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De la Economía Ambiental a la Economía Ecológica - Fuhem

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CIP-ECOSOCIALcontrarrestar cualquier posible interpretación equivocada de nuestra posición. No estamossugiriendo un retorno a <strong>la</strong> agricultura tradicional o <strong>la</strong> prohibición del uso de los fertilizantes,los p<strong>la</strong>guicidas y <strong>la</strong> tecnología moderna; más bien, <strong>la</strong>s implicaciones prácticas y teóricas denuestra posición son el abandono de nuestras ideas tradicionales sobre eficiencia yracionalidad, y <strong>la</strong> redefinición de <strong>la</strong>s mismas a <strong>la</strong> luz de <strong>la</strong>s «nuevas» realidades de <strong>la</strong>interdependencia de los sistemas. En vista de <strong>la</strong>s repercusiones abarcadoras de todo elsistema que tiene <strong>la</strong> producción agríco<strong>la</strong> y, en verdad, <strong>la</strong> producción en general, debemosponer bien en c<strong>la</strong>ro que ni <strong>la</strong>s posibilidades técnicas ni los imperativos tecnológicos, ni <strong>la</strong>racionalidad microeconómica, en términos de rendimientos netos privados y costesempresariales, pueden proporcionar respuestas adecuadas a <strong>la</strong> pregunta de cuáles son losobjetivos y políticas convenientes. No es posible derivar criterios de acción ofuncionamiento económico de <strong>la</strong>s posibilidades técnicas ni de <strong>la</strong> eficiencia en sentidoestrecho, sino que deben formu<strong>la</strong>rse a <strong>la</strong> luz de una evaluación que comprenda a todo elsistema, de <strong>la</strong>s ventajas e inconvenientes ecológicos, sociales y económicos. En lo que serefiere a <strong>la</strong> agricultura moderna y a <strong>la</strong> necesidad de elevados niveles de producción yproductividad, será necesario concebir y establecer toda una serie de objetivoscomplementarios y otras posibles estrategias, tales como, por ejemplo, una mayordiversificación de los cultivos, <strong>la</strong> siembra de especies específicas en regiones geográficasmenos afectadas por <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>gas, un retorno a <strong>la</strong> adecuada rotación de los cultivos, eldesarrollo de variedades resistentes a <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>gas que tengan <strong>la</strong>s características de rendimientoy calidad deseables, <strong>la</strong> aplicación sistemática de controles bioambientales, 6 y confiar más en<strong>la</strong> posibilidad de contro<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones de <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>gas cambiando los métodos de «matanzaexcesiva», o incluso de «100% de eliminación de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ga» por «tratamiento cuando esnecesario», y <strong>la</strong> aplicación de p<strong>la</strong>guicidas como medidas de urgencia. En países como losEstados Unidos de América, el retorno al cultivo de aproximadamente 60 millones de acresquitados de <strong>la</strong> producción a un coste de tres a cuatro miles de millones de dó<strong>la</strong>res por añopodría compensar el posible aumento de <strong>la</strong>s pérdidas de cosechas debido a <strong>la</strong> reducción de <strong>la</strong>aplicación actual superintensiva de p<strong>la</strong>guicidas cuyo efecto sobre el ambiente esdestructivo. 7El enfoque de sistema abiertoPor supuesto, no basta con decir que el uso de técnicas y tecnologías destructivas,aplicadas de acuerdo con el principio de elevar al máximo los rendimientos netos, tienenefectos «externos» a esca<strong>la</strong>s regional, nacional e internacional. Como tampoco serásuficiente pedir más información y más investigaciones interdisciplinarias. Todo esto ya esbastante obvio. Como nuestro análisis de <strong>la</strong> agricultura moderna ha demostrado, <strong>la</strong> adecuadaunidad de análisis no es ni <strong>la</strong> granja individual ni <strong>la</strong> economía agríco<strong>la</strong> nacional, ni undeterminado sistema ecológico. La unidad apropiada de análisis es mucho más amplia y elperíodo temporal que interesa es mucho más prolongado que aquellos en términos de loscuales <strong>la</strong> empresa privada y <strong>la</strong> ciencia económica tradicionalmente han concebido y definidolos conceptos de ciencia, racionalidad y optimalidad.6 Tales como el uso de parásitos, microbios patógenos, depredadores, sustancias químicas que actúancomo atrayentes físicos, esterilización de los machos y otros tipos de manipu<strong>la</strong>ciones genéticas. Sobre estetema y algunas fal<strong>la</strong>s notables de los p<strong>la</strong>guicidas para <strong>la</strong> eliminación de <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>gas, incluyendo <strong>la</strong>s queproducen <strong>la</strong> ma<strong>la</strong>ria, ver el trabajo del Instituto Commonwealth de Control Biológico con sede central enTrinidad y varias estaciones por todo el Estado británico además de estaciones europeas en <strong>De</strong>lémont(Suiza), así como también <strong>la</strong>s siguientes publicaciones: Hubert Pschorn-Walcher, «Probleme derbiologischen Bekämpfung eingeschleppter Pf<strong>la</strong>nzenschädlinge», Biologie in unserer Zeit, 2 (junio de1972), pp. 67-75; Richard García, «The Control of Ma<strong>la</strong>ria», Environment 14, núm. 5 (junio de 1972), pp.2-9; Göran Lofroth, «Who cares about DDT», Ecologist, 1, núm. 17 (noviembre de 1971), pp. 8-9.7 Sobre todo el tema, ver Pimentel, «Realities of a Pesticide Ban», pp. 28-29.204

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