13.05.2013 Views

ÍndiceIBERCAJA - Ibercaja Obra Social

ÍndiceIBERCAJA - Ibercaja Obra Social

ÍndiceIBERCAJA - Ibercaja Obra Social

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La otra cara de «Los Desastres de la Guerra»<br />

(1809-1814)<br />

J.M. MARTÍ BONET. DIRECTOR DEL MUSEO DIOCESANO DE BARCELONA I ACADÉMICO DE HONOR DE LA REIAL ACADÈMIA CATALANA DE BELLES ARTS DE SANT JORDI<br />

La serie de grabados que acabó denominándose los Desastres de la Guerra (1809-1814) de Goya y que actualmente se<br />

exponen gracias al patrocinio de <strong>Ibercaja</strong>, propietaria de la serie, en el edificio de la Pia Almoina (Museo Diocesano) de Barcelona,<br />

es la mirada triste de un artista no sólo de una guerra concreta, la de la Independencia (llamada ‘del Francés’ en<br />

Cataluña), sino de toda violencia, brutalidad, exceso y arbitrariedad que lamentablemente se dieron en aquella desastrosa<br />

invasión y en múltiples ocasiones a lo largo de la historia de nuestro país.<br />

No creo que sea una osadía por mi parte añadir nuevas barbaries, traiciones y desastres a lo ya expresado artísticamente<br />

por Goya; me refiero principalmente al bando de los invadidos, y en concreto a lo que aconteció en Cataluña. Se conoce el<br />

episodio, en parte legendario, del «tambor del Bruc», pero posiblemente uno no se percata de la maldad de los comportamientos<br />

inhumanos de algunos «patriotas» tal como aparecen en recónditos procesos hallados en el Archivo Diocesano de<br />

Barcelona. Aquí no son pintados por el gran Goya, pero sí que son rubricados por la veracidad histórica que puede complementar<br />

los Desastres de la Guerra del artista aragonés. Esta es nuestra intención. No sé si es una osadía comprensible.<br />

Barcelona fue una de las ciudades más afectadas por la invasión francesa, impulsada por Napoleón como consecuencia del<br />

tratado de Fontainebleau. Así, en 1808 Napoleón emprendió la invasión que inicialmente debía ser «pacífica» de España.<br />

Cataluña (y Barcelona) fue ocupada por las tropas del general Duhesme, que en el mes de febrero penetraron por la Jonquera<br />

y se apoderaron rápidamente de los puntos estratégicos, como el castillo de Figueres y posteriormente Barcelona: concretamente<br />

se adueñaron de la Ciudadela y del castillo de Montjuïc de esta última ciudad. Esta ocupación provocó tensiones<br />

en diversas localidades, que dieron lugar en toda España a las revueltas del mes de mayo. Éstas fueron acompañadas de la<br />

Constitución y Juntas de Gobierno que intentaron llenar el vacío de poder creado por las abdicaciones de la casa real española<br />

en Bayona y la instauración de un rey intruso, José I, hermano de Napoleón.<br />

En Cataluña, la primera Junta que se constituyó fue la de Lérida, presidida por el obispo de la diócesis, a la que siguieron<br />

las de Tarragona, Igualada, Manresa, Gerona y Vilafranca del Penedès. Muy pronto, el 18 de junio se creó la Junta superior<br />

de Gobierno del Principado de Cataluña, dirigida por el obispo de Lérida. Su propósito era dirigir la lucha contra el invasor,<br />

pero se disolvió en 1812.<br />

La lucha contra los franceses en Cataluña, tomó diversas formas, como la famosa ‘conspiración de los venenos’ y el escarnio<br />

de un sargento que se hizo pasar por cardenal de Borbón en Francia. De estos dos episodios, hemos publicado sus expedientes<br />

en los libros Dos clergues enigmàtics: Pere Coret acusat d’espia i Serafí Llorens acusat de col·laboracionista (Barcelona,<br />

1990) i La Inquisición y el falso cardenal de Borbón, el español que burló al imperio napoleónico (Barcelona, 2005).<br />

145

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!