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Texto completo de la publicación (1923 Kb. pdf) - Imserso

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1. INTRODUCCIÓN: EL ESTUDIO DE LA VEJEZ A TRAVÉSDE ENCUESTA Y LA ENCUESTA DE CONDICIONESDE VIDA DE LOS MAYORESLa vejez y el envejecimiento parecen ya en nuestra sociedad temas antiguos, tópicos, y sin embargo, no lo son. La vejezy el problema <strong>de</strong>l envejecimiento son, en realidad, problemas a los que se enfrentan <strong>la</strong>s socieda<strong>de</strong>s mo<strong>de</strong>rnas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacemuy poco tiempo. No es extraño por ello que nuestros conocimientos sobre ellos sean todavía escasos, para los científicosy para quienes día a día se enfrentan a <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong> atravesar esta etapa vital. La vejez, tal como <strong>la</strong> conocemoshoy, nace con <strong>la</strong> jubi<strong>la</strong>ción y los sistemas <strong>de</strong> pensiones, se configura entonces el ciclo <strong>de</strong> vida en tres fases que hemosconocido durante todo el siglo XX: formación, trabajo y <strong>de</strong>scanso. Vicent Cara<strong>de</strong>c (2001: 16) recuerda cómo todavía enlos censos franceses <strong>de</strong> <strong>la</strong> Belle Époque, los mayores o los jubi<strong>la</strong>dos no se presentaban como categoría estadística in<strong>de</strong>pendiente,sino tan sólo junto con los rentistas. En España, todavía a mediados <strong>de</strong> siglo, <strong>la</strong> jubi<strong>la</strong>ción y <strong>la</strong> vejez no eranexperiencias comunes, el envejecimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción y <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> los mayores en el<strong>la</strong> era ya visible en los añossesenta, sin embargo, España experimentaba entonces otras urgencias <strong>de</strong>mográficas que dificultaban su visibilidad. En<strong>la</strong> actualidad, <strong>la</strong> situación es muy diferente, <strong>la</strong> vejez se ha convertido en una etapa normal <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida que todos los miembros<strong>de</strong> <strong>la</strong>s socieda<strong>de</strong>s mo<strong>de</strong>rnas esperamos alcanzar y que, efectivamente, alcanzaremos; <strong>la</strong> importancia <strong>de</strong> los mayorescomo categoría estadística y como grupo social es indudable y, aunque <strong>de</strong> nuevo nuestro país experimenta otrasurgencias <strong>de</strong>mográficas, esta vez es ineludible seguir prestando atención al envejecimiento.En estos comienzos <strong>de</strong> siglo, a<strong>de</strong>más, <strong>la</strong> vejez está cambiando <strong>de</strong> manera notable. La mejora <strong>de</strong>l estado general <strong>de</strong> saludy <strong>la</strong> necesaria atención al problema <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia invita a distinguir más que nunca dos vejeces, una autónoma yotra valetudinaria o una tercera y cuarta edad. En realidad, históricamente siempre han existido dos vejeces o, comomínimo, una forma ambivalente <strong>de</strong> concebir <strong>la</strong> vejez. Como <strong>la</strong>s dos caras <strong>de</strong> Jano, <strong>la</strong> vejez ha tenido una faceta que suscitabaveneración y respeto, que simbolizaba lo mejor <strong>de</strong>l ser humano, y otra que generaba todo tipo <strong>de</strong> miedos y recelos,<strong>la</strong> historia, <strong>la</strong> literatura, el arte y <strong>la</strong> cultura popu<strong>la</strong>r han mostrado repetidamente esas dos facetas. Viejos son PapáNoel y <strong>la</strong> Vieja comiendo sopas <strong>de</strong> Velázquez. Sin embargo, es posible que nunca como antes existan esas dos vejeces,toda vez que ahora empezamos a utilizar un criterio objetivo para distinguir<strong>la</strong>s, sea éste el estado <strong>de</strong> salud o autonomíafuncional o, incluso, <strong>la</strong> edad. La separación entre esas dos vejeces se refuerza con el <strong>de</strong>sdibujamiento <strong>de</strong> <strong>la</strong>s fronterasentre trabajo y jubi<strong>la</strong>ción, que suponen al mismo tiempo que <strong>la</strong>s fronteras entre <strong>la</strong> vejez y <strong>la</strong> mediana edad o <strong>la</strong> edadmadura sean cada vez menos c<strong>la</strong>ras.En realidad, los cambios recientes indican que no hay una so<strong>la</strong> vejez, sino varias. De alguna forma es sólo una cuestión<strong>de</strong> números, puesto que a medida que <strong>la</strong> vejez está siendo transitada por más personas, cada una <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s con su propiaexperiencia vital, se generan en su interior nuevos estilos <strong>de</strong> vida que se traducen en formas distintas <strong>de</strong> vivir <strong>la</strong> vejez.Pero forma parte también <strong>de</strong> una transformación cultural profunda que se alimenta <strong>de</strong>l propio proceso <strong>de</strong> envejecimiento.El que todos los miembros <strong>de</strong> una sociedad como <strong>la</strong> nuestra, <strong>la</strong> españo<strong>la</strong>, puedan esperar vivir una existencia<strong>la</strong>rga, implica una conquista sobre <strong>la</strong> naturaleza, pero sobre todo, sobre el azar. Los <strong>de</strong>mógrafos hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong><strong>la</strong> muerte, pero es sobre todo un proceso <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida; <strong>la</strong> vida es más previsible porque <strong>la</strong> probabilidad <strong>de</strong>per<strong>de</strong>r<strong>la</strong> sólo es significativa a eda<strong>de</strong>s cada vez más altas. En términos colectivos, esa victoria sobre el azar y <strong>la</strong> suerte estambién una victoria <strong>de</strong> lo individual sobre lo colectivo. Cada uno <strong>de</strong> nosotros es más dueño <strong>de</strong> su vida que antes, porque<strong>la</strong> vida es posible y probable. En otros momentos históricos los proyectos vitales individuales tenían menos sentido,sólo los aventureros retaban el azar <strong>de</strong> una vida singu<strong>la</strong>r, los <strong>de</strong>más estaban implicados en proyectos colectivos, porquesólo <strong>la</strong> familia, el linaje, el pueblo o <strong>la</strong> comunidad tenían posibilida<strong>de</strong>s ciertas <strong>de</strong> supervivencia. En virtud <strong>de</strong>l envejecimiento,<strong>de</strong> ese azar domesticado, <strong>la</strong> medida <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida social es ahora el individuo, <strong>de</strong> alguna manera todos hemos <strong>de</strong>venidoen aventureros con historia propia, <strong>de</strong> hecho parece que el fundamento <strong>de</strong> nuestra existencia estriba en buenamedida en el intento <strong>de</strong> distinguirnos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más y ese intento no se quiebra al llegar a <strong>la</strong> vejez. Los aventureros inventansu propia historia y cuando alcanzan <strong>la</strong> vejez siguen haciéndolo; <strong>la</strong> vejez, en realidad, se ha convertido en nuestrassocieda<strong>de</strong>s en terreno <strong>de</strong> conquista don<strong>de</strong> los pioneros construyen nuevas formas <strong>de</strong> vivir y pensar. La vejez es hoy unterritorio <strong>de</strong> conquista que se pueb<strong>la</strong> <strong>de</strong> abuelos y abue<strong>la</strong>s, padres y madres, maestros y alumnos, cooperantes, viajeros,divorciados, viudos o recién casados, entre otras especies. Estas distintas maneras <strong>de</strong> vivir complican más el estudio <strong>de</strong><strong>la</strong> vejez, pero no evitan que siga siendo apasionante. En el<strong>la</strong> confluyen como en ninguna otra edad <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, el ser biológico(<strong>la</strong> edad, <strong>la</strong> finitud <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida) y el ser social (nuestras formas <strong>de</strong> actuar, pensar y sentir), naturaleza y cultura, tiempohistórico y tiempo vital. Su análisis invita a <strong>la</strong> reflexión sobre interrogantes esenciales en <strong>la</strong> existencia <strong>de</strong> todo serhumano y <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad completa. Vivir <strong>la</strong> vejez pue<strong>de</strong> ser hoy una aventura, pero también lo es acercarse a su estudio.1. INTRODUCCIÓN: EL ESTUDIO DE LA VEJEZ A TRAVÉS DE ENCUESTA Y LA ENCUESTA DE CONDICIONES DE VIDA DE LOS MAYORES13

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