Biblioteca Fundamentos de la Construcción de Chile - Centro de ...

h i s to r i a f í s i c a y p o l í t i c a d e c h i l e
globulosa, equivalva, regular, anchamente abierta por cada lado, es decir, por
delante, para el paso del pie y por detrás, para el de los tubos; no tiene charnela ni
ligamento, ni piezas accesorias como las foladas, pero en lo interior de las valvas y
debajo de los ganchos, tiene un cucharón largo muy arqueado. Con respecto a su
fisiología, las bromas son sobre manera curiosas y en cierto modo célebres por sus
hábitos; en efecto, viven en lo interior de maderas sumergidas en el agua del mar,
ahuecándose en ellas galerías y destruyendo de este modo ya en las maderas de
las construcciones, ya las diferentes obras establecidas por la mano del hombre en
el mar. Hay países incesantemente amenazados de destrucción por estos terrible
enemigos que de día en día minan diques, destruyen estacadas de cimiento y hacen
de temer una inundación desastrosa; en otro tiempo, antes que se hubiese pensado
en tomar precauciones para resguardar los buques, no era raro el ver a estos irse a
pique por las vías de agua ocasionadas por las bromas. Los medios de que se valen
estos animales para perforar así la madera son todavía un objeto de duda y sólo se
pueden hacer suposiciones sobre este particular; la hipótesis la más acreditada es,
que emplean para eso la concha con toda la fuerza que tienen, sirviéndose de ella
como de una especie de taladra y en efecto, esta concha presenta, en la forma y
disposición de las estrías de su superficie, la apariencia de un instrumento propio a
perforar; pero algunos autores la han juzgado, no obstante, impropia para obtener
tales resultados, por su extrema fragilidad y por esta razón, han admitido de
preferencia que el animal tenía la propiedad de hacer secreciones de un ácido por
medio del cual destruía la madera; en el estado actual de la ciencia, es imposible el
decir cual de estas dos hipótesis debe de ser adoptada. De todos modos, es justamente
poco después que nace y está, en cierto modo, aún en estado de larva, cuando se
ve al pequeño molusco penetrar primero en un agujerito o poro de la madera para
ensancharlo a medida que él crece; el agujerito, horizontal al principio, se encorva
muy pronto de manera que se pone vertical y sigue las fibras de la madera, sin
desviar de esta dirección a no ser para evitar las partes más duras tales como nudos
o bien la vecindad de otros individuos. A medida que el animal ahueca su agujero,
lo reviste de una capa de materia calcárea que forma un tubo completo, el cual más
o menos irregular, es más delgado hacia el extremo anterior u oval; mientras que
el animal es susceptible de crecer está abierto a los dos extremos, pero tan pronto
como llega a tener su completo desarrollo cierra el extremo oval con una especie
de casquete convexo. Un animal tan temible como la broma ha debido de ser y
ha sido en efecto, un objeto de investigaciones dirigidas a precaver los estragos
que causa y para conseguirlo, por ejemplo, con respecto a embarcaciones, se han
aforrado las quillas con metal, medio que se emplea algunas veces en ciertas piezas
de madera que deben permanecer debajo del agua, cuando no son muchas, porque
si se trata de diques de mucha extensión y sobre todo de estacas de cimiento y de
madera de construcción, este medio no puede ser empleado. Durante mucho, se
ha preconizado el lavado de las maderas en una época del año, que se suponía
ser la del desove, con la persuasión de que los huevos de las bromas depositados
en ellas formaban a la superficie una capa pegajosa que sería fácil quitar; pero
desgraciadamente, parece estar demostrado en el día, por las investigaciones del
profesor Laurent, que las bromas son ovovivíparas; que los jóvenes son echados al
estado de larva y que por consiguiente, los huevos no permanecen a la superficie
de las maderas; en donde resulta, que el medio empleado, poco hace, debe de ser
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