08.05.2013 Views

Benito Perez Galdos - Fortunata y Jacinta - v1.0

Benito Perez Galdos - Fortunata y Jacinta - v1.0

Benito Perez Galdos - Fortunata y Jacinta - v1.0

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

- ¡Toma!… ¿Y tú no me dijiste que irías<br />

también y que querías ser paleta?<br />

- Sí; pero fue porque me pensé que era<br />

conversación. ¡Encerrarme yo en un pueblo!<br />

¡Qué talento tienes!<br />

De tal modo se demudó el rostro del joven,<br />

que <strong>Fortunata</strong>, que ya empezaba a decir algunas<br />

bromas sobre aquel asunto, se recogió<br />

en sí. Maxi no dijo una palabra, y de pronto<br />

salió disparado de la casa, cerró con estruendo<br />

la puerta y bajó la escalera de cuatro<br />

en cuatro peldaños. Asustose <strong>Fortunata</strong>,<br />

y asomándose al balcón, viole recorrer apresuradamente<br />

la calle de Sagunto y después<br />

tomar por la de Santa Engracia, hacia abajo.<br />

Ella salió después, tomando por la misma<br />

calle, pero hacía arriba, en dirección de Cuatro<br />

Caminos. [420]<br />

Las seis de la tarde serían cuando Rubín<br />

volvió a su casa. Estaba lívido, y de lívido<br />

pasó a verde, cuanto Patricia le dijo que la<br />

señorita había salido a compras. Dejándose<br />

llevar de su insensato recelo, interrogó a la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!