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figura clave de la dinámica del grupo, en la madre, en el elemento esencial de la
familia. 40
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LA BERCEUSE (ARLÉS, 1888-1889).
Covadonga López de Prado Mistral
Una vez agotado el filón que le proporcionaba el mundo rural como fuente de
inspiración para configurar un arte propio y como forma de vida, la virtud doméstica
sigue estando presente en su iconografía desde su breve estancia en París hasta el
final de sus días. Pero ahora la encontramos encarnada en el prototipo de mujer burguesa:
mujeres tocando el piano, leyendo o velando el sueño de su hijo, como en
Mujer sentada junto a una cuna (París, 1887) [15]. Una imagen está ultima que podríamos
considerar como un precedente de La Berceuse (Arlés, 1888-1889), visión sintética
y renovadora con la que culmina su proyecto artístico y que parece recoger sus
más intimas aspiraciones.
“A la larga el hombre no puede vivir en alta mar: necesita una cabaña en el litoral,
un fuego en el hogar, una mujer e hijos en torno a ese hogar”. (Carta a Van
Rappard, 23 de noviembre de 1881). 41
La idea de la mujer como madre que para él representa el refugio del varón,
queda sintetizada en ese icono que resume su idea de la virtud doméstica. Lo que
separa aquellos dibujos realizados en Etten influido por las imágenes codificadas de la
pintura tradicional de genero holandesa, con sencillas y modestas mujeres sentadas al
lado de la ventana realizando las tareas del hogar, hasta los cinco lienzos de La
Berceuse concebidos como un emblema, un icono moderno, pasando por los dibujos
de Sien y su hija, solo hay una cuestión de madurez artística y son el resultado de una
atormentada búsqueda en la que arte y vida se funden.
La palabra francesa “berceuse” significa en primera instancia “mujer que duerme
a los niños” y de esta se deriva la segunda acepción como “nana” o “canción de
cuna”. Un significado que entraña un profundo sentimiento para Van Gogh tal como
pudimos comprobar a través de los dibujos que realiza durante su etapa de convivencia
con Sien.
En la carta a Theo del 28 de enero de 1889 en la que le habla de esta tela
donde retrata a Augustine Roulin 42 recurre de nuevo a la imagen del hombre en alta
40 POLLOCK, G.: “Van Gogh an the poor slaves: images of rural labour as modern art”, Art History, Vol. II,
nº 3 (1988), pág. 419.
41 En el hospital de Saint-Rémy en 1889 pinta un óleo en el que vemos como este anhelo se mantiene entonces
más vivo que nunca. Se trata de una versión que realiza de la obra de Virginie Demont-Breton, El padre
está en alta mar, en la que representa una mujer con su hijo en el regazo que espera adormecida al lado del
fuego del hogar el regreso del marido que está en alta mar. También en Saint-Rémy realiza Anochecer y
Primeros pasos según Millet en las que insiste sobre esas visiones hogareñas del grupo familiar.