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La imagen de la virtud doméstica en la obra de Van Gogh
1. Mujer pelando patatas (1881) Otterlo,
Rijksmuseum Kröller-Müller.
preparado para poder asumir esa nueva evidencia. En la imaginación de estos jóvenes,
la mujer que no se ajuste al modelo del ser asexuado y dócil que la primera
mitad del siglo había elevado a los altares del hogar burgués, se convertirá en una
criatura primitiva, esclava de sus instintos, un ser de naturaleza perversa que, incapaz
de someterse a las normas del mundo civilizado y del progreso, pretende arrastrar
al hombre por el camino de la degeneración y de los instintos.
Tanto Darwin como Schopenhauer, dos personajes que tendrán una influencia
poderosa en el pensamiento de finales de siglo, expusieron sin reparos la idea
de que la mujer, en el proceso evolutivo de la especie humana, se mantenía en un
estado equivalente al de la infancia.
No menos populares fueron los planteamientos del pionero de la frenología,
el doctor Franz Joseph Gall (1758-1828), cuya teoría, según la cual, del estudio del
cráneo se podía deducir científicamente la superioridad intelectual del hombre, fue
criticada con argumentaciones de peso por Concepción Arenal (1820-1860) en La
Mujer del porvenir. 1
La ciencia y la filosofía se unían para ofrecer argumentos al primer fanático
que quisiera desarrollar su propia teoría pseudocientífica sobre la naturaleza degenerativa
de la mujer, y justificar así la necesidad de someterla por su bien y por el de
toda la humanidad
1 SCALON, G.: La polémica feminista en la España contemporánea (1868-1974). Madrid, 1986, pág. 164.
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