30.04.2013 Views

gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro

gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro

gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> Marina. Mantenía con ésta largas conversaciones en susurros, sólo<br />

explicables por <strong>un</strong>a confianza muy antigua. Su relación con Maruja había sido siempre la<br />

peor. Para cualquier intervención <strong>de</strong> ella, por simple que fuera, tenía <strong>un</strong>a réplica altanera y<br />

<strong>un</strong> tono brutal.<br />

«Usted no tiene nada que <strong>de</strong>cir aquí.» Cuando estaban todavía las tres rehenes ella quiso<br />

hacerle <strong>un</strong> reclamo por las condiciones miserables <strong>de</strong>l cuarto a las que atribuía su tos<br />

pertinaz y sus dolores erráticos.<br />

-Yo he pasado noches peores en sitios mil veces peores que éste -le contestó él con rabia-.<br />

¿Qué se creen uste<strong>de</strong>s?<br />

Sus visitas eran an<strong>un</strong>cios <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s acontecimientos, buenos o malos, pero siempre<br />

<strong>de</strong>cisivos. Esta vez, sin embargo, alentada por la carta <strong>de</strong> Escobar, Maruja tuvo ánimos para<br />

enfrentarlo.<br />

La com<strong>un</strong>icación fue inmediata y <strong>de</strong> <strong>un</strong>a flui<strong>de</strong>z sorpren<strong>de</strong>nte. Ella empezó por preg<strong>un</strong>tarle<br />

sin resentimientos qué quería Escobar, cómo iba la negociación, qué posibilida<strong>de</strong>s había <strong>de</strong><br />

que se entregara pronto. Él le explicó sin reticencias que nada sería fácil sin las garantías<br />

suficientes para la seguridad <strong>de</strong> Pablo Escobar y la <strong>de</strong> su familia y su gente. Maruja le<br />

preg<strong>un</strong>tó por Guido Parra, cuya gestión la había ilusionado y cuya <strong>de</strong>saparición súbita la<br />

intrigaba.<br />

-Es que no se portó muy bien -le dijo él sin dramatismo-. Ya está afuera.<br />

Aquello podía interpretarse <strong>de</strong> tres modos: o había perdido su po<strong>de</strong>r, o en realidad se había<br />

ido <strong>de</strong>l país -como se publicó- o lo habían matado. Él se escapó con la respuesta <strong>de</strong> que en<br />

realidad no lo sabía.<br />

En parte por <strong>un</strong>a curiosidad irresistible, y en parte por ganarse su confianza, Maruja<br />

preg<strong>un</strong>tó también quién había escrito <strong>un</strong>a carta que los Extraditables habían dirigido en<br />

esos días al embajador <strong>de</strong> los Estados Unidos sobre la extradición y el tráfico <strong>de</strong> drogas. No<br />

sólo le había llamado la atención por la fuerza <strong>de</strong> sus argumentos sino por la buena<br />

redacción. El Doctor no lo sabía a ciencia cierta, pero le constaba que Escobar escribía él<br />

mismo sus cartas, repensando y repitiendo borradores hasta que lograba <strong>de</strong>cir lo que quería<br />

sin equívocos ni contradicciones. Al final <strong>de</strong> la charla <strong>de</strong> casi dos horas, el Doctor volvió a<br />

abordar el tema <strong>de</strong> la entrega. Maruja se dio cuenta <strong>de</strong> que estaba más interesado <strong>de</strong> lo que<br />

pareció al principio y que no sólo pensaba en la suerte <strong>de</strong> Escobar sino también en la<br />

propia. Ella, por su parte, tenía <strong>un</strong> criterio bien formado <strong>de</strong> las controversias y la evolución<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong>cretos, conocía las menu<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> la política <strong>de</strong> sometimiento y las ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong><br />

la Asamblea Constituyente sobre la extradición y el indulto.<br />

-Si Escobar no piensa quedarse por lo menos catorce años en la cárcel -dijo- no creo que el<br />

gobierno vaya aceptarle la entrega.<br />

El apreció tanto la opinión, que tuvo <strong>un</strong>a i<strong>de</strong>a insólita: «¿Por qué no le escribe <strong>un</strong>a carta al<br />

Patrón?». Y enseguida, ante el <strong>de</strong>sconcierto <strong>de</strong> Maruja, insistió.<br />

-En serio, escríbale eso -le dijo-. Pue<strong>de</strong> servir <strong>de</strong> mucho.<br />

Dicho y hecho. Le llevó papel y lápiz, y esperó sin prisa, paseándose <strong>de</strong> <strong>un</strong> extremo al otro<br />

<strong>de</strong>l cuarto. Maruja se fumó media cajetilla <strong>de</strong> cigarrillos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la primera letra hasta la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!