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h i s to r i a f í s i c a y p o l í t i c a d e c h i l e
Concha subcilíndrica, enroscada, lisa, de espira corta cuyas suturas son canaliculadas.
Abertura longitudinal, escotada en su base. Columela estriada y aún
también plegada oblicuamente. El animal de los olivos es notable por su cabeza
pequeña, constituida casi enteramente por dos tentáculos reunidos en su base; esta
base, muy espesa y cilindrácea, está como truncada hacia el medio del tentáculo;
junto a esta truncatura están situados los ojos; después lo restante del tentáculo es
delgado, alargado y puntiagudo; el pie es muy estrecho, largado y lingüiforme, se
alza por cada lado y llega a abrazar la concha en parte; por delante, se prolonga en
una suerte de lóbulos triangular hendido en el medio y limitado en la base por un
surco bastante profundo; por atrás, se termina la mayoría de las veces en un lóbulo
puntiagudo, pero algunas veces, en cierta especie, está provisto de un opérculo
córneo, sumamente pequeño y en estado rudimental. El manto, muy desarrollado,
está comprendido entre el pie y la concha que envuelve inmediatamente y forma
por delante una suerte de tubo cilíndrico destinado a llevar el agua a la cavidad
branquial.
Los olivos son unos moluscos muy carniceros que se mantienen más particularmente
en fondos arenosos, en donde hace guerra ardorosa a los otros moluscos que viven
hundidos en la arena. Su concha, constantemente envuelta en los lóbulos del manto,
es siempre lisa, tersa y está adornada de vivos colores; éstos, por la misma razón,
son muy visibles y cambian con frecuencia, porque el animal llega sucesivamente
a deponer nuevas capas de coloración diferentes, secretadas por los lóbulos de
su manto; esta particularidad hace el estudio del género olivo muy difícil y se
ven con frecuencia individuos de una misma especie ofrecer coloraciones muy
diferentes y pasar de blanco a negro. Las especies son bastante numerosas y la
mayor parte provienen de mares de países cálidos; sólo se encuentran algunas en
regiones templadas.
1. Oliva peruviana
O. testa ovata, subventricosa, albida seu rosea, lineis longitudinalibus, undatis, fusco-rubris
ornata, quomodo punceis fuscis; spira brevi, mucronata; ore albo.
O. P e r u v i a n a Lam., An. inv. et Encycl., lám. 367; Wood., Test. suppl., lám. 4. O. s e n e-
G a l e n s i s Lam., An. inv. et Encycl., lám. 364.
Concha espesa, oval, un poco ventruda, la espira es poco alta, cónica, algo
obtusa, mucronada en el vértice; las primeras roscas son estrechas y aplanadas, la
sutura es profunda y canaliculada, la última es hinchada y oscuramente angulosa
en su parte superior. La abertura es mediocre, más ancha en la base en donde está
profundamente escotada; la columela es un poco flexuosa y está cubierta en la
mitad inferior por un depósito calloso y plegado oblicuamente. La coloración de
esta concha es sumamente variable y consiste lo más ordinariamente en un fondo
blanquecino o fulvio algunas veces rosado, sobre el cual resaltan las grandes líneas
ondeadas de un bruno encardinado, más o menos numerosas y aproximadas; otras
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