Biblioteca Fundamentos de la Construcción de Chile

m e d i c i n a p r e v e n t i va y m e d i c i n a dirigida-xxvimodelocapitalista chileno, en tanto los partidos de izquierda confiaban en que solosustituyendo dicho modelo por el socialista, la condición sanitaria de los trabajadoresse modificaría 42 . Así lo revelan los debates parlamentarios que comenzaron en elaño 1937 y que concluyeron con la promulgación de la ley en febrero de 1938. Sinduda, la rápida tramitación daba cuenta de un consenso importante respecto de lasideas de Eduardo Cruz-Coke sobre acción preventiva sanitaria.Entre los críticos de la Ley de Medicina Preventiva estuvo Salvador Allendequien, en calidad de parlamentario y médico, presentó algunos argumentos que seconcentraron en las limitaciones asistenciales que caracterizaban a esta política sanitariaen su emblemático texto, La realidad médico-social chilena de 1939 43 . SalvadorAllende reconocía algunas de las principales virtudes de la Ley de Medicina Preventivacomo la conservación indefinida del salario íntegro a obreros y empleadosque exhibieran “posibilidades de recuperación”; el valor estadístico que reportabala administración de un examen de salud obligatorio; la protección del trabajadorenfermo durante al menos cuatro meses si es que había trabajado más de un añopara el mismo empleador y el carácter irrenunciable de los beneficios.No obstante, Salvador Allende también identificaba algunas restricciones dela Ley de Medicina Preventiva. En primer lugar, no estaba de acuerdo en denominarlaley de medicina preventiva por cuanto el concepto científico aludía a unaatención integral de la salud, es decir, desde el nacimiento hasta el deceso delindividuo que la ley no contemplaba; estipulaba beneficios únicamente para losimponentes activos, excluyendo a los imponentes pasivos y a los que no imponían;se restringía a las tres patologías señaladas dejando fuera, por ejemplo, las enfermedadesprofesionales; tampoco otorgaba beneficios tanto para las madres comopara las mujeres embarazadas.En segundo lugar, la Ley de Medicina Preventiva adolecía de deficiencias respectode la prescripción del reposo. Por ejemplo, Salvador Allende sostenía que lamodalidad presente en los contratos de trabajo no evitaba que aquellas personasa las que se les recomendó el reposo que disponía la ley, fueran despedidas al regresara su oficio “por temor al contagio o por suponer disminuida su capacidadde trabajo” 44 . Para Salvador Allende, la Ley de Medicina Preventiva también habíaestimulado la aparición de una nueva cesantía, “la del enfermo o candidato aenfermo”, producto de la actitud de algunos empleadores, quienes a través de losservicios médicos que ellos contrataban y mantenían, descartaban rápidamente aenfermos y candidatos a enfermos y aplicaban exámenes de admisión como requisitoprevio a la contratación.Salvador Allende también era crítico respecto de las disposiciones que rodeabanla asistencia de las cardiopatías, las que se concentraban en acciones curativas42Illanes, op. cit.43Sobre los comentarios a la Ley de Medicina Preventiva de Salvador Allende y sobre su relacióncon Eduardo Cruz-Coke, véase María Soledad Zárate, Salvador Allende y su papel en la difusión de la medicinasocial y la salud pública, década de 1930.44Salvador Allende, La realidad médico-social chilena, pp. 180.