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vos que repite constantemente como Mujer pelando patatas [1], Mujer cosiendo [2] o
Mujer al lado de una ventana. Esta insistencia en un repertorio tan restringido, que
también apreciamos en las labores del campo, se debe en buena parte a una cuestión
de aprendizaje, pues en estos momentos la máxima aspiración de Van Gogh es
la de ser ilustrador de revistas y su pretensión, según Evert Uiter, es contar con un
stock de figuras en distintas actitudes que luego podría introducir en composiciones
más grandes 11 . Por esta razón generaliza en la captación de los tipos que carecen
de individualidad, donde la dimensión psíquica está minimizada, al contrario que en
los estudios de cabezas de las campesinas y campesinos de Nuenen.
No estamos ante un conjunto de obras más o menos elaboradas, sino de ejercicios
de figuras e interiores que, como ha observado Jan Hulskerde, fueron realizados
de forma rápida por lo que presentan una calidad inferior a otras del mismo periodo.
Así, mientras se aprecian evidentes irregularidades en la consecución de las proporciones
de las figuras y de la perspectiva, a pesar del esfuerzo por alcanzar una
relación armónica entre la figura y su entorno, parece que hay un empeño especial
por trabajar la luz, que prácticamente en todos los casos define el perfil de las figuras
y su entorno 12 . Pero además, este tratamiento lumínico les confiere a estas mujeres
un áurea especial.
Estas imágenes femeninas, humildes, modestas y de una “rectitud intachable”,
que podríamos considerar como codificadas, y donde la incidencia de la luz es
un factor plástico y conceptual importante, tienen mucho en común con la pintura de
género holandesa del 600, en donde nos encontramos una y otra vez con el mismo
asunto: mujeres en interiores hogareños, absortas en sus tareas domésticas, cuya
virtud más evidente es la modestia. La pose, la expresión, el atuendo y una estudiada
iluminación se combinan para ofrecer una convincente construcción del ideal de
feminidad y domesticidad. Son símbolos de la “virtud doméstica” de la tradición pictórica
holandesa, reflejo de la mentalidad puritana de la clase media-alta 13 .
Por imágenes de “virtud doméstica” entiende Wayne E. Fraints, obras de arte
que representan a la mujer en una relativa variedad de situaciones, muchas de las
cuales la sitúan dentro del hogar y en relación con las obligaciones familiares. Su
encanto y modestia ofrecen una visión del papel nuclear que la vida doméstica ocupa
en la sociedad burguesa y son, por lo tanto, producto de un sistema de valores acerca
de la mujer en una sociedad patriarcal 14 .
11 UITERT, E.: “Vincent Van Gogh, painter of peasants”, Van Gogh in Brabant.´S Hertogenbosch
(Noordbrabants Museum), 1987-88, pág.29.
12 HULSKER, J.: The New complete Van Gogh: paintings, drawings, sketches. Amsterdam: J.M. Meulenhoff,
1996, pág. 24
13 Sobre el tema de la virtud doméstica en la pintura holandesa del 600. Vid. FRANITS, W. E., Op. Cit.
14 FRANITS, W. E.: Op. Cit, pág. 1.
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Covadonga López de Prado Mistral