CÚPULA DA AMÉRICA LATINA E DO CARIBE SOBRE ... - Funag

INTERVENÇÕES (VERSÃO ORIGINAL)
acuerdo para tener una voz única, y para que el diseño de nuevos instrumentos
y la consolidación de instrumentos y mecanismos nos generen agilidad en la
toma de decisiones y en los resultados que estas decisiones conllevan. Pero
la integración también significa valorar lo hecho, valorar organizaciones como
la OEA, que nos han permitido tener un espacio de diálogo, muy difícil en
ocasiones, lo sabemos; pero siempre abierto y siempre dispuesto a buscar y
a encontrar soluciones a muchos de los problemas que tenemos. Siempre
abierto y siempre dispuesto a ayudarnos a encontrar consensos ya
fundamentales en temas como Derechos Humanos, como desarrollo, como
lucha contra la delincuencia organizada transnacional, como lucha contra el
terrorismo, entre otros.
Por eso, nuestra percepción frente a la urgencia de mejorar la integración
latinoamericana, caribeña, es la de siempre mirar hacia delante, sin espejo
retrovisor, sin excluir socios ni países de la comunidad internacional; es decir,
sin repetir errores del pasado, que todos cometimos producto de coyunturas
políticas o de ideologías que nos enfrentan o que nos enfrentaban, y que no
tienen por qué enfrentarnos. A puertas de una nueva administración en los
Estados Unidos, una nueva administración en cabeza de un norteamericano
de descendencia africana, algo que ninguno de los que estábamos aquí, o de
los que estamos aquí, pensábamos era posible hace apenas un año, tiene la
posibilidad de abrirnos las puertas a una nueva relación de Estados Unidos
con América Latina.
Aprovechemos ese nuevo momento, abramos las puertas para que ese
nuevo momento quizá nos consolide a que esa América incluyente, esa América
en la que todos quepamos, sea una realidad. Esa América en que las soluciones
conjuntas se conviertan en el propósito común, esa América de sumar y no
de restar, esa América donde nuestra divergencia, que se ha hecho posible en
los últimos años, de manera importante, de manera que quizás no pensábamos
fuera posible hace diez, quince años. E esa América donde la diferencia que
se tiene puede ser allanada a través del diálogo, de la cooperación y de
mecanismos de cooperación intrarregional, valiosos todos, con historia todos
y que ameritan todos fortalecerse, para que el espíritu que hoy vimos, o que
hemos visto en estos dos días, de cooperación, de diálogo franco y abierto,
se convierta en el nuevo sendero en el que la voz de América Latina sea una,
pero en el que la voz de América Latina sea una de inclusión, una de sumar,
una en la que todos, absolutamente todos los aquí presentes, podamos
aprovechar nuestras diferencias y encontrar caminos conjuntos hacia el
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