Jenkins, Henry. Convergence Culture - Get a Free Blog
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CONCLUSIÓN 255<br />
varios sitios de la cultura participativa, para penetrar luego en los medios dominantes<br />
si las industrias mediáticas ven el modo de sacarles partido. EI poder de<br />
los medios populares reside en su capacidad de diversificar; el poder de los medios<br />
masivos reside en su capacidad de amplificar. Por eso deberíamos ocuparnos<br />
dei f!ujo entre ambos: la expansión dei potencial de participación representa<br />
la mayor oportunidad para la diversidad cultural. Desaprovechemos el poder<br />
de los medios masivos y no nos quedará sino fragmentación cultural. La capacidad<br />
de participación no proviene de destruir la cultura comercial, sino de escribir<br />
sobre ella, modificaria, corregirla, expandiria, conferirle una mayor<br />
diversidad de perspectivas, y luego volver a ponerla en circulación, reintroduciéndola<br />
en los medios dominantes.<br />
Interpretada de esta guisa, la participación se convierte en un importante<br />
derecho político. En el contexto estadounidense, cabe argüir que la libertad de<br />
expresión, de prensa, de creencia y de reunión protegidas por la Primera Enmienda<br />
representan un derecho más abstracto a la participación en una cultura<br />
democrática. Después de todo, la Primera Enmienda surgió en el contexto de<br />
una próspera cultura popular, donde se suponia que las canciones e historias se<br />
repetiríanmuchas veces con diferentes propósitos. Sus documentos fundacionales<br />
fueron escritos por hombres que se apropiaron de los nombres de los oradores<br />
clásicos o los héroes míticos. Con el tiempo, la libertad de prensa iba quedando<br />
confinada a aquellos que podian pennitirse comprar prensas. EI nacimiento de<br />
nuevas tecnologias mediáticas respalda el impulso democrático a permitir que<br />
sean más los que creen y difundan los medios. A veces los medios se diseíian<br />
para responder positiva o negativamente a los contenidos de los medios masivos,<br />
y a veces la creatividad popular lIega a lugares que nadie en la industria<br />
mediática habria podido imaginar. EI desafio estriba en replantearnos nuestra<br />
comprensión de la Primera Enmienda para reconocer esta oportunidad ampliada<br />
de participación. Así pues, deberíamos contemplar aquellos factores (comerciales<br />
o gubemamentales) que bloquean la participación como importantes obstáculos<br />
que hemos de salvar si aspiramos a «democratizar la televisiór» o<br />
cualquier otro aspecto de nuestra cultura. Hemos identificado algunos de estos<br />
obstáculos en ellibro, fundamentalmente los retos que rodean el control corporativo<br />
de la propiedad intelectual y la necesidad de una definición más clara de<br />
los tipos de derechos ai uso justo que poseen los artistas, escritores, periodistas<br />
y criticos aficionados que desean compartir obras inspiradas o alentadas por los<br />
contenidos mediáticos existentes.<br />
Otro obstáculo esencial podria describirse como la brecha en la participación.<br />
Hasta el momento, buena parte dei análisis de la falia digital ha enfatizado<br />
los problemas dei acceso, viendo el asunto principalmente en términos técnicos,<br />
pero un medio es más que una tecnologia. A medida que los activistas<br />
han ido buscando diversos medios para extender el acceso a los medios digitales,<br />
han ido creando una panoplia de oportunidades para la participación. Algunos<br />
han extendido el acceso a estos recursos desde el hogar, y otros han limita-