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a l i m e n ta c i ó n y p r e v i s i ó n biológica: l a p o l í t i c a m é d i c o -a s i s t e n c i a l...-liregistrados)correspondían al 16,18% del total, es decir, se incrementaban en elcontexto general 106 .El juicio de Eduardo Cruz-Coke fue visionario porque desde la década de1960, y producto de un cambio en el cuadro epidemiológico de las enfermedadesmás importantes que afectaban al país, las patologías no transmisibles y las lesionespor accidentes comenzaron a ocupar los primeros lugares de la morbilidad y mortalidadentre la población, desplazando a las enfermedades infecto-contagiosas 107 .Entre aquéllas ya estaban las patologías cardiovasculares, las que en la década posteriorse encontraban entre las tres causas de muerte junto a los tumores malignosy traumáticos, y accidentes 108 .Pasados los primeros años de la década de 1940, se aprobaron “normas cardiológicas”para la asistencia específica de enfermos del corazón que debían serseguidas por los médicos tratantes, médicos cardiólogos y por las comisiones demedicina preventiva 109 . Las normas contemplaban instrucciones para los diagnósticosde afecciones cardiovasculares, recomendaciones sobre la actividad física,casos y circunstancias que merecían la prescripción del reposo preventivo y elalta médica. El propio Eduardo Cruz-Coke publicaría un estudio sobre la relaciónentre este grupo de enfermedades y la aplicación de la medicina preventiva a mediadosde la década de 1940 110 .Es t u d i o s p o s t e r i o r e s a l a p r o m u l g a c i ó nd e Le y d e Me d i c i n a Pr e v e n t i vaNo se dispone de un estudio histórico que analice los efectos, impacto y resultadosde la Ley de Medicina Preventiva, pero sí se cuenta con algunas monografías quepermiten esbozar que pasó con esta legislación, en su mayoría elaboradas pormédicos, tanto discípulos de Eduardo Cruz-Coke como de funcionarios de la Cajadel Seguro Obligatorio.Entre los primeros textos que aparecieron después de la promulgación de laLey de Medicina Preventiva está el de Jorge Mardones Restat, quien reconocía en1938 que la Ley de Medicina Preventiva no tenía antecedentes en la legislaciónmundial y que tendría una repercusión social en tres direcciones al permitir “unaumento del tiempo trabajado tratando la enfermedad oculta en el supuesto sano”;contribuiría a disminuir la probabilidad de que el “sostén de la familia” no pudiera106Nótese que son consideradas las cardiovasculares, las hemorragias cerebrales y las cardio-renales.107Ernesto Medina L., “Evolución de los indicadores de salud en el período, 1960-1977”.108Gonzalo Valdivia, Gabriel Bastías y Patricio Márquez, “Magnitud de la enfermedad crónica enChile”, pp. 35-40.http://escuela.med.puc.cl/paginas/publicaciones/boletin/html/salud_publica/1_9.html109Caja de Seguro Obligatorio, Dirección de los Servicios Médicos, Normas cardiológicas para laatención de los enfermos cardiovasculares en relación con la Ley 6.174 de Medicina Preventiva: cuartilla 13.110Las enfermedades cardiovasculares y la medicina preventiva.
m e d i c i n a p r e v e n t i va y m e d i c i n a dirigida-liitrabajarpor padecer una larga enfermedad, y disminuiría en cerca de un 40% lasprobabilidades de muerte en la vida activa 111 .Carlos Maldonado fue otro de los médicos que a fines de la década de 1930destacó las virtudes de la Ley de Medicina Preventiva. En un tenor menos científicoy derechamente más político, valoraba la nueva ley porque estimulaba el“progreso económico por el aumento de la producción y por la disminución degastos que significa la reducción de la invalidez; y armonía social, por la felicidadque significa prolongar la vida activa en buenas condiciones y por el bienestarque ella acarreará a los patrones y obreros como consecuencia de la mayor capacidadproductora y del alejamiento de unos de los factores de descontento y dedesquiciamiento como es la enfermedad con su cortejo de malestar, dolor y perturbacióneconómica” 112 .A un año de su promulgación, valoraba la visibilidad que la Ley de MedicinaPreventiva había dado a las afecciones cardiovasculares, pues nada se había hechopor la protección social del cardíaco en el país hasta entonces, salvo la administraciónesporádica de tratamientos medicamentosos, hospitalización en períodos decrisis y el acceso a una pensión de invalidez. El reposo preventivo y la reducciónde la jornada laboral podían ser más beneficiosos para la integración de estos enfermos113 .En la citada tesis de 1938, Manuel de Viado ofrecía una reflexión sobre la naturalezade la nueva ley, apelando a un interesante análisis histórico respecto de la“idea social médica” en el mundo y en Chile, y a un diagnóstico más detallado dela situación sanitaria local. Llama la atención el examen minucioso de las discusionesmédico-sociales de su tiempo y los juicios de carácter político que ofrecen pistassobre las preocupaciones ideológicas e intelectuales compartidas con EduardoCruz-Coke en el Chile de fines de la década de 1930:“En el plano económico, el fracaso de una economía libre de tipo individualista esya de consenso público. Chile reajusta, con diversas medidas de orden indirecto, sueconomía en un exacto balance de su poder agrícola, minero e industrial. Urge, sinembargo, una economía planificada, una producción ordenada, un nacionalismoeconómico que refuerce los factores débiles en que dependemos excesivamente dela economía nacional.En el plano político-social, el aparato administrativo nacional es una excelentearma de trabajo. Necesita solo la idea motriz y el hombre que lo dirija. Eladvenimiento de las juventudes a la lucha ideológica, sus polarizaciones en dosgrandes conglomerados, representados por la idea socialista y el cristianismo socialpermiten ser optimistas acerca del futuro” 114 .111Jorge Mardones Restat, Efectos sociales de la Ley de Medicina Preventiva.112Carlos Maldonado Boggiano, La ley 6.174, sobre Medicina preventiva, y su importancia para la Cajade Seguro Obligatorio, p. 2.113Op. cit., p. 10.114Viado, Medicina..., op. cit., p. 27.
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