gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro
gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro
gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
por sus enemigos propios y por el cartel <strong>de</strong> Cali? «Pue<strong>de</strong> que lo ayu<strong>de</strong>, pero no es<br />
precisamente la solución completa», concluyó. Lo que Escobar necesitaba <strong>de</strong> urgencia era<br />
<strong>un</strong>a cárcel segura para él y su gente bajo la protección <strong>de</strong>l Estado.<br />
El tema lo plantearon los consejeros ante el temor <strong>de</strong> que el padre García Herreros llegara a<br />
la audiencia <strong>de</strong> las doce con <strong>un</strong>a exigencia inaceptable <strong>de</strong> última hora, sin la cual Escobar<br />
no se entregara ni soltara a los periodistas. Para el gobierno sería <strong>un</strong> fiasco difícil <strong>de</strong><br />
reparar. Gabriel Silva, el consejero <strong>de</strong> As<strong>un</strong>tos Internacionales, hizo dos recomendaciones<br />
<strong>de</strong> protección: la primera, que el presi<strong>de</strong>nte no estuviera solo en la audiencia, y la seg<strong>un</strong>da,<br />
que se sacara <strong>un</strong> com<strong>un</strong>icado lo más completo posible tan pronto como terminara la re<strong>un</strong>ión<br />
para evitar especulaciones. Rafael Pardo, que había volado a Nueva York el día anterior,<br />
estuvo <strong>de</strong> acuerdo por teléfono.<br />
El presi<strong>de</strong>nte recibió al padre García Herreros en audiencia especial a las doce <strong>de</strong>l día. De<br />
<strong>un</strong> lado estaba el padre con dos sacerdotes <strong>de</strong> su com<strong>un</strong>idad, y Alberto Villamizar con su<br />
hijo Andrés. Del otro, el presi<strong>de</strong>nte con el secretario privado, Miguel Silva, y con Mauricio<br />
Vargas. Los servicios informativos <strong>de</strong> palacio tomaron fotos y vi<strong>de</strong>os para dárselos a la<br />
prensa si las cosas salían bien. Si no salían bien, al menos no le quedarían a la prensa los<br />
testimonios <strong>de</strong>l fracaso.<br />
El padre, muy consciente <strong>de</strong> la importancia <strong>de</strong>l momento, le contó al presi<strong>de</strong>nte los<br />
pormenores <strong>de</strong> la re<strong>un</strong>ión con Escobar. No tenía la menor duda <strong>de</strong> que iba a entregarse y a<br />
liberar a los rehenes, y respaldó sus palabras con las notas escritas a cuatro manos. El único<br />
elemento condicionante era que la cárcel fuera la <strong>de</strong> Envigado y no la <strong>de</strong> Itagüí, por razones<br />
<strong>de</strong> seguridad argumentadas por el propio Escobar.<br />
El presi<strong>de</strong>nte leyó los ap<strong>un</strong>tes y se los <strong>de</strong>volvió al padre. Le llamó la atención que Escobar<br />
no prometía liberar a los secuestrados sino que se comprometía a gestionarlo ante los<br />
Extraditables. Villamizar le explicó que era <strong>un</strong>a <strong>de</strong> las tantas precauciones <strong>de</strong> Escobar:<br />
n<strong>un</strong>ca admitió que tuviera a los secuestrados para que no sirviera como prueba en contra<br />
suya.<br />
El padre preg<strong>un</strong>tó qué <strong>de</strong>bía hacer si Escobar le pedía que lo acompañara para entregarse.<br />
El presi<strong>de</strong>nte estuvo <strong>de</strong> acuerdo en que fuera. Ante dudas sobre la seguridad <strong>de</strong> la<br />
operación, planteadas por el padre, el presi<strong>de</strong>nte le respondió que nadie podía garantizar<br />
mejor que Escobar la seguridad <strong>de</strong> su propio operativo. Por último, el presi<strong>de</strong>nte le señaló<br />
al padre -y los acompañantes <strong>de</strong> éste lo apoyaron- que era importante reducir al mínimo las<br />
<strong>de</strong>claraciones públicas, no fuera que todo se dañara por <strong>un</strong>a palabra inoport<strong>un</strong>a. El padre<br />
estuvo <strong>de</strong> acuerdo y alcanzó a hacer <strong>un</strong>a velada oferta final: «Yo he querido con esto<br />
prestar <strong>un</strong> servicio y quedo a sus ór<strong>de</strong>nes si me necesitan para al o más, como buscar la paz<br />
con ese otro señor cura». Fue claro para todos que se refería al cura español Manuel Pérez,<br />
comandante <strong>de</strong>l Ejército Nacional <strong>de</strong> Liberación. La re<strong>un</strong>ión terminó a los veinte minutos,<br />
y no hubo com<strong>un</strong>icado oficial. Fiel a su promesa, el padre García Herreros dio <strong>un</strong> ejemplo<br />
<strong>de</strong> sobriedad en sus <strong>de</strong>claraciones a la prensa.<br />
Maruja vio la conferencia <strong>de</strong> prensa <strong>de</strong>l padre y no encontró nada nuevo. Los noticieros <strong>de</strong><br />
televisión volvieron a mostrar a los periodistas <strong>de</strong> guardia en las casas <strong>de</strong> los secuestrados,<br />
que bien podían haber sido las mismas imágenes <strong>de</strong>l día anterior. También Maruja repitió la<br />
jornada <strong>de</strong> ayer minuto a minuto, y le sobró tiempo para ver las telenovelas <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>.<br />
Damaris, reanimada por el an<strong>un</strong>cio oficial, le había concedido la gracia <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nar el menú<br />
<strong>de</strong>l almuerzo, como los con<strong>de</strong>nados a muerte en la víspera <strong>de</strong> la ejecución. Maruja dijo sin<br />
intención <strong>de</strong> burla que quería cualquier cosa que no fueran lentejas. Al final se les enredó el