gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro
gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro
gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
explosión <strong>de</strong> doscientos kilos <strong>de</strong> dinamita que atribuyó al cartel <strong>de</strong> Cali- pero las monjas<br />
propietarias no quisieron ven<strong>de</strong>rlo. Había propuesto reforzar la cárcel <strong>de</strong> Me<strong>de</strong>llín, pero se<br />
opuso el Consejo M<strong>un</strong>icipal en pleno. Alberto Villamizar, temeroso <strong>de</strong> que la entrega se<br />
frustrara por falta <strong>de</strong> cárcel, intercedió con razones <strong>de</strong> peso en favor <strong>de</strong> la propuesta que<br />
Escobar había hecho en octubre <strong>de</strong>l año anterior: el Centro M<strong>un</strong>icipal para Drogadictos El<br />
Claret, a doce kilómetros <strong>de</strong>l parque principal <strong>de</strong> Envigado, en <strong>un</strong>a finca conocida como La<br />
Catedral <strong>de</strong>l Valle, que estaba inscrita a nombre <strong>de</strong> <strong>un</strong> testaferro <strong>de</strong> Escobar. El gobierno<br />
estudiaba la posibilidad <strong>de</strong> tomar el centro en arriendo y acondicionarlo como cárcel,<br />
consciente como era <strong>de</strong> que Escobar no se entregaría si no solucionaba el problema <strong>de</strong> su<br />
propia seguridad. Sus abogados exigían que las guardias fueran <strong>de</strong> antioquenos y que la<br />
seguridad externa corriera a cargo <strong>de</strong> cualquier cuerpo armado menos <strong>de</strong> la policía, por<br />
temor a represalias por los agentes asesinados en Me<strong>de</strong>llín.<br />
El alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Envigado, responsable <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong>finitiva, tomó nota <strong>de</strong>l informe <strong>de</strong>l<br />
gobierno, y emprendió la dotación <strong>de</strong> la cárcel, que <strong>de</strong>bería entregar al Ministerio <strong>de</strong><br />
Justicia conforme al contrato <strong>de</strong> arrendamiento firmado entre los dos. La construcción<br />
básica era <strong>de</strong> <strong>un</strong>a simplicidad escolar, con pisos <strong>de</strong> cemento, techos <strong>de</strong> teja y puertas<br />
metálicas pintadas <strong>de</strong> ver<strong>de</strong>. El área administrativa en lo que fue la antigua casa <strong>de</strong> la finca<br />
estaba compuesta por tres pequeños salones, la cocina, <strong>un</strong> patio empedrado y la celda <strong>de</strong><br />
castigo. Tenía <strong>un</strong> dormitorio colectivo <strong>de</strong> cuatrocientos metros cuadrados, y otro salón<br />
amplio para biblioteca y sala <strong>de</strong> estudios, y seis celdas individuales con baño privado. En el<br />
centro había <strong>un</strong> espacio com<strong>un</strong>al <strong>de</strong> <strong>un</strong>os seiscientos metros cuadrados, con cuatro duchas,<br />
<strong>un</strong> vestidor y seis sanitarios. El acondicionamiento había empezado en febrero, con setenta<br />
obreros <strong>de</strong> planta que dormían por turnos <strong>un</strong>as pocas horas al día. La topografía difícil, el<br />
pésimo estado <strong>de</strong> la vía <strong>de</strong> acceso y el fuerte invierno obligaron a prescindir <strong>de</strong> volquetas y<br />
camiones, y tuvieron que transportar gran parte <strong>de</strong>l mobiliario a lomo <strong>de</strong> mula. Los<br />
primeros fueron dos calentadores <strong>de</strong> agua para cincuenta litros cada <strong>un</strong>o, los catres<br />
cuartelarios y <strong>un</strong>as dos docenas <strong>de</strong> pequeños butacos <strong>de</strong> tubos pintados <strong>de</strong> amarillo. Veinte<br />
materas con plantas ornamentales -araucarias aureles y palmas arecas- completaron el<br />
<strong>de</strong>corado interior. Como el antiguo reclusorio no contaba con re<strong>de</strong>s para teléfono, la<br />
com<strong>un</strong>icación <strong>de</strong> la cárcel se haría al principio por el sistema <strong>de</strong> radio. El costo final <strong>de</strong> la<br />
obra fue <strong>de</strong> ciento veinte millones <strong>de</strong> pesos que pagó el m<strong>un</strong>icipio <strong>de</strong> Envigado. En los<br />
cálculos iniciales se había previsto para ocho meses, pero cuando entró en escena el padre<br />
García Herreros se apresuraron los trabajos a marchas forzadas.<br />
Otro obstáculo para la rendición había sido el <strong>de</strong>smonte <strong>de</strong>l ejército privado <strong>de</strong> Escobar.<br />
Éste, al parecer, no consi<strong>de</strong>raba la cárcel como <strong>un</strong> instrumento <strong>de</strong> la ley sino como <strong>un</strong><br />
santuario contra sus enemigos y a<strong>un</strong> contra la misma justicia ordinaria, pero no lograba la<br />
<strong>un</strong>animidad para que su tropa se entregara con él. Su argumento era que no podía ponerse a<br />
buen recaudo con su familia y <strong>de</strong>jar a sus cómplices a merced <strong>de</strong>l Cuerpo Elite. «Yo no me<br />
mando solo», dijo en <strong>un</strong>a carta. Pero ésta era para muchos <strong>un</strong>a verdad a medias, pues<br />
también es probable que quisiera tener consigo y completo su equipo <strong>de</strong> trabajo para seguir<br />
manejando sus negocios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cárcel. De todos modos, el gobierno prefería encerrarlos<br />
j<strong>un</strong>tos con Escobar. Eran cerca <strong>de</strong> cien bandas que no estaban en pie <strong>de</strong> guerra permanente,<br />
pero servían como reservistas <strong>de</strong> primera línea, fáciles <strong>de</strong> re<strong>un</strong>ir y armar en pocas horas. Se<br />
trataba <strong>de</strong> conseguir que Escobar <strong>de</strong>sarmara y se llevara consigo a la cárcel a sus quince o<br />
veinte capitanes intrépidos.<br />
En las pocas entrevistas personales que tuvo Villamizar con el presi<strong>de</strong>nte Gaviria, la<br />
posición <strong>de</strong> éste fue siempre facilitarle sus diligencias privadas para liberar a los