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El medio pelo en la sociedad argentina.pdf - Stella Maris Córdoba

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Arturo Jauretche <strong>El</strong> <strong>medio</strong> <strong>pelo</strong> <strong>en</strong> <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> arg<strong>en</strong>tina<br />

“chorizo”, quinchar un rancho... Andaba <strong>en</strong> el campo a pie y perdido como “turco <strong>en</strong> <strong>la</strong> neblina”.<br />

Desde el punto de vista de <strong>la</strong> cultura criol<strong>la</strong>, el “gringo” era un inculto. Un ser débil, con una<br />

debilidad nunca mejor expresada que <strong>en</strong> aquel verso magistral del Martín Fierro:<br />

Había un gringuito cautivo<br />

que siempre hab<strong>la</strong>ba del barco,<br />

y lo augaron <strong>en</strong> tai charco<br />

por causante de <strong>la</strong> peste;<br />

t<strong>en</strong>ía los ojos celestes<br />

como potrillito zarco.<br />

Pero <strong>en</strong> cambio, el "gringo" v<strong>en</strong>ía de una <strong>sociedad</strong> <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>o desarrollo económico y social, del que el<br />

criollo, miembro de <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se inferior, estaba excluido por <strong>la</strong> vig<strong>en</strong>cia de los estam<strong>en</strong>tos sociales prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes<br />

de <strong>la</strong> Colonia y que <strong>la</strong> derrota de los federales había consolidado definitivam<strong>en</strong>te; su alteración era imposible<br />

d<strong>en</strong>tro de <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> <strong>en</strong> que se había formado.<br />

Ya veremos cómo 50 años después de acelerarse <strong>la</strong> inmigración sigue si<strong>en</strong>do cierta para <strong>la</strong> "g<strong>en</strong>te<br />

principal" y sus "nuevos" prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de <strong>la</strong> inmigración, <strong>la</strong> discriminación que hará con el "cabecita negra",<br />

a pesar de <strong>la</strong> transformación de <strong>la</strong> economía y <strong>la</strong> composición de <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> arg<strong>en</strong>tina.<br />

Si el nativo carece tradicionalm<strong>en</strong>te de perspectivas y por <strong>en</strong>de de voluntad de asc<strong>en</strong>so social, carece<br />

también de los conceptos de propiedad y acumu<strong>la</strong>ción de riqueza como <strong>medio</strong> de poder que están implícitos<br />

<strong>en</strong> el deseo de emigrar: <strong>la</strong> riqueza es para el criollo simplem<strong>en</strong>te capacidad de consumo, y sus consumos<br />

están limitados a los de una <strong>sociedad</strong> primitiva; resuelto lo imprescindible para <strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia, <strong>la</strong> apet<strong>en</strong>cia es<br />

sólo de bi<strong>en</strong>es de lujo: aperos, ponchos, percales, pañuelos de seda, armas y los "vicios". Sin acceso a <strong>la</strong><br />

propiedad de <strong>la</strong> tierra, los límites de su acumu<strong>la</strong>ción no pued<strong>en</strong> ir más allá de <strong>la</strong> tropil<strong>la</strong> y algunos<br />

semovi<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> los casos más prósperos. Los lujos, "<strong>la</strong>s pr<strong>en</strong>das", son su único ahorro, que lo bancan <strong>en</strong> un<br />

apuro o <strong>en</strong> el juego.<br />

Se comparará su aptitud <strong>en</strong> <strong>la</strong> lucha por <strong>la</strong> vida con <strong>la</strong> del extranjero, parti<strong>en</strong>do del<br />

supuesto de una inferioridad que ha sido decretada de antemano; el éxito individual de gran parte<br />

de los inmigrantes servirá para el cotejo, olvidando que el europeo forma parte de <strong>la</strong> economía que<br />

se inicia, mi<strong>en</strong>tras que el nativo pert<strong>en</strong>ece a <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> cuya técnica va a cambiarse, no sólo <strong>en</strong> <strong>la</strong>s<br />

formas de trabajo, sino que también <strong>en</strong> su fundam<strong>en</strong>to, que es ahora el comercio y el manejo de<br />

numerario, para el que no está preparado. De tal modo, su superioridad técnica anterior se<br />

convierte <strong>en</strong> su debilidad cuando <strong>la</strong> técnica se mide <strong>en</strong> el mostrador por el cálculo comercial: se<br />

olvida también que el cotejo se hace con un individuo de selección para el struggle for life, como<br />

gustaban decir los "progresistas", porque de <strong>la</strong>s aldeas europeas emigraron los más audaces, los<br />

más caracterizados por su individualismo, los posibles Cortés y Pizarro de otra época, y no los<br />

desprovistos de espíritu de conquista, que se quedaron allá.<br />

Nadie se preocupó, como lo había querido Hernández por promover <strong>la</strong> pau<strong>la</strong>tina adaptación de los<br />

nativos a <strong>la</strong> nueva realidad. Por el contrario estaban deliberadam<strong>en</strong>te excluidos <strong>en</strong> el presupuesto de <strong>la</strong><br />

<strong>sociedad</strong> de imag<strong>en</strong> europea que se buscaba y, además, hubiera contrariado <strong>la</strong>s exig<strong>en</strong>cias del progreso<br />

acelerado que rec<strong>la</strong>maban los mercados de ultramar, misión impostergable que sólo podría cumplir<br />

aceleradam<strong>en</strong>te <strong>la</strong> inmigración. (Cincu<strong>en</strong>ta años después se verá que su adaptación fue posible, creando<br />

condiciones favorables, como <strong>la</strong>s creó <strong>la</strong> última gran guerra, cuando <strong>la</strong> industrialización tomó impulso y no<br />

hubo mano extranjera disponible; los que apr<strong>en</strong>dieron todas <strong>la</strong>s técnicas del trabajo industrial hasta<br />

colocarse <strong>en</strong> condiciones de efici<strong>en</strong>cia a un nivel técnico equival<strong>en</strong>te y muchas veces superior a los mejores<br />

obreros del mundo. ¿Por qué no habrían apr<strong>en</strong>dido y practicado <strong>la</strong>s artes mucho más elem<strong>en</strong>tales y afines<br />

con su índole del trabado agríco<strong>la</strong>? Y sin llegar tan a lo contemporáneo: ¿fue inferior al inmigrante el bracero<br />

criollo, cuando el agotami<strong>en</strong>to de <strong>la</strong>s posibilidades ganaderas de trabajo, lo forzó a adquirir <strong>la</strong>s técnicas de <strong>la</strong><br />

agricultura?<br />

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