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z o o l o G í a – m o l u s c o s - P u l m o n a d o s. ii. P u l m o n a d o s a c u á t i c o s
las localidades en que se halla. Este autor la halló en Patagonia, en las riveras del
Río Negro; en Chile, en Santiago, en las cercanías de Lima y de Callao. Nuestros
individuos provienen de Coquimbo.
iv. chilina - chilina
Animal spirale. Tentacula dua, complanata, angulosa, in parte mediana oculi siti. Ostium
pulmon apendice tectum et branchiale in latere dextro apertum, in femin, sub. margine pallii,
in masc. Prope tentaculum dextrum. Testa ovata, subtenuis, solidiuscula, epiderme virescente
induta; spira exserta; apertura ampla, integra; columella callosa seu plicifera. Operculum
nullum.
chilina Gray, D’Orbigny, etc. do m B e ya D’Orb., Voy. Tab.
Animal espiral bastante ancho, gelatinoso, deprimido, provisto por delante de
una cabeza aplastada, llevando dos tentáculos deprimidos angulosos y ligeramente
contráctiles; ojos sésiles insertos en medio de la longitud; boca separada del pie por
una muesca profunda y acompañada de apéndices bucales anchos y transversos.
Pie bastante ancho. Orificio de la cavidad pulmonaria abierto en el costado derecho
y protegido por un apéndice muy ancho, saliente, aplastado, de forma variable,
prendido a la parte inferior del manto. Orificio hembra situado junto al borde
derecho del manto; órgano macho pudiendo salir por debajo del tentáculo derecho
del manto. Concha espiral, oval, delgada, cubierta de una epidermis espesa, verdosa;
espira poco elevada, puntiaguda, la última vuelta bastante grande y ventruda.
La abertura es arqueada, entera, sin sinus ni escotadura, la columela está provista
de una o de muchas callosidades en forma de pliegues. No hay opérculo alguno.
El género chilina ha sido establecido primero para especies que hasta entonces
habían sido confundidas por los autores, ya con los bulimos, ya con las aurículas,
ya en fin con las límneas; aún también las chilinas no habían sido distinguidas
más que como subgénero de estas últimas por M. Gray, primero y posteriormente
a él, por M. D’Orbigny; pero vamos a ver que, si las chilinas son muy vecinas de
las límneas, presentan, sin embargo, en la organización del animal y lo mismo en
la concha, diferencias importantes que autorizan a distinguirlas genéricamente. Si
comparamos en efecto estos dos géneros entre ellos, vemos que en las chilinas los
tentáculos son más anchos, muy cortos y angulosos; los ojos están situados en el
medio, en lugar de estarlo a la base de los tentáculos; los apéndices bucales son
poco anchos y en fin el apéndice branquial, del cual apenas se ve vestigio en la
límneas, es en el género que nos ocupa mucho más desarrollado. En cuanto a la
concha, la hallamos más espesada, siempre revestida de una epidermis verdosa,
la columela siempre está provista de pliegues o de dentellones espesos y más
o menos numerosos. Bajo todos los demás aspectos, las chilinas son bastante
semejantes a las límneas, pero tienen una particularidad de su organización sobre
la cual debemos insistir; esta particularidad consiste en el desarrollo extremo de
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