Biblioteca Fundamentos de la Construcción de Chile

m e d i c i n a p r e v e n t i va y m e d i c i n a dirigida-xivticas,muchos de ellos futuros premios nacionales y reconocidos científicos. Uninteresante ejemplo de su particular relación con sus estudiantes se ve reflejada enla introducción de la tesis del futuro médico Manuel de Viado en 1938 –un espacioinusual para expresiones emotivas– donde describía las características del vínculoque había establecido con su profesor:“Pertenezco a la escuela científica e ideológica del Profesor Cruz-Coke, maestro queno solo enseña sino que hace sentir, creer y actuar. Formó parte de una es cue launiversitaria, es decir, de una comunidad de ideas, emociones, aun más, de idealescompartidos, que nos unen a él y a mí no solo en la relación fría de pro fesor y ayudanteen el sentido transitorio de estudiante que pasa por el aula, sino en la vinculacióníntima de personas que tienen las mismas razones de vida uni ver sitaria en todo loque significa de perennidad en el reguero vital de la evolución crea dora” 10 .Eduardo Cruz-Coke, el maestro, es uno de los adjetivos más frecuentes con quesuele ser evocado por muchos de sus estudiantes, tal como lo hace Héctor Cro xato:“Mis recuerdos, cuando retrocedo a mis años de estudiante, lo ven entrando a susala de clases, con su paso nervioso, rápido, sin solemnidad, pero una vez frente anosotros un silencio se hacía de inmediato y súbitamente una atmósfera tensa secargaba de expectación e incertidumbre” 11 .El mismo Héctor Croxato afirmaba en 1967, con motivo de la ceremonia de jubilaciónde Eduardo Cruz-Coke, que las propuestas en materia bioquímica quehabía presentado, por ejemplo, en su obra Acidez iónica en clínica (1925), encontraroncierta resistencia en el ambiente académico de su época:“Sus conferencias en la Sociedad Médica, que atraían un público generalmentejoven, que no lograba contener el local, terminaban en atronadores aplausos, peroeran también el punto de partida de una controversia que continuaba duranteun tiempo en los pasillos del hospital o en la Escuela, donde se libraban algunaspolémicas en las cuales los ayudantes debíamos defendernos como si estuviéramossalvando la honra de la bioquímica” 12 .No obstante, aquellos sinsabores parecen poco importantes ante la emoción queexperimentaba en su trabajo en el laboratorio tal como muchos lo recuerdan. Elmismo Héctor Croxato daba testimonio del“regocijo que aportó el hallazgo de una reacción específica que permitía reconocerla aparición de vitamina D cuando el ergosterol era irradiado” 13 .10Manuel de Viado, Medicina dirigida y morbilidad chilena, p. 9. Cabe señalar que esta tesis estabadedicada al maestro Eduardo Cruz-Coke y fue merecedora del premio anual que otorgaba el Consejode la Caja del Seguro Obligatorio.11Héctor Croxato, “Cruz-Coke, maestro universitario”, p. 33.12Op. cit., p. 39.13Op. cit., p. 40.