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h i s to r i a f í s i c a y p o l í t i c a d e c h i l e
Animal de cuerpo espeso, oval, acortado, provisto inferiormente de un pie
dividido sobre la mitad de su longitud por una muesca transversal; profunda, que
forma de ella dos partes enteramente distintas; la anterior, más corta y truncada
por delante, se une lateralmente a dos pequeñas expansiones bucales, la posterior,
más larga, se alza por atrás en dos lamas espesas, verticales, separadas por un
surco profundo; la lama izquierda, más ancha, sirve para proteger las branquias;
estas branquias son libres, pedunculadas, formando un cono aplastado, dividido
en hojitas y prendido al costado izquierdo enteramente por atrás del cuerpo, en el
intervalo comprendido entre el pie y el manto. Éste es mucho más ancho que el
pie y lo sobrepasa por todos lados. La cabeza, apenas distinta del cuerpo, no lleva
tentáculos y sí solamente algunos pliegues; la boca está provista de una trompa
muy ancha y carnuda; los órganos de la generación tienen sus orificios al costado
izquierdo; el ano llega a abrirse enteramente a la parte posterior del cuerpo por
detrás y por encima de las branquias.
Este género singular, cuyo conocimiento es debido a M. D’Orbigny, según el cual
lo describimos, presenta, comparativamente a lo que se observa en todo el orden
de los tectibranquios, muchas anomalías importantes; así casi todos los órganos
que ordinariamente están situados sobre el costado derecho, han sido transpuestos
y ocupan el costado izquierdo; tales son, por ejemplo, las branquias, el ano y los
órganos genitales. Independientemente de esta transposición, se ve en las demás
partes del animal disposiciones por decirlo así anómalas y que parecen tomadas de
diferentes géneros del mismo orden; así por ejemplo, el pie dividido por el medio en
dos partes, recuerda enteramente lo que existe en los aceros, los lóbulos protectores
de las branquias son análogos a los que se observan en las afisias, con la diferencia,
sin embargo, que en este último género los lóbulos envuelven el manto, mientras
que en los posterobranquios las lamelas protectoras son independientes de éste, y
están situadas enteramente a la trasera de cuerpo, en donde una de ellas solamente
cubre exteriormente las branquias. En fin el manto mismo sobrepasa por todas
partes el pie, como en los pleurobranquios; pero además forman un todo con la
parte cefálica, la cual está apenas marcada por un ligero encogimiento; añadamos,
por último rasgo distintivo del género que nos ocupa, que carece de concha, ya
sea externa, ya interna, como sucede en la mayor parte de tectibranquios. Con
respecto a los hábitos y costumbres, los póstero-branquios no parecen diferir de
los animales de todo el orden; como las afisias y los géneros vecinos, se arrastran
en los fondos cenagosos o peñascosos y se mantienen siempre en las costas. Aún
no se conoce más que una sola especie de posterobranquio, la cual es propia de
las costas de Chile.
1. Posterobranchea maculata
P. corpore crasso, subrotundo, pede oblongo, bi-partito, nigrescenti, lobis posterioribus elevatis
viridi-nigrescentibus, lutescente maculatis, pallio dilatato, viridi nigrescente, lutescente maculato.
P. m a c u l a ta D’Orb., Voy, Amér., merid., lám. 17, figs. 6-9.
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