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CÚPULA DA AMÉRICA LATINA E DO CARIBE SOBRE INTEGRAÇÃO E DESENVOLVIMENTO - CALC
en la búsqueda de soluciones innovadoras y solidarias. Los diferentes
mecanismos de integración, en nuestra región, ofrecen un sólido punto de
partida.
Nuestros países dieron, en los últimos años, pasos importantes en dirección
al crecimiento sostenible y a la estabilidad económica. Esos avances están
amenazados por la irresponsabilidad de aventureros que lanzaron la economía
mundial en un precipicio, bajo la mirada complaciente del gobierno e
instituciones internacionales que históricamente buscaron tutelar nuestros
países. Es inadmisible que nuestras legítimas expectativas sean ahora
frustradas. En este momento de grave turbulencia internacional, estamos
adoptando medidas para reducir el impacto sobre la economía real y preservar
conquistas sociales, pero no podemos tener ilusiones, no saldremos de esta
crisis actuando de forma aislada. Debemos sumar fuerzas, para exigir mayor
transparencia y democratización de los mecanismos que regulan y disciplinan
el sistema financiero mundial. Tampoco podemos admitir que se levanten
barreras proteccionistas y contrarias a la integración económica. La crisis
sería una razón más para haber concluido la Rueda de DOHA en favor de los
países en desarrollo, pero no podemos esperar indefinidamente que los países
más ricos, justamente los más ricos, justamente los causadores, flexibilizen
sus condiciones. Inclusive sin desistir de un acuerdo multilateral global,
debemos profundizar los acuerdos regionales y las asociaciones con otros
países y bloques, sobre todo del sur.
Amigos y amigas, un orden económico internacional más justo y equitativo
sólo será posible si superamos los desafíos de la seguridad energética y del
calentamiento global. Estoy convencido de que nuestra región dispone de
poderosa respuesta en la diversificación de su matriz de energía. Además de
enormes reservas de hidrocarburos e hidroelectricidad, poseemos importantes
fuentes energéticas renovables, como son los biocombustibles. La experiencia
brasileña demuestra que está a nuestro alcance una alternativa que genera
empleos, renta e ingresos de exportación y además contribuye para reducir
la emisión de gases de efecto estufa, sin comprometer la seguridad alimentaria
de nuestros pueblos. Brasil ya desarrolla cooperación en América Latina y en
el Caribe, para difundir ese modelo de uso sostenible de energía. Estamos
listos para trabajar con otros socios interesados en estas fuentes renovables,
limpias y baratas.
Nuestra región también tiene todas las condiciones para liderar el debate
sobre la crisis alimentaria, sobre todo ahora, cuando los datos de la FAO
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