Lectura y bibliotecas escolares - OEI
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Teresa Colomer<br />
matización, las diversas posibilidades de programación de los contenidos literarios en las aulas<br />
o la utilización de la biblioteca escolar y las nuevas tecnologías para la lectura.<br />
• La potenciación de la investigación educativa en el ámbito de la educación literaria. Muchas de<br />
las decisiones sobre las cuestiones que nos ocupan serían más fáciles de tomar si se supiera más<br />
sobre las características de los textos dirigidos a los niños en nuestra sociedad; la interrelación<br />
entre el desarrollo lingüístico, artístico y ficcional en la recepción que se hace de ellos; el grado<br />
y la forma de dependencia entre la acción escolar y los hábitos sociales de lectura; las prácticas<br />
de lectura más efectivas en el aula; las formas narrativas o poéticas propias de las distintas culturas<br />
en contacto, etc.<br />
PROPUESTAS DE AVANCE<br />
Gustavo Bombini titula volver al futuro al “gesto de revisar el relato completo de una tradición<br />
de enseñanza para imaginar su futuro”. De esa revisión surgen siempre los retos inmediatos para<br />
renovar la enseñanza. Una renovación que, según el autor argentino, pasaría por:<br />
“[...] recuperar la perspectiva histórica como requisito para la lectura de textos literarios, acoplar nuevos<br />
saberes teóricos para producir nuevas prácticas, revisar la tradicional relación entre lengua y literatura<br />
para que ambos términos se potencien, en vez de subordinarse, e imaginar una práctica de<br />
enseñanza sostenida en prácticas de lectura y escritura” (2008, p. 147).<br />
Enseñar literatura es algo complejo, en el sentido de que integra distintos elementos. Debe responder<br />
a la conexión entre la capacidad de recepción y de producción literaria, entre la recepción<br />
del texto y la posibilidad de elaborar un discurso analítico y valorativo sobre él, entre la<br />
interpretación del lector y los conocimientos que la potencian, entre la educación lingüística y<br />
la educación literaria, entre los aspectos lingüísticos y los aspectos culturales que configuran el<br />
fenómeno literario o entre la literatura y los restantes sistemas artísticos y ficcionales existentes<br />
en las sociedades actuales. La reflexión anterior intenta ofrecer una guía de ruta que podemos<br />
sintetizar ahora en las siguientes líneas de actuación:<br />
En la planificación educativa y de los centros <strong>escolares</strong><br />
• Potenciar las <strong>bibliotecas</strong> <strong>escolares</strong>, dotándolas de acervos negociados y personal responsable.<br />
• Establecer con mayor claridad las prioridades de la responsabilidad escolar con respecto a otras<br />
instancias sociales (familia, biblioteca pública, animadores de lectura, etc.) y acordar líneas de<br />
colaboración que se potencien mutuamente.<br />
• Establecer con mayor claridad y actualidad los objetivos y contenidos de la educación literaria<br />
a lo largo de las etapas educativas.<br />
• Instaurar un tiempo escolar de lectura literaria, recuperar formas orales de comunicación literaria<br />
y abrir la escuela a las formas de ficción relacionadas con la imagen y las nuevas tecnologías.<br />
• Diseñar planes de lectura de cada centro que articulen las prácticas literarias según sus funciones<br />
y coordinen los aprendizajes a cargo de las distintas áreas lingüísticas.<br />
• Propiciar un consenso educativo sobre el corpus de lecturas escolar y difundir las orientaciones<br />
didácticas más efectivas.<br />
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