Descargar PDF - Fondo Editorial del Caribe / Anzoátegui
Descargar PDF - Fondo Editorial del Caribe / Anzoátegui
Descargar PDF - Fondo Editorial del Caribe / Anzoátegui
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Cura, San Francisco de Yare y San Mateo, que pertenecían, por derecho de<br />
primogenitura, a las tres familias más poderosas de la región: los Bolívar, los<br />
Tovar y los Toro. Años antes ellos habían comprado al rey el derecho de gobernar<br />
esas tierras, y ahora sucedía tamaña arbitrariedad. Era inconcebible.<br />
Su relato de cómo el intendente despidió a los tres desafortunados alcaldes,<br />
que cometieron el error de sugerir un arreglo más generoso con sus familias<br />
y que fueron lo bastante audaces como para protestar por la dureza de la acción,<br />
no omitió ningún detalle. Toda la política de Anexión y Traslado de Derechos<br />
—el intendente tomó los pueblos por no tener herederos directos, desafiando<br />
una tradición secular que permitía que un hombre sin hijos adoptara un heredero<br />
entre sus parientes— era, según declaró mi padre, nada más que una<br />
denominación hipócrita para un acto sucio e indefendible: un robo descarado<br />
y la defraudación de viudas y huérfanos. Los gobernantes en cuestión —Juan<br />
Vicente señalaba que San Luis de Cura, San Francisco de Yare y San Mateo<br />
eran tan sólo tres de los pueblos que sufrían esta política inicua— habían sido<br />
leales a la Corona, pero su lealtad no había logrado evitar que el intendente<br />
privara a sus viudas y a sus hijas de sus derechos hereditarios. En el caso de<br />
la soberanía de San Luis de Cura, absorbida por el Traslado de Derechos a la<br />
muerte de Martín de Bolívar y Ponte, primogénito <strong>del</strong> teniente coronel Juan<br />
de Bolívar y Martínez y Petronila de Ponte y Marín, mis abuelos paternos,<br />
había una hija, pero no un hijo varón. Con admirable coraje, el doctor Juan<br />
Félix Jeres de Aristeguieta y Bolívar apoyó la causa de su prima, aduciendo<br />
que, por los términos <strong>del</strong> Tratado <strong>del</strong> Pueblo de San Luis de Cura con la Corona<br />
Española, la sucesión había sido prometida a los «herederos» en general<br />
y no específicamente a los de sexo masculino. Pero sus pedidos fueron ignorados.<br />
Sorpresivamente un batallón de infantería tomó la casa <strong>del</strong> ayuntamiento<br />
de San Luis de Cura y puso el sello <strong>del</strong> rey Carlos III en todas las joyas y<br />
objetos de valor, desarmó a las milicias <strong>del</strong> fallecido alcalde y enajenó sus<br />
tierras. Lo que siguió fue peor aún, narraba Juan Vicente, porque amenazaba<br />
las vidas y la subsistencia de muchas personas. En toda la jurisdicción <strong>del</strong><br />
pueblo, el ocupante de cada pedazo de tierra que había pertenecido a don<br />
Martín de Bolívar y Ponte fue expulsado y obligado a presentarse ante el intendente<br />
español para establecer un título, y todos los que dependían <strong>del</strong><br />
erario público cayeron en el pánico ante la perspectiva de quedarse sin empleo.<br />
En el término de una semana, San Luis de Cura, que había sido el área más<br />
satisfecha dentro <strong>del</strong> territorio de la provincia, se transformó en un hervidero<br />
de descontento. Sus habitantes estaban complacidos con la casa gobernante,<br />
y se enfurecieron por su supresión. Las milicias mismas se negaron a recibir<br />
sus pensiones. En Yare gobernaba don Martín de Tovar, un primo lejano <strong>del</strong><br />
13