O Riso no Mundo Antigo - NUCLAS

palabras, la utilización del humor como vehículo para decir cosas serias.
En el marco de esta particular poética, Aristófanes discrimina entre dos tipos
de humor: uno más vulgar y chabacano, el que adjudica al teatro de sus rivales, y
otro intelectual y sofi sticado, del cual se erige en representante, y que va dirigido
al público más avezado. El primero se basa en escenas estereotipadas y rutinas
poco novedosas, repetidas hasta el hartazgo, 27 que Aristófanes califi ca de “escorias,
vulgaridades y bufonadas innobles” (κακὰ καὶ φόρτον καὶ βωμολοχεύματ᾽
ἀγεννῆ, Pax 748). Lo suyo, en cambio, son “las palabras y pensamientos grandes
y las bromas no vulgares” (ἔπεσιν μεγάλοις καὶ διανοίαις καὶ σκώμμασιν οὐκ
ἀγοραίοις, Pax 750). 28 Y hay más todavía: estos dos tipos de humor buscarían
efectos también diversos entre los espectadores. En un trabajo anterior hemos
destacado que, llamativamente, los términos relacionados con la risa, y el campo
semántico del reír en general, aparecen vinculados con la farsa más popular, como
la de Mégara, y con las rutinas concebidas como las más vulgares, en tanto la comedia
de tipo “intelectual”, como la que Aristófanes se adjudica para sí, se vincula
con verbos como χαίρω (“alegrarse”) y εὐφραίνω (“deleitarse”). 29 Para decirlo
de otro modo, las bromas y rutinas cómicas de sus antagonistas buscarían la risa
espontánea del público, en tanto su comedia apuntaría a producir una sensación
placentera relacionada con la alegría y el regocijo, no necesariamente manifestada
visceralmente en la risa o la carcajada. 30 Un pasaje de Avispas resulta altamente
ilustrativo al respecto:
No esperen de nosotros nada muy grande (μηδὲν ... λίαν μέγα),
ni tampoco ninguna risa (γέλωτα) robada de Mégara. (V. 56-7) 31
nevale e utopia nella Grecia Antica, Bari, Levante editori, 1991.
27 Como aquellas que tenían a Heracles glotón entre sus personajes, o bien se valían del
apaleo de esclavos, o bien de ancianas danzando bailes procaces.
28 Véanse también Nu. 537-38 y V. 56-63. En verdad Aristófanes no prescinde, según veremos
en nuestro desarrollo, del humor vulgar que critica en su competidores: ha presentado
personajes en harapos, también esclavos apaleados y se ha burlado de Heracles en alguna
comedia perdida
29 Un detallado análisis sobre este tema puede leerse en C. FERNÁNDEZ, Emociones cómicas:
el Tractatus coislinianus a la luz de la poética aristofánica, Circe, de clásicos y
modernos 10, 137-56, 2005.
30 En el exhaustivo estudio léxico realizado por A. SOMMERSTEIN sobre el campo
semántico de la risa y el reír en las comedias de Aristófanes, ‘Parler du rire chez
Aristophane’ in M.L. DESCLOS (ed.), Le rire des Grecs: anthropologie du rire en
Grèce ancienne, Grenoble, Millon, 65-75, 2000, el autor clasifi ca la risa provocada
por el poeta como un tipo próximo a “le rire de moquerie” (p. 73), pues somete
a la humillación a los personajes del drama. No advierte el autor, sin embargo, esta
asociación que planteamos de la risa con el humor más vulgar.
31 Pocas son las fuentes que nos permiten reconstruir lo que fue la comedia de
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