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z o o l o G í a – z o o F i t o s – e q u i n o d e r m o s. e ste lé r i d o s. i. a s t e r í d e a s
I. ASTERíDEAS
Cuerpo discoide, deprimido, esteliforme, dividido en lóbulos o radios más o menos
profundos. Faz superior o dorsal rugosa, y revestida hacia el centro de una
placa madrepórica. Faz inferior abierta en el disco y sobre toda la extensión de los
radios; en el centro se hallan la boca y el ano, cuando existen.
L os radios de estos animales constituyen una gotera profunda, orillada de espinas
y provistas de agujeros para el paso de los tentáculos, los cuales, dispuestos por
series longitudinales, sirven a la locomoción del animal, y están en relación con un
sistema vascular muy complexo; obran en virtud de su contractilidad como otros
tantos corazones venosos, para hacer regresar la sangre por canales que van a parar
a un vaso central el cual desde casa radio llega a un círculo vascular, que co munica
con otro, después, en fin, como otro situado inmediatamente alrededor de la boca.
El estómago que se sigue a la boca, es muy corto y se prolonga en co ra zones
numerosos que se extiende hasta los brazos. Según el señor Sars, estos animales,
en el momento de su nacimiento, son simétricos y binarios, y en tonces tienen
cuatro apéndices o brazos terminados en maza, con ayuda de la cual se mueven
lentamente, es cierto, pero uniformemente y en línea recta; hacia el duodécimo día
más o menos, se constituyen los cinco radios del cuerpo, luego después las ringleras
de pies o de tentáculos se desenvuelven sobre los radios y sirven en adelante a
su locomoción. Las asterídeas, aunque variables en su forma exterior, pueden
no obstante ser reducidas a una suerte de estrella; solamente, las proporciones
entre el disco y los brazos, y el número de estos, varían extremadamente; así hay
especies cuyo disco, muy considerable, y los brazos casi nulos, recuerdan hasta
cierto punto la facies de un erizo. Hay otras al contrario en los cuales las divisiones
de los brazos son muy profundas, y el disco casi nulo; independientemente de estas
diferencias, que han servido a establecer ciertos géneros entre las asterídeas, se debe
principalmente tomar en cuenta la presencia o la ausencia de un ano, el número de
series de chupadores tentáculiformes, y en fin las diferentes ornamentaciones que
orillan la gotera o las partes externas de los brazos, ya sean estas ornamentaciones
de espinas, paletas, tubérculos o placas de formas muy variadas. Casi todas las
especies corresponden al género asteria de muchos autores, particularmente de
Lamarck y Cuvier.
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