30.04.2013 Views

gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro

gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro

gabriel-garcc3ada-mc3a1rquez-noticia-de-un-secuestro

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

usted.» Hernando se disparó pensando que le llevaba a Francisco. Pero era sólo su voz<br />

grabada en <strong>un</strong>a minicasete. Necesitaron más <strong>de</strong> dos horas para oírla, porque no tenían el<br />

magnetófono apropiado, hasta que alguien <strong>de</strong>scubrió que podían escucharlo en el<br />

contestador automático <strong>de</strong>l teléfono.<br />

Pacho Santos hubiera podido ser bueno para muchos oficios, menos para maestro <strong>de</strong><br />

dicción. Quiere hablar a la misma velocidad <strong>de</strong> su pensamiento, y sus i<strong>de</strong>as son atropelladas<br />

y simultáneas. La sorpresa <strong>de</strong> aquella noche fue por lo contrario. Habló <strong>de</strong>spacio, con voz<br />

impostada y <strong>un</strong>a construcción perfecta. En realidad eran los dos mensajes -<strong>un</strong>o para la<br />

familia y otro para el presi<strong>de</strong>nte- que había grabado la semana anterior.<br />

La astucia <strong>de</strong> los secuestradores <strong>de</strong> que Pacho grabara los titulares <strong>de</strong>l periódico como<br />

prueba <strong>de</strong> la fecha <strong>de</strong> grabación fue <strong>un</strong> error que Escobar no <strong>de</strong>bió perdonarles. Al redactor<br />

judicial <strong>de</strong> El Tiempo, Luis Cañón, le dio en cambio la oport<strong>un</strong>idad <strong>de</strong> lucirse con <strong>un</strong> golpe<br />

<strong>de</strong> gran periodismo.<br />

_Lo tienen en Bogotá -dijo.<br />

En efecto, la edición que Pacho había leído tenía <strong>un</strong> titular <strong>de</strong> última hora que sólo había<br />

entrado en la edición local, cuya circulación estaba limitada al norte <strong>de</strong> la ciudad. El dato<br />

era <strong>de</strong> oro en polvo, y habría sido <strong>de</strong>cisivo si Hernando Santos no hubiera sido contrario a<br />

<strong>un</strong> rescate armado.<br />

Fue <strong>un</strong> instante <strong>de</strong> resurrección para él, sobre todo porque el contenido <strong>de</strong>l mensaje le dio la<br />

certidumbre <strong>de</strong> que el hijo cautivo aprobaba su comportamiento en el manejo <strong>de</strong>l <strong>secuestro</strong>.<br />

A<strong>de</strong>más, en la familia se había tenido siempre la impresión <strong>de</strong> que Pacho era el más<br />

vulnerable <strong>de</strong> los hermanos por su temperamento fogoso y su ánimo inestable, y nadie<br />

podía imaginarse que estuviera en su sano juicio y con tanto dominio <strong>de</strong> sí mismo al cabo<br />

<strong>de</strong> sesenta días <strong>de</strong> cautiverio.<br />

Hernando convocó a toda la familia en su casa y les hizo escuchar el mensaje hasta el<br />

cansancio. Bailaron a pierna suelta, hablaron a gritos para oírse los <strong>un</strong>os a los otros por<br />

encima <strong>de</strong>l estruendo <strong>de</strong> la música, aplaudieron la luz <strong>de</strong>l amanecer. Sólo Guido sucumbió<br />

en sus tormentos. Lloró. Hernando se le acercó a animarlo, y en el sudor <strong>de</strong> su camisa<br />

empapada reconoció el olor <strong>de</strong>l pánico.<br />

-Acuérdate que a mí no me va a matar la policía -le dijo Guido Parra a través <strong>de</strong> las<br />

lágrimas-. Me matará Pablo Escobar, porque ya sé <strong>de</strong>masiado.<br />

María Victoria no se conmovió. Le parecía que Parra jugaba con los sentimientos <strong>de</strong><br />

Hernando, que explotaba su <strong>de</strong>bilidad y le concedía algo por <strong>un</strong> lado para sacarle más por<br />

el otro. Guido Parra <strong>de</strong>bió percibirlo en algún momento <strong>de</strong> la noche, porque le dijo a<br />

Hernando: «Esa mujer es como <strong>un</strong> témpano».<br />

En ese p<strong>un</strong>to estaban las cosas el 7 <strong>de</strong> noviembre, cuando secuestraron a Maruja y a<br />

Beatriz. Los Notables se quedaron sin piso. El 22 <strong>de</strong> noviembre -tal como lo había<br />

an<strong>un</strong>ciado- Diego Montaña Cuéllar planteó a sus compañeros <strong>de</strong> fórmula la liquidación <strong>de</strong>l<br />

grupo, y éstos entregaron al presi<strong>de</strong>nte, en sesión solemne, sus conclusiones sobre las<br />

peticiones <strong>de</strong> fondo <strong>de</strong> los Extraditables.<br />

Si el presi<strong>de</strong>nte Gaviria esperaba que el <strong>de</strong>creto <strong>de</strong> sometimiento provocara <strong>un</strong>a rendición<br />

masiva e inmediata <strong>de</strong> los narcotraficantes, <strong>de</strong>bió sufrir <strong>un</strong> <strong>de</strong>sencanto. No fue así. Las<br />

reacciones <strong>de</strong> la prensa, <strong>de</strong> los medios políticos, <strong>de</strong> juristas distinguidos, y a<strong>un</strong> alg<strong>un</strong>os<br />

planteamientos válidos <strong>de</strong> los abogados <strong>de</strong> los Extraditables, hicieron patente que el <strong>de</strong>creto

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!