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M. Borobio Sanchiz, M. García García y F. Castillo Rodríguez<br />
ral coincidían en este diagnóstico y en la necesidad<br />
urgente de revertir una dinámica de gestión del litoral<br />
manifiestamente insostenible. En este contexto, desde<br />
el convencimiento de que las políticas de gestión<br />
costera requieren una planificación holística del territorio,<br />
se iniciaron hace ahora 4 años, los primeros<br />
trabajos del Plan de ordenación del litoral de Galicia<br />
(POL), recogido en la Ley “6/2007, de 11 de mayo,<br />
de medidas urgentes en materia de ordenación del<br />
territorio y del litoral” bajo la figura de un Plan territorial<br />
integrado. La elaboración de este documento ha<br />
tenido continuidad en distintas legislaturas y se ha<br />
visto enriquecido gracias a las aportaciones de administraciones<br />
y particulares en sus diferentes fases<br />
de tramitación, así como con el debate parlamentario,<br />
que de manera voluntaria, quiso abrirse para que<br />
este nuevo modelo fuera conocido, compartido y respetado<br />
por toda la sociedad gallega.<br />
El Plan de ordenación del litoral de Galicia surge, por<br />
tanto, con la voluntad, no solo de proteger y de gestionar,<br />
sino de conocer y dar a conocer el litoral de<br />
la Comunidad Autónoma, desde el convencimiento<br />
de que un plan de esta naturaleza quedará en papel<br />
mojado, si no hay voluntad de cumplirlo. La costa<br />
de Galicia requería, en definitiva, de un instrumento<br />
marco que permitiese un desarrollo en armonía con<br />
los valores naturales y culturales que la caracterizan<br />
(ver. Mapa_Contexto).<br />
Uno de los rasgos de identidad del litoral de Galicia<br />
es el diverso conjunto de paisajes que se suceden<br />
a lo largo de sus 2.555 km de costa (ver. Figura 1).<br />
Este es uno de los motivos por los que el paisaje,<br />
desde el enfoque holístico e integrador previsto en la<br />
ley 7/2008, de 7 de julio, de protección del paisaje de<br />
Galicia 1 , constituye una eficaz herramienta de análisis<br />
y de proyecto para un nuevo modelo de gestión<br />
dinámica del territorio, que colabore al mantenimiento<br />
de sus valores y propicie una mayor calidad de<br />
vida y cohesión social.<br />
Se trataba, en definitiva, de transcender la planificación<br />
local, cambiando la mirada a la escala territorial<br />
y evolucionar hacia una mayor participación social y<br />
gobernanza activa e integral, implicando a los distintos<br />
agentes del territorio, administraciones, grupos<br />
políticos y a la ciudadanía en general.<br />
1.1. Contexto Europeo.<br />
La preocupación de los Estados europeos por la planificación<br />
y gestión integrada y sostenible del litoral<br />
es relativamente reciente (Tros-de-Ilarduy, 2008).<br />
Hasta no hace muchos años la sociedad contemplaba<br />
el litoral como un medio físico de recursos inagotables<br />
y de tolerancia prácticamente ilimitada. Es el<br />
1 La ley 7/2008 de 7 de julio de Protección del Paisaje de<br />
Galicia (DOGA, 139 de 18 de julio) reconoce jurídicamente<br />
el paisaje y promueve políticas de paisaje,<br />
entendiéndolo como “elemento esencial para el bienestar<br />
individual y social, cuya protección, gestión y ordenación<br />
comporta derechos y obligaciones para todos”.<br />
progresivo aumento del bienestar económico y social<br />
el que convierte al litoral en el objetivo de un nuevo<br />
conjunto de actividades, sobre todo de ocio, que lo<br />
transforman en un foco de atracción para la población.<br />
En los años 50 y 60 del pasado siglo se produjo el<br />
“boom” turístico que llevó asociado un importante<br />
desarrollo residencial y hotelero en las costas, con<br />
especial incidencia en la Europa meridional, gracias<br />
a las mejores condiciones meteorológicas de las que<br />
disfruta. Alrededor de estas actividades se empieza<br />
a crear una floreciente economía de servicios y<br />
surge la necesidad de una serie de inversiones en<br />
obras e infraestructuras, que provocan rápidas e intensas<br />
alteraciones de los entornos naturales costeros.<br />
Desde esas décadas y en un período muy corto<br />
de tiempo, el litoral ha experimentado transformaciones<br />
como nunca antes lo había hecho. Durante este<br />
tiempo, la dispersión del espacio construido y, muy<br />
especialmente la urbanización difusa, ha provocado<br />
una importante fragmentación territorial, ecológica y<br />
paisajística. La ocupación del suelo fruto de un crecimiento<br />
urbanístico, las más de las veces caótico,<br />
espacialmente incoherente, desordenado y desligado<br />
de los focos de población, ha alterado, en algunos<br />
casos de manera intensa, la calidad ambiental<br />
y escénica de buena parte del litoral europeo. Esta<br />
dispersión del espacio construido, junto con la implantación<br />
de determinados equipamientos e infraestructuras,<br />
así como la aparición de una arquitectura<br />
muchas veces banal y ajena al carácter del lugar -en<br />
especial en algunas áreas turísticas- ha dado como<br />
resultado unos paisajes anodinos y uniformes. Surge<br />
entonces la necesidad de frenar estas dinámicas<br />
(Davaudi, 2007) y muchos países europeos pusieron<br />
en marcha políticas públicas de protección del litoral,<br />
de la mano de la gestión de las zonas costeras y marítimas,<br />
así como de la ordenación del territorio.<br />
La protección del litoral, de lo que podríamos denominar<br />
el mar y el ecotono tierra-mar, desde 1995, ha<br />
venido, fundamentalmente, de la mano de la Gestión<br />
integrada de las zonas costeras (GIZC) 2 . Sin embargo,<br />
la gestión del territorio litoral, es decir la protección<br />
y ordenación de la porción terrestre afectada<br />
por sus dinámicas y procesos (ambientales, sociales<br />
y económicos), ha sido formulada de manera individual<br />
y sin aparente coherencia y armonía por los<br />
distintos estados y regiones mediante diferentes políticas<br />
e instrumentos de planificación territorial.<br />
No exageramos si decimos que, dependiendo de la<br />
manera en la que se enfoca la política ambiental,<br />
de crecimiento y desarrollo, las regiones se alejan,<br />
aproximan o dependen, de su contexto territorial más<br />
amplio. No en vano, la necesidad de garantizar la coherencia<br />
de las políticas comunitarias con incidencia<br />
2 Vid: Recomendación 2002/413/CE del Parlamento<br />
Europeo y del Consejo, de 30 de mayo de 2002, sobre la<br />
aplicación de la gestión integrada de las zonas costeras<br />
en Europa, Diario Oficial de las Comunidades Europeas,<br />
nº L 148, 6 de junio de 2002.<br />
28 <strong>Costas</strong> - <strong>Vol</strong>. 1 - Nº.1 - Julio 2012