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Costas - Vol. 1 - Programa EcoPlata

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C.Navarro Reyes, I. Espejel, N. Calderón de la Barca Guerrero, O.D. Cervantes Rosas y C.Leyva Aguilera<br />

y policías (ya que existen clubes de playa nocturnos,<br />

bares y restaurantes). En Revolcadero los usuarios<br />

piden limpieza y más infraestructura, lo que coincide<br />

con servicios no funcionales identificados con los indicadores.<br />

En las tres playas conforme a la opinión de los usuarios<br />

y los indicadores no existen suficientes botes de<br />

basura. En Caleta son pocos y mínimos o inexistentes<br />

para Condesa y Revolcadero, además en las tres<br />

playas es frecuente ver que los botes estén llenos de<br />

basura como resultado de un servicio de recolección<br />

y limpieza ineficiente, originando que las personas<br />

depositen su basura fuera del bote. Es importante<br />

mencionar que para aspectos de certificación según<br />

la NMX-AA-120-SCFI (SEMARNAT, 2006) la presencia<br />

de botes es el aspecto que otorga mayor puntaje.<br />

En cuanto a servicios de la playa (calidad y cantidad<br />

de sanitarios y regaderas) ambos métodos señalan<br />

en que las playas no coinciden con una playa recreativa<br />

urbana óptima, ya que aunque existen estos servicios<br />

se encuentran en mal estado y no son suficientes.<br />

En Condesa y Revolcadero la gente desconoce<br />

la ubicación de dichos servicios. Estos resultados<br />

(calidad y cantidad de los sanitarios y regaderas)<br />

coinciden con Cervantes-Rosas (2008), ya que los<br />

usuarios de las playas de Rosarito, Ensenada y Mazatlán,<br />

mencionan que hace falta este servicio en las<br />

playas.<br />

En la Tabla 4 se presenta el resumen del plan de<br />

manejo con las principales recomendaciones para<br />

las playas.<br />

La probable certificación de estas playas (Caleta,<br />

Condesa y Revolcadero), puede ser posible mediante<br />

la implementación de programas con acciones correctivas<br />

y de mejora continua que respondan a los<br />

resultados de la aplicación de encuestas (percepción<br />

social del usuario de la playa) y el formato con los<br />

indicadores comunes y específicos de las playas.<br />

Este trabajo se presenta como una herramienta novedosa<br />

y sencilla que facilita un proceso orientado<br />

a la certificación como playa limpia y la base para<br />

su gestión, y a su vez es recomendable para otras<br />

playas de Iberoamérica.<br />

En contraste con otras propuestas esta se presenta<br />

versátil y aplicable a otras playas. Además, ofrece la<br />

ventaja de que operativamente el método planteado<br />

permite evaluar la playa de manera rápida y simple,<br />

por lo que se puede utilizar como un metodo de seguimiento<br />

de calidad y evaluación del programa que<br />

atienda la certificación de las playas. A diferencia de<br />

otros instrumentos de certificación, el número de indicadores<br />

es manejable y contiene otros aspectos<br />

tan relevantes de la playa además de la calidad del<br />

agua de mar que consideran todos los programas de<br />

certificación.<br />

La incorporación de la percepción de los usuarios<br />

como sugieren Wildavsky (1979) o la creación de las<br />

políticas con la gente, como mencionan Funtowicz<br />

y Ravetz (1993), por un lado permitirá minimizar los<br />

problemas habituales en la aplicación y cumplimiento<br />

de las politicas ambientales como dicen Del Moral-<br />

Ituarte y Pedregal-Mateos (2002) y por otro particularizan<br />

la problemática de cada playa, por lo que se<br />

priorizan mejor los problemas y la eficiencia de las<br />

acciones para su solución.<br />

Consideramos que esta es una ventaja comparativa<br />

con respecto a los otros instrumentos internacionales<br />

como Blue Flag, Blue Wave, Seaside Award, Healthy<br />

Beaches Campaign, Green Coast Award y otras bajo<br />

normas propias de algunos países (Cendrero y Fisher,<br />

1997; Mora, 2001; MTD, 2003; SECTUR 2005;<br />

Cabrera et al., 2006; ICONTEC, 2007; ECOPLAYAS,<br />

2008; Botero y Hurtado, 2009), puesto que al no considerar<br />

a los usuarios, el resultado es la implementación<br />

de programas generales enfocados únicamente<br />

al cumplimiento de aspectos técnicos, que en algunos<br />

casos limita su éxito.<br />

El componente de la percepción está siendo cada<br />

vez más relevante en la valoración de playas como<br />

los del equipo mexicano o los de Pereira et al. (2003),<br />

pero en la forma de estudios puntuales desarticulados<br />

y sin integrarlos al método de evaluación de playas<br />

limpias como se sugiere en este estudio.<br />

Todo lo anterior puede convertir a este trabajo en un<br />

referente novedoso en el tema de certificación y elaboración<br />

de políticas públicas participativas a nivel<br />

internacional.<br />

5. CONCLUSIONES<br />

La certificación de playas limpias es un instrumento<br />

de la política pública de muchos países que busca<br />

garantizar la salud de los usuarios y toma en cuenta<br />

las características que la hacen atractiva para su<br />

uso.<br />

En este trabajo se demuestra que para certificar una<br />

playa como limpia, se debe incorporar la percepción<br />

de los usuarios de las playas para atender las respuestas<br />

a problemas de limpieza o cuidado ambiental<br />

que los certificadores de playas a veces no perciben<br />

o perciben diferentes.<br />

Los dos métodos de evaluación de playa, uno por<br />

indicadores medidos y otro por la percepción de los<br />

usuarios, fueron probados en tres playas (Caleta,<br />

Condesa y Revolcadero) localizadas en el destino de<br />

playa mexicano históricamente más famoso (Acapulco,<br />

Guerrero).<br />

El método que evalúa 93 indicadores de nueve atributos<br />

para la certificación: calidad del agua de mar,<br />

arena y aire, infraestructura, seguridad y servicios,<br />

biodiversidad, educación ambiental y paisajes terrestre<br />

y oceanográfico resultó en que una queda condicionada<br />

y dos no cumplen con el mínimo, de manera<br />

que ninguna de las tres playas es certificable.<br />

La evaluación de la percepción de los 390 usuarios<br />

con un cuestionario de 37 preguntas permitió diferenciar<br />

las playas de acuerdo al perfil, hábitos de<br />

154 <strong>Costas</strong> - <strong>Vol</strong>. 1 - Nº.1 - Julio 2012

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