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ÍndiceIBERCAJA - Ibercaja Obra Social

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El 23 de diciembre de 1808 aparece la firma de Goya en el juramento de fidelidad a José Bonaparte, registrado en<br />

la calle de Valverde, n. o 15: «Dn. Francisco Goya», ocupando toda la página. Ello significaría, en principio, que para<br />

esa fecha Goya ya había vuelto a Madrid. Pero resulta extraño que firmase con el «Dn.», y no incluyese el «de», pues<br />

desde hacía años Goya firmaba «Francisco de Goya». Jeannine Baticle consideró que quizás no fuera su firma autógrafa,<br />

sino que alguien para cubrirle las espaldas firmase por él.<br />

El domingo 22 de enero de 1809 José I hacía su entrada solemne en Madrid. En el consejo de ministros del 17 de<br />

febrero el gobierno intruso decidió que los consejeros y funcionarios que en el plazo de tres días no hubiesen jurado<br />

fidelidad al rey serían considerados como dimitidos y cesados de sus cargos. Por eso la Real Academia de Bellas Artes<br />

de San Fernando celebró Junta General Extraordinaria el 27 de febrero, presidida por el viceprotector, don Bernardo<br />

de Iriarte, en la que los académicos asistentes juraron por escrito fidelidad, y el secretario José Munárriz les dio certificación<br />

de dicho juramento. El nombre de Francisco de Goya no aparece en la relación de asistentes en el acta de la<br />

junta, y tampoco en la relación que reclamada por el ministro del Interior del gobierno josefino, Manuel Romero, le<br />

remitió el 1 de marzo de1809 el secretario de la Academia con los nombres de los académicos que habían jurado fidelidad<br />

al rey José en aquella Junta General Extraordinaria del 27 de febrero. ¿Cómo interpretar esa inasistencia de Goya<br />

a tan importante sesión?, ¿como una indisposición?, ¿por su actitud patriótica, renuente a jurar fidelidad al rey intruso?,<br />

¿como una ausencia del pintor de Madrid? Son interrogantes que todavía no hemos despejado al respecto de la presencia<br />

de Goya en Madrid en esos meses que van desde diciembre de 1808 a abril de 1809.<br />

En diciembre y enero de 1809 los franceses reprimieron con enorme violencia y de forma sanguinaria los movimientos<br />

insurreccionales españoles en las cercanías de Madrid, incendiando la villa de Chinchón, de donde era capellán Camilo<br />

Goya, hermano del pintor, y actuando con igual dureza en Colmenar Viejo, coincidiendo más o menos con una ofensiva<br />

del ejército español del duque del Infantado contra los franceses en tierras conquenses, que terminó con una derrota<br />

en Uclés el 13 de enero. Sin duda, lo que vieron los dos fugitivos, y lo que le contaría su hermano Camilo sobre el<br />

saqueo e incendio de Chinchón por los franceses, quedó reflejado en algunos de sus «Desastres».<br />

Escasísimas referencias tenemos de Goya en el año 1809. El 26 de marzo de ese año aparecía en el Diario de Madrid<br />

una relación de pintores residentes en Madrid que tendrían que aportar 50.800 reales en total como parte de un empréstito<br />

obligatorio de 20 millones de reales que había impuesto el gobierno josefino para cubrir los gastos de la administración<br />

real y de la corte. Goya fue gravado con 3.200 reales, al igual que Mariano Maella y que Joaquín Inza. Pero<br />

el primer documento firmado que tenemos de Goya en ese año es la carta que el 5 de mayo de 1809 dirige al secretario<br />

de la Academia de San Fernando, José Munárriz, reclamándole que se le paguen los 150 doblones del retrato<br />

de Fernando VII que había pintado para el salón de sesiones de la Academia. No dejaba de ser un atrevimiento, pues<br />

el monarca reconocido como legítimo por la mayoría del pueblo español, Fernando VII, no era el que reinaba en Madrid.<br />

Sin duda, se había ido dando largas al asunto por parte de la Academia, pues la situación política no era la favorable,<br />

precisamente, y, además, seguro que no había dinero para hacerle el pago de la deuda a Goya. Cuando en un nuevo<br />

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