CIP-ECOSOCIAL11. Llegados a este punto deseamos l<strong>la</strong>mar <strong>la</strong> atención sobre un error. Algunosescritores no acostumbrados al análisis matemático, se han figurado que cuando seperfecciona el sistema de producción de alguna mercancía, el valor del producto netomarginal social producido por los recursos empleados en desarrol<strong>la</strong>r dicho sistema, es menorque el valor del producto neto marginal privado, debido a que no se han incluido en esteúltimo una cantidad para compensar <strong>la</strong> depreciación que dicho perfeccionamiento causa enel valor de <strong>la</strong> insta<strong>la</strong>ción existente; y, agregan, para equiparse con el valor del producto netosocial, sería menester incluir dicha cantidad. 30 Si este punto de vista fuese correcto,existirían razones para que <strong>la</strong> autorización de construir un ferrocarril estuviese sujeta a que<strong>la</strong>s empresas ferroviarias compensasen al transporte fluvial existente; para negar <strong>la</strong> licencia a<strong>la</strong>s empresas de autobuses a favor de los tranvías municipales; para poner obstáculos a <strong>la</strong>creación de sociedades eléctricas, a fin de conservar los ingresos que obtienen <strong>la</strong>s compañíasmunicipales de gas. En realidad, sin embargo, el punto de vista no es correcto. El productoneto marginal social que se obtiene de los recursos aplicados en perfeccionar el sistema deproducción de una mercancía determinada no difiere, por lo general, del producto netomarginal privado; porque cualquiera que sea <strong>la</strong> pérdida que sufran los antiguos productores,a causa de <strong>la</strong> reducción del precio de <strong>la</strong> mercancía, se compensa con <strong>la</strong> ganancia que dichareducción confiere a los compradores de <strong>la</strong> misma. Así ocurre, naturalmente, si, después dehecha <strong>la</strong> nueva inversión, <strong>la</strong>s máquinas antiguas siguen produciendo <strong>la</strong> misma producción alos nuevos precios reducidos. Si <strong>la</strong> producción de <strong>la</strong>s máquinas antiguas disminuye a causadel cambio, a primera vista dudamos. Reflexionando, sin embargo, llegamos a <strong>la</strong> conclusiónde que ninguna de <strong>la</strong>s unidades producidas por <strong>la</strong>s máquinas antiguas serán sup<strong>la</strong>ntadas por<strong>la</strong>s que producen <strong>la</strong>s nuevas, excepto en el caso de que estas últimas sean capaces deproducir a un coste total inferior al coste a que anteriormente producían <strong>la</strong>s antiguas, esdecir, excepto cuando el precio a que producen <strong>la</strong>s máquinas nuevas es tan bajo, que no seríarentable utilizar <strong>la</strong>s antiguas. Esto quiere decir que toda unidad que <strong>la</strong> máquina nueva quita a<strong>la</strong> antigua, se vende al público a un precio del que se ha reducido <strong>la</strong> totalidad de los ingresosnetos, después de descontar el coste a que hubiera producido <strong>la</strong> máquina antigua, caso de serutilizada. Esto nos demuestra que no hay pérdida sufrida por los propietarios de los antiguosmedios de producción, en lo que se refiere a toda unidad producida anteriormente, que no secompense con ganancias equivalentes que obtienen los consumidores. Lo correcto seríacomputar <strong>la</strong> pérdida de esos propietarios, en lo que respecta a toda unidad que <strong>la</strong> nuevamáquina quita a <strong>la</strong> antigua, como una parte del coste social que dicha unidad cuestaproducir.Esta conclusión puede ser evitada. Tenemos que convenir que en lo que se refiere aefectos directos, <strong>la</strong> política comercial corriente, según <strong>la</strong> cual los beneficios que obtienen <strong>la</strong>sinsta<strong>la</strong>ciones de los demás no reducen <strong>la</strong>s inversiones aplicadas a perfeccionar el sistemaproductivo, se mantienen en pie. Nos quedan ahora los efectos indirectos. Si <strong>la</strong>sinsta<strong>la</strong>ciones costosas ven que sus ganancias se reducen al surgir otra insta<strong>la</strong>ción máseficiente, ¿no se evitará con ello <strong>la</strong> construcción de esta última? ¿Sería estimu<strong>la</strong>da <strong>la</strong>introducción de nuevos perfeccionamientos, si no fuese porque, en cierto sentido, existe <strong>la</strong>garantía de que el peligro de quedarse anticuada <strong>la</strong> insta<strong>la</strong>ción pueda conjurarse adoptandoperfeccionamientos más eficientes todavía? La contestación directa, sin ningún género demujeres casadas pueden, se dijo antes de <strong>la</strong> guerra, abandonar el trabajo para atender a <strong>la</strong>s faenas de suhogar (CADBURY: Women’s Work, p. 175).30 Por ejemplo: J. A. HOBSON: Sociological Review, julio 1911, p. 197, y GOLD: Prices and Wages, pp.107-8. Incluso podría sospecharse que Sidgwick también da un argumento semejante (Principles ofPolitical Economy, p. 408). No parece haber visto que, si así fuese, ello justificaría <strong>la</strong> prohibición por partedel Estado de <strong>la</strong> utilización de <strong>la</strong>s nuevas máquinas que desp<strong>la</strong>zan a los mecánicos expertos, hasta tantoque <strong>la</strong> generación de mecánicos que poseen dicho conocimiento se hubiese agotado a causa de sucesivosfallecimientos.36
<strong>De</strong> <strong>la</strong> Economía <strong>Ambiental</strong> a <strong>la</strong> Economía Ecológicadudas, es sí. Por otro <strong>la</strong>do, tenemos que contar con que <strong>la</strong> política propuesta retendría en usométodos inferiores, pudiendo sin embargo utilizar otros más eficientes. Si de <strong>la</strong> combinaciónde ambas influencias puede resultar finalmente una ganancia o una pérdida, es cuestión éstaque no puede contestarse de manera categórica. No hemos llegado aún a <strong>la</strong> última fase delproblema. Hemos supuesto hasta aquí que <strong>la</strong> rapidez con que se inventan losperfeccionamientos es independiente de su adopción en <strong>la</strong> práctica. Precisamente estahipótesis no permite que logremos alcanzar un resultado neto al comparar <strong>la</strong>s líneas deconducta de los competidores. <strong>De</strong> hecho, podemos afirmar que lo más probable es que losperfeccionamientos se realicen en todo tiempo, siempre que los métodos más eficientes quese han descubierto se apliquen, al comprobarse su rendimiento, en lugar de dejarlosinactivos en beneficio de <strong>la</strong>s insta<strong>la</strong>ciones ya establecidas. Por consiguiente, <strong>la</strong> política de noadopción, demora no sólo <strong>la</strong> aplicación de los perfeccionamientos ya inventados, sinotambién <strong>la</strong> invención de nuevos procedimientos. Esto cambia el aspecto de <strong>la</strong> cuestión. Lapolítica que siguen <strong>la</strong>s industrias bajo el régimen de competencia es, por tanto, en suconjunto, más ventajosa desde el punto de vista social que <strong>la</strong> anterior. A <strong>la</strong> comunidad no leinteresa que los hombres de negocios en general, ante <strong>la</strong> perspectiva de adoptar métodos másprogresivos, se paren a considerar <strong>la</strong>s pérdidas que con ello causarán a otros. El ejemplo deciertos municipios, mostrándose reacios a insta<strong>la</strong>r el alumbrado eléctrico hasta tanto que <strong>la</strong>insta<strong>la</strong>ción del gas no esté virtualmente fuera de uso, no debería ser imitado, ni puededefenderse con éxito, teniendo en cuenta <strong>la</strong> distinción establecida entre producto neto socialy privado. El peligro de que <strong>la</strong>s mayores ventajas generales puedan ser pospuestas por partede <strong>la</strong>s autoridades municipales interesadas en ello, está implícito en <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s que facultan a<strong>la</strong>s autoridades centrales para evitar que aquéllos puedan poner el veto a <strong>la</strong>s empresaseléctricas privadas. La política que ha seguido el Ministerio de Comercio hal<strong>la</strong> su mejorexpresión en el siguiente extracto, tomado de <strong>la</strong> Memoria del Ardrossan Salcoats andDistric Electric Lighting, orden de 1910: «<strong>De</strong> acuerdo con <strong>la</strong> política seguida por elMinisterio, según <strong>la</strong> cual <strong>la</strong> competencia con una Empresa de suministro de gas, inclusocuando pertenece a un Municipio, no es razón suficiente que justifique <strong>la</strong> negativa aconceder un permiso de alumbrado eléctrico, el Ministerio dispone que no sea necesario paraello el consentimiento de <strong>la</strong> Corporación de Ardrossan». 3112. Hemos considerado únicamente aquel<strong>la</strong>s divergencias existentes entre losproductos netos social y privado derivados de <strong>la</strong> existencia de servicios no pagados yperjuicios no compensados, habiendo supuesto tácitamente que <strong>la</strong>s condiciones generales delos gustos de <strong>la</strong>s gentes permanecen invariables. Esto concuerda con <strong>la</strong> definición deldividendo nacional dada en el capítulo II, párrafo 5. Como ya se indicó allí, para ciertosfines es preferible adoptar una definición más amplia. Al hacerlo, observamos que puedesurgir un nuevo elemento de divergencia entre los productos netos social y privado,importante para el bienestar económico, aunque no para <strong>la</strong> esencia del dividendo nacional,en forma de efectos no pagados o indemnizados, procedentes de <strong>la</strong> satisfacción que obtienenlos consumidores de aquel<strong>la</strong>s cosas que no les afectan directamente. El hecho de que ciertaspersonas puedan consumir <strong>la</strong>s nuevas mercancías, origina reacciones psicológicas en otras,cambiando así directamente <strong>la</strong> satisfacción total que obtienen del consumo de <strong>la</strong>s mercancíasantiguas. Puede concebirse que <strong>la</strong> reacción conduzca a un incremento de <strong>la</strong> satisfacción queles procura esta última c<strong>la</strong>se de mercancías, puesto que bien pudiera ocurrir que les agradaseutilizar una cosa justamente porque es antigua y más o menos arcaica. Sin embargo, por logeneral, <strong>la</strong> reacción seguirá más bien <strong>la</strong> dirección contraria. En cierto modo, <strong>la</strong> atracción quesienten <strong>la</strong>s personas por <strong>la</strong>s buenas cualidades de algo se debe simplemente al hecho de quees lo mejor que existe en el mercado; y cuando se crea algo nuevo mejor que lo antiguo, elelemento de valor cristalizado en este último desaparece. Así, por ejemplo, si se inventa un31 KNOOP: Principles and Methods of Municipal Trading, p. 35.37
- Page 1 and 2: ___________________________________
- Page 3 and 4: De la Economía Ambiental a la Econ
- Page 5 and 6: De la Economía Ambiental a la Econ
- Page 7 and 8: De la Economía Ambiental a la Econ
- Page 9 and 10: De la Economía Ambiental a la Econ
- Page 12 and 13: CIP-ECOSOCIALPero hay que recordar,
- Page 14 and 15: CIP-ECOSOCIALcondiciones de equilib
- Page 16 and 17: CIP-ECOSOCIALEn los párrafos anter
- Page 18 and 19: CIP-ECOSOCIALnos hemos impregnado d
- Page 20 and 21: CIP-ECOSOCIALun contexto de liberta
- Page 22 and 23: CIP-ECOSOCIALIECONOMÍA DEL MEDIO A
- Page 24 and 25: 1. Concebimos el dividendo nacional
- Page 26 and 27: CIP-ECOSOCIALindustria, reduciendo
- Page 28 and 29: CIP-ECOSOCIALgentes. Estas últimas
- Page 30 and 31: CIP-ECOSOCIALsencilla, consisten en
- Page 32 and 33: CIP-ECOSOCIAL9. Vistas las imperfec
- Page 34 and 35: CIP-ECOSOCIALconsumo de luces artif
- Page 38 and 39: CIP-ECOSOCIALnuevo automóvil perfe
- Page 40 and 41: CIP-ECOSOCIALsaturación de dicha z
- Page 42 and 43: CIP-ECOSOCIALProblema a examinar 1E
- Page 44 and 45: CIP-ECOSOCIALcultivos cuya pérdida
- Page 46 and 47: CIP-ECOSOCIALtenerse en cuenta el d
- Page 48 and 49: CIP-ECOSOCIALExaminemos primero el
- Page 50 and 51: CIP-ECOSOCIALsiendo un coste de pro
- Page 52 and 53: CIP-ECOSOCIAL(la molestia) al decid
- Page 54 and 55: CIP-ECOSOCIALmercado. 14 Dentro de
- Page 56 and 57: CIP-ECOSOCIALgran escala de desarro
- Page 58 and 59: CIP-ECOSOCIAL«El que una cosa cons
- Page 60 and 61: CIP-ECOSOCIALedificación —por mu
- Page 62 and 63: CIP-ECOSOCIALComo quiera que la avi
- Page 64 and 65: CIP-ECOSOCIALextremo debe tenerse e
- Page 66 and 67: CIP-ECOSOCIAL«Si la empresa ferrov
- Page 68 and 69: CIP-ECOSOCIALdestrucción de los cu
- Page 70 and 71: CIP-ECOSOCIALPigou como ejemplo del
- Page 72 and 73: CIP-ECOSOCIALlluvia o las gotas de
- Page 74 and 75: CIP-ECOSOCIALNo nos hemos propuesto
- Page 76 and 77: CIP-ECOSOCIALfactores para producir
- Page 78 and 79: CIP-ECOSOCIALLA LITERATURA DE POSGU
- Page 80 and 81: CIP-ECOSOCIALpersona puede estar di
- Page 82 and 83: CIP-ECOSOCIALSupongamos que se apli
- Page 84 and 85: CIP-ECOSOCIALResulta fácil la elec
- Page 86 and 87:
CIP-ECOSOCIALmenos política, como
- Page 88 and 89:
CIP-ECOSOCIALde aumentar. La «tecn
- Page 90 and 91:
CIP-ECOSOCIALconsideraciones tecnol
- Page 92 and 93:
CIP-ECOSOCIALLa otra clase de razon
- Page 94 and 95:
CIP-ECOSOCIALfactores productivos,
- Page 96 and 97:
CIP-ECOSOCIALlas compañías minera
- Page 98 and 99:
CIP-ECOSOCIALIILA EVALUACIÓN MONET
- Page 100 and 101:
CIP-ECOSOCIALIntroducciónEste art
- Page 102 and 103:
CIP-ECOSOCIALAnálisis de la taxono
- Page 104 and 105:
CIP-ECOSOCIALcualquier dirección.
- Page 106 and 107:
CIP-ECOSOCIALDado el contexto inici
- Page 108 and 109:
CIP-ECOSOCIALSi opera BMNP2, tendre
- Page 110 and 111:
CIP-ECOSOCIALSOBRE LOS PROBLEMAS DE
- Page 112 and 113:
CIP-ECOSOCIALpensaban que cualquier
- Page 114 and 115:
CIP-ECOSOCIALoptimistas y pesimista
- Page 116 and 117:
CIP-ECOSOCIALDe la misma forma que
- Page 118 and 119:
CIP-ECOSOCIALEl problema globalEl a
- Page 120 and 121:
CIP-ECOSOCIALPREST, A. R. and Turve
- Page 122 and 123:
CIP-ECOSOCIALEn Julio de 1989 el Tr
- Page 124 and 125:
CIP-ECOSOCIALentender la construcci
- Page 126 and 127:
CIP-ECOSOCIALAlfred Marshall, y má
- Page 128 and 129:
CIP-ECOSOCIALLos economistas neocl
- Page 130 and 131:
CIP-ECOSOCIALconstrucción es una c
- Page 132 and 133:
CIP-ECOSOCIALinvestigadores. El pri
- Page 134 and 135:
CIP-ECOSOCIALvaloren estos bienes,
- Page 136 and 137:
CIP-ECOSOCIALConclusión de conveni
- Page 138 and 139:
CIP-ECOSOCIALexperimentos u observa
- Page 140 and 141:
CIP-ECOSOCIAL4. La función de sumi
- Page 142 and 143:
CIP-ECOSOCIALControl y regulaciónL
- Page 144 and 145:
CIP-ECOSOCIALLos sistemas responden
- Page 146 and 147:
CIP-ECOSOCIALLa ciencia moderna apl
- Page 148 and 149:
CIP-ECOSOCIALBROCKSTAEL, N. E., McC
- Page 150 and 151:
CIP-ECOSOCIAL1978. «The Complement
- Page 152 and 153:
CIP-ECOSOCIALLa razón por la que s
- Page 154 and 155:
CIP-ECOSOCIALmucho más allá de la
- Page 156 and 157:
CIP-ECOSOCIALlos precios de mercado
- Page 158 and 159:
CIP-ECOSOCIALbajo las condiciones a
- Page 160 and 161:
CIP-ECOSOCIALPara obtener un indica
- Page 162 and 163:
CIP-ECOSOCIALCálculos empíricos d
- Page 164 and 165:
CIP-ECOSOCIALCuadro 2. Costes sanit
- Page 166 and 167:
CIP-ECOSOCIALCuadro 4. Evolución d
- Page 168 and 169:
CIP-ECOSOCIALanualmente a causa de
- Page 170 and 171:
CIP-ECOSOCIALKUSCH, E. G. 1983. «M
- Page 172 and 173:
CIP-ECOSOCIALLas externalidades int
- Page 174 and 175:
CIP-ECOSOCIALlos efectos perjudicia
- Page 176 and 177:
CIP-ECOSOCIALentre el consumo actua
- Page 178 and 179:
CIP-ECOSOCIALEspecíficamente, la g
- Page 180 and 181:
CIP-ECOSOCIALDebido a que la elecci
- Page 182 and 183:
CIP-ECOSOCIALmáximo arrepentimient
- Page 184 and 185:
CIP-ECOSOCIALse haga algo, pueden e
- Page 186 and 187:
CIP-ECOSOCIALKNETSCH J. y SINDEN J.
- Page 188 and 189:
CIP-ECOSOCIAL¿QUÉ PUEDE ENSEÑAR
- Page 190 and 191:
CIP-ECOSOCIALLos dos últimos eleme
- Page 192 and 193:
CIP-ECOSOCIALLa epistemología meca
- Page 194 and 195:
CIP-ECOSOCIAL64n) es la forma incis
- Page 196 and 197:
CIP-ECOSOCIALnacemos «iguales» en
- Page 198 and 199:
CIP-ECOSOCIAL«pasar con menos»
- Page 200 and 201:
CIP-ECOSOCIALIntroducciónLa corrie
- Page 202 and 203:
CIP-ECOSOCIALcampesinos han despare
- Page 204 and 205:
CIP-ECOSOCIALcontrarrestar cualquie
- Page 206 and 207:
CIP-ECOSOCIALuna ecología humana i
- Page 208 and 209:
CIP-ECOSOCIALLa degeneración del a
- Page 210 and 211:
CIP-ECOSOCIALnormativo de la econom
- Page 212 and 213:
CIP-ECOSOCIALtambién es probable q
- Page 214 and 215:
CIP-ECOSOCIALLa crítica ecológica
- Page 216 and 217:
CIP-ECOSOCIALsolamente se daba entr
- Page 218 and 219:
CIP-ECOSOCIALLa historia ecológica
- Page 220 and 221:
CIP-ECOSOCIALde toneladas de carbó
- Page 222 and 223:
CIP-ECOSOCIALaclarar quienes son lo
- Page 224 and 225:
CIP-ECOSOCIALLa gestión racional d
- Page 226 and 227:
CIP-ECOSOCIALSin embargo, es esta
- Page 228 and 229:
CIP-ECOSOCIALque manipula y de la q
- Page 230 and 231:
CIP-ECOSOCIALEn una palabra, las su
- Page 232 and 233:
CIP-ECOSOCIALIntroducciónLas recie
- Page 234 and 235:
CIP-ECOSOCIALsobre aquel otro más
- Page 236 and 237:
CIP-ECOSOCIALnaturales van revalori
- Page 238 and 239:
CIP-ECOSOCIALrecursos utilizados en
- Page 240 and 241:
CIP-ECOSOCIALMinerales no metálico
- Page 242 and 243:
CIP-ECOSOCIALpreocupación por ataj
- Page 244 and 245:
CIP-ECOSOCIALEcuación básica repr
- Page 246 and 247:
CIP-ECOSOCIALgratuitamente (es deci
- Page 248 and 249:
CIP-ECOSOCIALuna investigación en
- Page 250 and 251:
CIP-ECOSOCIAL250
- Page 252:
CIP-ECOSOCIAL252