gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro
gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro
gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>de</strong> Pablo Escobar, o eran sus partidarios, o iban a serlo en cualquier momento por la razón o<br />
por la fuerza. Los terroristas no daban tregua en las matanzas <strong>de</strong> policías a mansalva, ni en<br />
los atentados y los <strong>secuestro</strong>s. Por su parte, los dos movimientos guerrilleros más antiguos<br />
y fuertes, el Ejército <strong>de</strong> Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias<br />
(FARC). acababan <strong>de</strong> replicar con toda clase <strong>de</strong> actos terroristas a la primera propuesta <strong>de</strong><br />
paz <strong>de</strong>l gobierno <strong>de</strong> César Gaviria.<br />
Uno <strong>de</strong> los gremios más afectados por aquella guerra ciega fueron los periodistas, víctimas<br />
<strong>de</strong> asesinatos y <strong>secuestro</strong>s, a<strong>un</strong>que también <strong>de</strong> <strong>de</strong>serción por amenazas y corrupción. Entre<br />
setiembre <strong>de</strong> 1983 y enero <strong>de</strong> 1991 fueron asesinados por los carteles <strong>de</strong> la droga veintiséis<br />
periodistas <strong>de</strong> distintos medios <strong>de</strong>l país. Guillermo Cano, director <strong>de</strong> El Espectador, el más<br />
inerme <strong>de</strong> los hombres, fue acechado y asesinado por dos pistoleros en la puerta <strong>de</strong> su<br />
periódico el 17 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1986. Manejaba su propia camioneta, y a pesar <strong>de</strong> ser <strong>un</strong>o<br />
<strong>de</strong> los hombres más amenazados <strong>de</strong>l país por sus editoriales suicidas contra el comercio <strong>de</strong><br />
drogas, se negaba a usar <strong>un</strong> automóvil blindado o a llevar <strong>un</strong>a escolta. Con todo, sus<br />
enemigos trataron <strong>de</strong> seguir matándolo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muerto. Un busto erigido en memoria<br />
suya fue dinamitado en Me<strong>de</strong>llín. Meses <strong>de</strong>spués, hicieron estallar <strong>un</strong> camión con<br />
trescientos kilos <strong>de</strong> dinamita que redujeron a escombros las máquinas <strong>de</strong>l periódico.<br />
Una droga más dañina que las mal llamadas heroicas se introdujo en la cultura nacional: el<br />
dinero fácil. Prosperó la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la ley es el mayor obstáculo para la felicidad, que <strong>de</strong><br />
nada sirve apren<strong>de</strong>r a leer y a escribir, que se vive mejor y más seguro como <strong>de</strong>lincuente<br />
que como gente <strong>de</strong> bien. En síntesis: el estado <strong>de</strong> perversión social propio <strong>de</strong> toda guerra<br />
larvada.<br />
El <strong>secuestro</strong> no era <strong>un</strong>a novedad en la historia reciente <strong>de</strong> Colombia. Ning<strong>un</strong>o <strong>de</strong> los cuatro<br />
presi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> los años anteriores había escapado a la prueba <strong>de</strong> <strong>un</strong> <strong>secuestro</strong><br />
<strong>de</strong>sestabilizador. Y por cierto, hasta don<strong>de</strong> se sabe, ning<strong>un</strong>o <strong>de</strong> los cuatro había cedido a las<br />
exigencias <strong>de</strong> los secuestradores. En febrero <strong>de</strong> 1976, bajo el gobierno <strong>de</strong> Alfonso López<br />
Michelsen, el M-19 había secuestrado al presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Confe<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> Trabajadores <strong>de</strong><br />
Colombia, José Raquel Mercado. Fue juzgado y con<strong>de</strong>nado a muerte por sus captores por<br />
traición a la clase obrera, y ejecutado con dos tiros en la nuca ante la negativa <strong>de</strong>l gobierno<br />
a cumplir <strong>un</strong>a serie <strong>de</strong> condiciones políticas.<br />
Dieciséis miembros <strong>de</strong> élite <strong>de</strong>l mismo movimiento armado se tomaron la embajada <strong>de</strong> la<br />
República Dominicana en Bogotá cuando celebraban su fiesta nacional, el 27 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong><br />
1980, bajo el gobierno <strong>de</strong> julio César Turbay. Durante sesenta y <strong>un</strong> días mantuvieron en<br />
rehenes a casi todo el cuerpo diplomático acreditado en Colombia, incluidos los<br />
embajadores <strong>de</strong> los Estados Unidos, Israel y el Vaticano. Exigían <strong>un</strong> rescate <strong>de</strong> cincuenta<br />
millones <strong>de</strong> dólares y la liberación <strong>de</strong> trescientos once <strong>de</strong> sus militantes <strong>de</strong>tenidos. El<br />
presi<strong>de</strong>nte Turbay se negó a negociar, pero los rehenes fueron liberados el 28 <strong>de</strong> abril sin<br />
ning<strong>un</strong>a condición expresa, y los secuestradores salieron <strong>de</strong>l país bajo la protección <strong>de</strong>l<br />
gobierno <strong>de</strong> Cuba, solicitada por el gobierno <strong>de</strong> Colombia. Los secuestradores aseguraron<br />
en privado que habían recibido por el rescate cinco millones <strong>de</strong> dólares en efectivo,<br />
recaudados por la colonia judía <strong>de</strong> Colombia entre sus cofra<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l m<strong>un</strong>do entero.<br />
El 7 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1985, <strong>un</strong> comando <strong>de</strong>l M-19 se tomó el multitudinario edificio <strong>de</strong> la<br />
Corte Suprema <strong>de</strong> justicia en su hora <strong>de</strong> mayor actividad, con la exigencia <strong>de</strong> que el más<br />
alto trib<strong>un</strong>al <strong>de</strong> la república juzgara al presi<strong>de</strong>nte Belisario Betancur por no cumplir con su<br />
promesa <strong>de</strong> paz. El presi<strong>de</strong>nte no negoció, y el ejército rescató el edificio a sangre y fuego<br />
al cabo <strong>de</strong> diez horas, con <strong>un</strong> saldo in<strong>de</strong>terminado <strong>de</strong> <strong>de</strong>saparecidos y noventa y cinco