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z o o l o G í a – m o l u s c o s - c i r r o B r a n q u i o s. v i. c a r d i á c e a s
vI. CARDIÁCEAS
Manto abierto por delante para el tránsito de un pie muy grande y fuertemente
codeado. Dos aberturas por atrás para el ano y el órgano branquial. Ningún tubo
y por consiguiente impresión paleal sencilla, no sinuosa. Concha cordífera, espesa,
regular, equivalva, de ganchos fuertemente encorvados. Charnela provista de
dientes cardinales y de dientes laterales variables. Ligamento externo.
Esta familia incluye los géneros bucardo y trígona.
i. Bu c a r d o - ca r d i u m
Testa aequivalvis, subcordata, inflata; natibus prominulis, valvis margine interno dentatis,
externo sepissime costatis. Cardo in utroque valva dentibus quatuor, duobus cardinalibus
aproximatis obliquis, mutua insertione sese cruciatim excipientibus duobus lateralibus remotis
insertis.
ca r d i u m Linneo, Bruguieres, Lamarck, etcétera.
Concha equivalva, subcordiforme, inflada, de ganchos protuberantes, de valvas
dentadas en su borde interno y la mayoría de las veces cubiertas exteriormente
de costas longitudinales. Charnela teniendo cuatro dientes en cada valva, de los
cuales, dos cardinales, aproximados y oblicuos, se articulan en cruz con sus correspondientes
y dos laterales apartados, entrantes.
El animal de los bucardos es sobre todo notable por su pie muy largo y fuertemente
codeado, o encorvado como una hoz. Esta disposición le permite ejecutar los
movimientos del alto. El manto libre y abierto en una gran extensión y provisto
posteriormente de dos aberturas cuyos bordes pestañados hacen una ligera salida y
constituyen rudimentos de tubos. La concha es sumamente variable en la numerosa
serie de las especies que constituyen este género; así la mayoría de las veces es
globulosa, cordiforme, los ganchos son medianos redondeados y los costados más o
menos iguales; en otras especies se ve uno de los lados disminuir de extensión y los
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