismo podían ser<br />

tres días que tres meses, pues tenía que hacer <strong>un</strong>a revisión personal y minuciosa <strong>de</strong> cada

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!