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15. Mujer sentada junto a una cuna
(París, 1887). Amsterdam, Rijksmuseum
Vincent van Gogh,(Foundation Vincent
van Gogh).
“Ese “Nunca, no, nunca” me enseñó al menos ciertas cosas que todavía ignoraba:
1º, me hizo comprender la inmensidad de mi ignorancia; 2º, me demostró
la existencia de un mundo de mujeres [...]“ (carta 156).
Ese mundo de mujeres que con tanta ansia desea incorporar a su vida, puesto
que para él representa el refugio del hogar, queda plasmada en toda la serie de
dibujos de mujeres realizando tareas domésticas en un ambiente de recogimiento.
El nuevo revés amoroso y el rechazo que su comportamiento provocó en su
entorno familiar derivó en un nuevo periodo de repliegue sobre si mismo, aunque
esta vez no será precisamente en la religión donde busque refugio.
Como afirman Douglas W. Druick y Peter Kort Zegers: “Vincent interpretó
este repudio como la prueba definitiva de que la religión practicada por su padre y
su tío era esencialmente superficial y estaba dominada por rígidas convenciones
farisaicas, en lugar de por la compasión sincera y por aquel amor por la humanidad
que el encontraba en las obras de (Victor) Hugo y Michelet” 26 .
Van Gogh asumirá las ideas de Michelet como una alternativa a las Sagradas
Escrituras, sobre todo después de este segundo gran fracaso sentimental y del
26 DRUICK, D. W.; KORT ZEGERS, P. , Op. Cit., pág. 30
Covadonga López de Prado Mistral