Lectura y bibliotecas escolares - OEI
Lectura y bibliotecas escolares - OEI
Lectura y bibliotecas escolares - OEI
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Educación y cultura: conveniencias y posibilidades de una política pública integrada de lectura<br />
que se refiere a las ciudades y a lo urbano. En los primordios del término y durante mucho tiempo,<br />
la política fue tratada como la actividad humana que se refiere a las cosas (o a la comprensión<br />
de las cosas) del Estado, de la ciudad y del gobierno humano donde el público era una referencia<br />
obligatoria.<br />
De los pensadores griegos a los contemporáneos, el término “política” ha sido objeto de varios<br />
tratados y destacan aquellos que lo han relacionado con las formas de poder. En este caso estoy<br />
hablando del poder del hombre sobre el hombre: de la dominación. En esta cuestión en particular,<br />
las políticas públicas para las artes y las culturas tienen un lugar privilegiado, ya que son partes<br />
fundamentales en el juego del poder. Sería tedioso repetir los innumerables usos de las actividades<br />
culturales sustentadas por los Estados a favor de los regímenes de los más variados matices,<br />
principalmente aquellos marcados por el arbitraje.<br />
Pero la política tiene otras marcas de origen, además del poder y de la dominación. En el mundo<br />
contemporáneo, los siglos xix y xx han sido pródigos en alimentar un aspecto central de la<br />
política, y del poder político, que quiero resaltar aquí: el aspecto teleológico de sus fines, de sus<br />
finalidades. Esta hipótesis de que la política podría ser definida de forma teleológica fue derribada,<br />
entre otros, por Norberto Bobbio, con el argumento central de que esta tiene el “monopolio<br />
de la fuerza, constituye el poder supremo en un determinado grupo social”. Ahora bien, si el<br />
grupo social que tiene la fuerza suprema es señor de la voluntad en aquel momento histórico, es<br />
lícito entender que este grupo tomará medidas y programará acciones que sean prioritarias para<br />
la clase dominante. El resultado, argumenta Norberto Bobbio, es que los fines de la política se<br />
conforman de acuerdo con los objetivos del grupo social en el poder, “de acuerdo con los tiempos<br />
y las circunstancias 3 ”.<br />
Esta pequeña introducción conceptual sobre el término “política” sirve para reflexionar sobre los<br />
tiempos y las circunstancias en las que vivimos actualmente en los países iberoamericanos. Ahora<br />
bien, si hablamos de política pública, y la entendemos como expresión de un poder político,<br />
esta política tiene forma, tiene directriz, tiene características que la identifican como única con<br />
relación a los otros períodos históricos de nuestros países. Si analizamos de manera atemporal la<br />
política pública actual orientada a la educación y a la cultura, no solo será difícil comprenderla,<br />
sino que también, y aún peor, será imposible proyectar una nueva agenda que cumpla íntegramente<br />
los objetivos mayores que interesan a la polis, al público.<br />
Si adoptamos esa perspectiva sombría de análisis atemporal, perderemos también la antigua noción<br />
griega de chronos, definida como el tiempo secuencial, cronológico, y kairós, el momento<br />
oportuno. Según Webster (1993), el término kairós se refiere a la antigua noción griega para<br />
el aspecto cualitativo del tiempo. Al simbolizar el momento real (cierto), kairós es el momento<br />
singular, crítico para las acciones determinadas y únicas. Contrario a la cronología lineal del<br />
tiempo, sin el pasado y sin el futuro, kairós es el instante preciso y decisivo del presente, en el cual<br />
la acción que se haga efectiva en aquel momento podrá definir los acontecimientos en el tiempo<br />
cronológico posterior.<br />
Es de la lucidez de identificar la presencia inequívoca de la acción política y sus tiempos de lo<br />
que muchas veces depende el éxito de las tareas humanas, recordando que todas ellas tienen en<br />
3<br />
Bobbio, Norberto, op. cit.<br />
116