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De la Economía Ambiental a la Economía Ecológica - Fuhem

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<strong>De</strong> <strong>la</strong> Economía <strong>Ambiental</strong> a <strong>la</strong> Economía Ecológicadudas, es sí. Por otro <strong>la</strong>do, tenemos que contar con que <strong>la</strong> política propuesta retendría en usométodos inferiores, pudiendo sin embargo utilizar otros más eficientes. Si de <strong>la</strong> combinaciónde ambas influencias puede resultar finalmente una ganancia o una pérdida, es cuestión éstaque no puede contestarse de manera categórica. No hemos llegado aún a <strong>la</strong> última fase delproblema. Hemos supuesto hasta aquí que <strong>la</strong> rapidez con que se inventan losperfeccionamientos es independiente de su adopción en <strong>la</strong> práctica. Precisamente estahipótesis no permite que logremos alcanzar un resultado neto al comparar <strong>la</strong>s líneas deconducta de los competidores. <strong>De</strong> hecho, podemos afirmar que lo más probable es que losperfeccionamientos se realicen en todo tiempo, siempre que los métodos más eficientes quese han descubierto se apliquen, al comprobarse su rendimiento, en lugar de dejarlosinactivos en beneficio de <strong>la</strong>s insta<strong>la</strong>ciones ya establecidas. Por consiguiente, <strong>la</strong> política de noadopción, demora no sólo <strong>la</strong> aplicación de los perfeccionamientos ya inventados, sinotambién <strong>la</strong> invención de nuevos procedimientos. Esto cambia el aspecto de <strong>la</strong> cuestión. Lapolítica que siguen <strong>la</strong>s industrias bajo el régimen de competencia es, por tanto, en suconjunto, más ventajosa desde el punto de vista social que <strong>la</strong> anterior. A <strong>la</strong> comunidad no leinteresa que los hombres de negocios en general, ante <strong>la</strong> perspectiva de adoptar métodos másprogresivos, se paren a considerar <strong>la</strong>s pérdidas que con ello causarán a otros. El ejemplo deciertos municipios, mostrándose reacios a insta<strong>la</strong>r el alumbrado eléctrico hasta tanto que <strong>la</strong>insta<strong>la</strong>ción del gas no esté virtualmente fuera de uso, no debería ser imitado, ni puededefenderse con éxito, teniendo en cuenta <strong>la</strong> distinción establecida entre producto neto socialy privado. El peligro de que <strong>la</strong>s mayores ventajas generales puedan ser pospuestas por partede <strong>la</strong>s autoridades municipales interesadas en ello, está implícito en <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s que facultan a<strong>la</strong>s autoridades centrales para evitar que aquéllos puedan poner el veto a <strong>la</strong>s empresaseléctricas privadas. La política que ha seguido el Ministerio de Comercio hal<strong>la</strong> su mejorexpresión en el siguiente extracto, tomado de <strong>la</strong> Memoria del Ardrossan Salcoats andDistric Electric Lighting, orden de 1910: «<strong>De</strong> acuerdo con <strong>la</strong> política seguida por elMinisterio, según <strong>la</strong> cual <strong>la</strong> competencia con una Empresa de suministro de gas, inclusocuando pertenece a un Municipio, no es razón suficiente que justifique <strong>la</strong> negativa aconceder un permiso de alumbrado eléctrico, el Ministerio dispone que no sea necesario paraello el consentimiento de <strong>la</strong> Corporación de Ardrossan». 3112. Hemos considerado únicamente aquel<strong>la</strong>s divergencias existentes entre losproductos netos social y privado derivados de <strong>la</strong> existencia de servicios no pagados yperjuicios no compensados, habiendo supuesto tácitamente que <strong>la</strong>s condiciones generales delos gustos de <strong>la</strong>s gentes permanecen invariables. Esto concuerda con <strong>la</strong> definición deldividendo nacional dada en el capítulo II, párrafo 5. Como ya se indicó allí, para ciertosfines es preferible adoptar una definición más amplia. Al hacerlo, observamos que puedesurgir un nuevo elemento de divergencia entre los productos netos social y privado,importante para el bienestar económico, aunque no para <strong>la</strong> esencia del dividendo nacional,en forma de efectos no pagados o indemnizados, procedentes de <strong>la</strong> satisfacción que obtienenlos consumidores de aquel<strong>la</strong>s cosas que no les afectan directamente. El hecho de que ciertaspersonas puedan consumir <strong>la</strong>s nuevas mercancías, origina reacciones psicológicas en otras,cambiando así directamente <strong>la</strong> satisfacción total que obtienen del consumo de <strong>la</strong>s mercancíasantiguas. Puede concebirse que <strong>la</strong> reacción conduzca a un incremento de <strong>la</strong> satisfacción queles procura esta última c<strong>la</strong>se de mercancías, puesto que bien pudiera ocurrir que les agradaseutilizar una cosa justamente porque es antigua y más o menos arcaica. Sin embargo, por logeneral, <strong>la</strong> reacción seguirá más bien <strong>la</strong> dirección contraria. En cierto modo, <strong>la</strong> atracción quesienten <strong>la</strong>s personas por <strong>la</strong>s buenas cualidades de algo se debe simplemente al hecho de quees lo mejor que existe en el mercado; y cuando se crea algo nuevo mejor que lo antiguo, elelemento de valor cristalizado en este último desaparece. Así, por ejemplo, si se inventa un31 KNOOP: Principles and Methods of Municipal Trading, p. 35.37

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