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z o o l o G í a – m o l u s c o s - P e c t i n i B r a n q u i o s. ii. B u c c i n o i d e s
gris cenizo fulvio y algunas veces amarillento; la abertura es vivamente coloreada
de un bruno castaño en lo interior.
Esta especie es sumamente curiosa en cuanto sirve con algunas otras a devolver
al género huso un cierto número d especies que habían sido colocadas entre los
Roqueros. En efecto, muestra que las costas longitudinales de que está provista
en sus primeros años y que desaparecen en las últimas roscas, no pueden ser
asimiladas a las varices de los murices y que las costas se ponen más alzadas y
parecen más persistentes en algunas especies, como en el Fusus megellanicus, no,
constituyen varices en la verdadera acepción de la palabra, tanto más que aún en
esta última especie se les ve desaparecer algunas más o menos completamente.
Estas razones nos han determinado a comprender estas diferentes especies en el
género huso; si este modo de ver no es aún admitido por todos los conquiliólogos,
tenemos a lo menos la dicha de apoyarnos en la autoridad de los señores Deshayes
y Kiener que han zanjado esta cuestión en el mismo sentido. Habita las Malvinas
y el estrecho de Magallanes.
9. Fusus geversianus
F. testa ovato-subfusiformi, ventricosa, multifariam subvaricosa, alba, lamellis tenuiribus
elevatis, fornicatis, interstitiis transverse sulcatis; anfractibus superne angulatis, supra planis,
cauda umbilicata, ascendente; apertura ampla; labro simplici, dilatato.
F. G e v e r s i a n u s Deshayes, nouv. édit. Lamk. Bu G G i n u m G e v e r s i a n u m Pallas, Spic.
zool., t. iii, fig. 1. mu r e X m a G e l l a n i c u s Lam., Encycl., p. 419, fig. 19.
Concha turbinada, oval, subfusiforme, ventruda, de espira alta, cónica y acuminada;
las roscas son muy convexas y están cargadas de costas o lamelas longitudinales
paralelas al eje; éstas lamelas, delgadas, elevadas y distintas, llevan en
sus intervalos costas transversas bien marcadas y canuladas que se continúan más
o menos sobre las lamelas mismas. La última rosca, muy grande y muy ventruda,
lleva lamelas en toda su extensión; su parte superior está revestida de un ángulo
decurrente que existe en las roscas precedentes, pero menos desarrollado y sobre
el cual las lamelas longitudinales llegan a terminar y hacer salida. La abertura es
grande, oval, redondeada y se termina inferiormente por un canal mediano y algo
encorvado; la columela es lisa y arqueada, provista inferiormente de una hendijita
umbilical; el borde derecho es lameloso, reflejo por afuera; su parte interna está
adornada de una serie de pequeños dentellones.
Esta especie es aún hoy día colocada alternativamente por los diferentes autores
ya entre los murices ya entre los husos. Es cierto que las lamelas que superan
las roscas de espira podrían, hasta cierto punto, ser consideradas como varices
y le dan enteramente el aspecto de un murice. Pero falta mucho para que estas
lamelas tengan un grado de desarrollo suficiente para conservar esta apariencia,
por que frecuentemente se encuentran individuos en los cuales estas lamelas se
atenúan más o menos y acaban por desaparecer casi completamente. Además ya
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