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artículos La imagen de la virtud doméstica en la obra de Van Gogh
En otra carta a van Rappard se refiere a su condición social como el componente
que precisa para su obra:
“Yo encuentro en ella justo lo que busco: su vida ha sido miserable y triste y
la adversidad ha dejado en ella marcas, ahora yo puedo hacer algo con ella”
(Carta 8).
Afirmación esta que adquiere su verdadera dimensión, una dimensión de
intereses artísticos o creativos mas que sentimentales cuando leemos el siguiente
comentario:
“Siento que mi obra se arraiga en el corazón del pueblo y que debo perderme
en las clases más humildes para captar la vida en lo vivo y hacer progresos,
aun al precio de muchas preocupaciones y esfuerzos” (carta a Theo del
11 de mayo de 1882 - carta 197).
A la vez, Sien supone la última oportunidad para realizar el ansiado proyecto
de formar un hogar, tal como se deduce de estas palabras en las que también se
vislumbran sus intereses artísticos:
“Yo quiero ir a través de las alegrías y las penas de la vida en familia para
pintarla desde mi propia experiencia” (carta a Theo, mayo, 1882).
Está claro que para Van Gogh la vida y el arte transcurren por el mismo camino
y las motivaciones sentimentales parecen estar al servicio de su realización como
artista.
“Creo que cuando más se ama, más actividad se despliega, puesto que siempre
me negaré a considerar como amor, un amor que sólo fuese sentimiento...
“(carta a van Rappard entre marzo y mayo de 1883 31 ).
Aunque tampoco podemos minimizar lo que la vida doméstica significaba
para él. Este sentimiento parece intensificarse en el momento en que nace el niño,
que según sus palabras es como un rayo de sol en su vida. La cuna representa para
él toda la ternura y el calor del hogar y le inspira los dibujos más entrañables, ajenos
a la tristeza que emana de los demás, como un apunte del niño en la cuna al lado
31 Las referencias a las cartas dirigidas a Van Rappard están tomadas de: Vincent Van Gogh, Cartas a Van
Rappard. Traducción del francés de Gabriel Ormaechea. Barcelona: Parsifal Ediciones, 1992.
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