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A pesar de encontrarse en un ambiente rural, estas mujeres campesinas son
representadas desarrollando labores dentro del hogar, siempre en actitudes recogidas,
en silencio y centradas en su faena. Cualidades que definen a la perfecta esposa
desde la época dorada de los moralistas holandeses del siglo XVII.
Contemporáneamente dibuja hombres jóvenes o de mediana edad sembrando,
plantando o crivando y ancianos en el interior de la casa leyendo la Biblia o atizando
el fuego.
Puesto que las mujeres de más edad se dedicaban a las tareas caseras que
requerían menos esfuerzo: como coser, preparar la comida, etc podíamos pensar
que no hay una selección intencionada por parte del artista, sino que responde a una
realidad. Sin embargo, cuando, en menos ocasiones, dibuja mujeres jóvenes, la
situación es la misma: Mujer cerca de la cuna y niña sentada en el suelo o Mujer
joven cosiendo [3] y Mujer haciendo mantequilla.
Este repertorio doméstico incluye también a las niñas, en las que nos encontramos
esa misma actitud humilde y aplicada: Niña arrodillada delante de un cubo [4]
y Niña arrodillada, como la personificación de la promesa de la virtud doméstica.
Dibujadas ambas en el mes de noviembre, todavía en una carta que escribe
a Theo inmediatamente antes de Navidad le comenta:
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Covadonga López de Prado Mistral
“En los días pasados he estado también dibujando niñas y he encontrado que
me resulta muy grato” (carta 165).
De esta manera, vemos como Van Gogh recorre las tres fases de la vida de
la mujer, tal y como era abordada por Jacob Cats en su famoso tratado Houwelyck
(Matrimonio), ilustrado con emblemas sobre la vida en familia que incidían en las virtudes,
labores y obligaciones de la hija, novia, esposa, madre y viuda, para definir
un ideal femenino acorde con los principios morales burgueses que quedaría reflejado
también en la pintura y grabados de la época. En él, Jacob Cats exhorta a la
mujer a ser casta, diligente, silenciosa, obediente y a permanecer en el hogar desarrollando
sus tareas domésticas para convertirse en una buena esposa.
Como ya dijimos más arriba, éste fue uno de los tratados más populares en
la época dorada de la Republica Holandesa, cuyas ilustraciones de carácter emblemático
sirvieron de fuente iconográfica a numerosos artistas cuya pintura de género
hacia gala de un “realismo solo aparente porque no se limitaban a transcribir la
vida cotidiana sino que transmiten ideales y asociaciones” 20 .
Debido al extremadamente limitado número de temas y a la repetición de formulaciones
especificas, al realismo de Van Gogh podemos aplicarle también ese
20 FRANITS, W. E.: Op. Cit., pág. 6