Biblioteca Fundamentos de la Construcción de Chile

m e d i c i n a p r e v e n t i va y m e d i c i n a dirigida-xxiibilidadde la población, y la explosión de enfermedades infectocontagiosas en lasurbes europeas decimonónicas, motivaron y justificaron la intervención del Estadoliberal en nombre del amenazado bien público. Y específicamente, las relacionesentre una economía capitalista pujante y la higiene fueron el telón de fondo paralas propuestas y estudios que respaldaron la intervención del Estado en lo que sesuponía parte de la esfera privada de los individuos: la salud individual 33 .Por otra parte, desde mediados del siglo x i x una vertiente de la Medicina conocidacomo medicina social, nacida en Alemania a partir del trabajo de Johan PeterFrank y Rudolf Virchow, cobraba cada vez más seguidores al establecer y aportarevidencias científicas de que buena parte de las enfermedades eran la expresiónclínica de la influencia de las condiciones económicas y ambientales sobre los individuos,en particular, entre los más pobres. En este análisis, la salud era entendidacomo una aspiración colectiva que debía ser protegida y fomentada por el principalagente del bien público: el Estado.La naturaleza, objetivos y metas de la intervención estatal en los problemas socialesen general, y de los sanitarios en particular, fue debatida desde fines del siglox i x gracias a la iniciativa de políticos conservadores, a la Iglesia Católica a travésde la difusión de la encíclica Rerum Novarum y al pensamiento socialcristiano queemergió de ella 34 . Pero la seguridad social y la implantación de un incipiente Estadosocial también se constituyeron en estrategias para evitar revueltas sociales y elfortalecimiento de las alternativas políticas de izquierda. Este nuevo Estado Socialadoptó diversas peculiaridades que, sin duda, fueron modeladas por la historia y lacultura nacional de cada país del Viejo Mundo; por ejemplo, mientras en Alemaniafue consecuencia de la presión de una social-democracia más radicalizada, enInglaterra fue producto de la vertiginosa expansión de la miseria 35 .En el caso chileno, la solución a los problemas sanitarios contó con la importantecontribución filantrópica o “caritativa” de las elites durante el siglo x i x. Noobstante, una serie de hitos institucionales marcaron la incipiente intervención delEstado en materias de higiene y salud como, por ejemplo, la creación de la secciónde Higiene y Beneficencia del Ministerio del Interior en 1886, el establecimientodel Consejo Superior de Higiene Pública y el Instituto de Higiene en 1889 y 1892,respectivamente.Con el cambio de siglo, el diagnóstico de la comunidad política y médicachilena era coincidente al identificar a la proletarización urbana como una de lasconsecuencias más negativas y desgarradoras del proceso de capitalización y alsostener que sólo podría ser revertido impulsando un papel más activo del Estadoen el campo de la higiene y la salud. Médicos, políticos y ensayistas respaldaron33George Rosen, De la policía médica a la medicina social. Ensayos sobre la historia de la atención ala salud, en especial los capítulos: “¿Qué es la medicina social? Un análisis genético del concepto” y“Política económica y social en el desarrollo de la salud pública: un ensayo interpretativo”, pp. 77-137y pp. 200-227, respectivamente.34Huneeus y Lanas, op. cit..35Ignacio Sotelo, El Estado social. Antecedentes, origen, desarrollo y declive, pp. 177-182.