08.05.2013 Views

Benito Perez Galdos - Fortunata y Jacinta - v1.0

Benito Perez Galdos - Fortunata y Jacinta - v1.0

Benito Perez Galdos - Fortunata y Jacinta - v1.0

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Severiana… Ahora no me puedo entretener<br />

contigo. Luego hablaremos". [362]<br />

Avanzaron en busca de la guarida de Izquierdo,<br />

siempre rodeadas de vecinas. Adoración<br />

iba detrás, cogida a la falda de <strong>Jacinta</strong>,<br />

como los pajes que llevan la cola de los<br />

reyes, y delante abriendo calle, como un batidor,<br />

la zancuda, que aquel día parecía tener<br />

las canillas más desarrolladas y las greñas<br />

más sueltas. <strong>Jacinta</strong> le había llevado unas<br />

botas, y estaba la chica muy incomodada<br />

porque su madre no se las dejaba poner hasta<br />

el domingo.<br />

Vieron entornada la puerta del 17, y Guillermina<br />

la empujó. Grande fue su sorpresa<br />

al encarar, no con el señor Platón a quien<br />

esperaba encontrar allí, sino con una mujerona<br />

muy altona y muy feona, vestida de<br />

colorines, el talle muy bajo, la cara como<br />

teñida de ferruje, el pelo engrasado y de un<br />

negro que azuleaba. Echose a reír aquel vestiglo,<br />

enseñando unos dientes cuya blancura<br />

con la nieve se podría comparar, y dijo a las

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!