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h i s to r i a f í s i c a y p o l í t i c a d e c h i l e
El género hélice muy numeroso en especies, cuya forma general y el conjunto
de caracteres es bastante variable, es uno de aquellos sobre los cuales los autores
están menos de acuerdo para señalar y fijar sus límites; los unos, como Lamarck
habiéndolo circunscrito demasiado, los otros, al contrario, habiendo extendido sus
límites de manera que hacen entrar en ellos un número bastante crecido de géneros
establecidos por este autor y por otros. Es cierto que todos estos géneros tienen
entre sí la mayor analogía, que los animales no presentan diferencia alguna esencial
en su organización y que forman una familia muy natural; pero no por eso deja
de ser verdad que las conchas por sí solas pueden dar lugar al establecimiento de
divisiones de un valor secundario, que servirán para que se obre con discernimiento
en medio de un número considerable de especies, cuyas formas son infinitamente
variadas. A consecuencia de estas consideraciones, sin dejar de desechar completamente
ciertos géneros de éstos, tales como los caracoles, los anostomos, los pór tulos,
conservamos a título de subgénero, los bulimos, las agatinas, las helícte ras, los
mallotes, etc., creemos que se deben admitir completamente los géneros clausilio,
polifemo, cilindrella, etc., los cuales ofrecen caracteres fáciles de com pren der y de
una certeza suficiente, bien que no apoyándose más que sobre las conchas. Todos
son terrestres y habitan en todos los países y bajo todas las latitudes; puede decirse
que en general, estos animales prefieren los sitios húmedos, bien que haya especies
que viven en sitios muy secos y expuestos al ardor de los rayos del Sol. Estos
animales en general parecen temer el frío y por eso se ven durante el invierno
retirarse a agujeros que hacen la mayoría de las veces ellos mismos en tierra y allí
caer en una suerte de entorpecimiento letárgico del cual no salen hasta el buen
tiempo; antes de estar en este estado de entorpecimiento, estos animales cierran
la abertura de su concha por medio de una membrana delgada, mucoso-cretácea,
constituyendo una suerte de falso opérculo, al cual dan el nombre de epifragma;
este epifragma es caduco y no adherente al animal; en ciertas especies africanas
pertenecientes a la división de las agatinas, toma una consistencia completamente
cretácea y presenta la particularidad de estar horadado de una hendija longitudinal
que verosímilmente permite al animal de permanecer en comunicación con el aire
exterior, de lo cual resultaría que la hibernación en estos animales no es completa y
que las funciones de la respiración no deben de estar completamente suspendidas,
a lo menos por toda la duración de este estado fisiológico.
1. Helix dissimilis
H. testa orbiculata, depressa, tenui, umbilicata, striata, fusco- pallida, maculis rubris ornata,
spira plana, anfractibus quinque, convexis, apertura rotundata, sublunulari, labro tenui
acuto.
H. dissimilis D’Orb., Moll. Voy. Amér. merid., lám. 26, figs. 18-21.
Concha orbicular, deprimida, discoide, delgada, estriada transversalmente
por encima y presentando además pequeñas estrías longitudinales poco visibles;
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