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h i s to r i a f í s i c a y p o l í t i c a d e c h i l e
i. Fi r o l a - Fi r o l a
Corpus elongatum, cylindricum, translucidum gelatinosum; caput fere distinctum, biten taculatum;
oculi bini sessiles; os proboscidale uncinis corneis munitum; dorsum nucleatum; pes
lamellosus, acetabuliferus in ventro conjunctus.
Fi r o l a Peron, Cuv., etc. Pr e r ot r a c h e a Brug., Lam., Blainv.
Cuerpo alargado, cilíndrico, fusiforme, transparente y como gelatinoso, de cabeza
poco distinta, superada de dos tentáculos cónicos, carnudos o simplemente
rudimentales y reemplazados por especies de espinas cartilaginosas; los ojos son
muy grandes, sésiles y están protegidos por una córnea transparente, formada por
la piel y situada en la base posterior de los tentáculos; la boca, que se halla al extremo
de una trompa protráctil, o revestida de labios espesos verticales o contráctiles,
en lo interior está armada de dos ringleras de largos ganchos córneos encorvados
y apretados de manera que forman un par de quijadas laterales pectineas. Hacia
la parte dorsal y un poco atrás existe un nucleus sésil encerrando el corazón y las
principales vísceras y sirviendo de soporte a las branquias las cuales están compuestas
de lóbulos simétricos pares y pectíneos. Debajo de la faz central se ve una
aleta pediforme muy comprimida, como bilobeada y algunas veces revestida de
una ventosa en el borde; la parte posterior del cuerpo se termina ya por una aleta
vertical comprimida y bilobeada, ya por apéndices filiformes. La abertura del ano
está situada cerca de las branquias. El órgano macho hace salida sobre el costado
derecho por delante del nucleus.
Las fírolas son muy singulares, moluscos notables por la gran transparencia de su
cuerpo y la poca consistencia de sus tegumentos; su forma alargada, prolongada
fre cuentemente por atrás en una suerte de cola comprimida y sobre todo su pie
lame loso, hacen de ellos animales esencialmente nadadores. Constantemente se
mantienen en alta mar, en donde se les ve nadar con bastante velocidad ayu dándose
ya de los órganos de que acabamos de hablar, ya ondeando la totalidad de
su cuerpo. Nadan además trastornados con los pies arriba y el nucleus abajo. Suma
mente voraces, tienen una boca armada de dientes largos y córneos que les
permite asir y devorar fácilmente su presa, habitan casi en todos los mares, pero en
mayor abundancia en las zonas templadas y en las cálidas. Aun no se conoce más
que un corto número de especies, lo cual depende verosimilmente de la dificultad
de observarlas; estas especies, mejor estudiadas en estos últimos tiempos por los
naturalistas viajeros, han demostrado que se contraían a muchos tipos o subgéneros,
así en unas, la cabeza está más o menos distinta y revestida de ojos sin tentáculos,
tales son las fírolas propiamente dichas; en otras, la cabeza no es distinta y no hay
en ella ni ojos ni tentáculos, tales son los Anops D’Orbigny. En fin, en los ceroforos
del mismo autor, existe una parte cefálica distinta con ojos y tentáculos.
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