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TABLA 4.14.Mayores que residen en hogares con barreras arquitectónicas de comunicacióncon el exterior según grado de satisfacción con la viviendaBarreras Muy Satisfecho Regular Insatisfecho MuysatisfechoinsatisfechoMáximas (no ascensor, mal escaleras,planta) 70,9 20,0 8,2 ,0 ,9Difíciles (2ª planta o superior,sin ascensor y escaleras en mal estado) 89,1 7,2 1,4 ,7 1,4Salvables (1ª planta sin ascensory escaleras en buen estado) 89,3 4,8 6,0 ,0 ,0Ninguna (Tiene ascensor o viveen una planta baja o vivienda unifamiliar) 89,8 6,2 3,1 ,5 ,4NS/NC 82,5 7,5 10,0 ,0 ,04.1.2. Equipamientos domésticosLas condiciones físicas de la vivienda tienen su prolongación en los equipamientos e instalaciones de los que disponen. Engeneral, los hogares de los mayores están menos equipados que los de la población más joven. Las razones no son sólofinancieras, es probable que intervengan las propias actitudes de los mayores, en una forma de pensar más tradicional omenos predispuesta a los cambios tecnológicos. Pero también es cierto que muchos aparatos incorporan barreras tecnológicasdifíciles de salvar para personas con bajos niveles de instrucción, puede tratarse también de una falta de familiaridadcon los aparatos o la falta de utilidad en el marco del modo de vida que desarrollan (Caradec, 2001). Caradec ha destacadoque en los aparatos electrónicos y otros que necesitan instrucciones de funcionamiento, los mayores normalmente sonignorados y, cuando se tienen en consideración, la imagen que se destaca de ellos es la de los déficits. La solución de concebirartefactos diseñados específicamente para los mayores también tiene sus inconvenientes porque a menudo se conviertenen símbolo de estatus y tienen un sentido estigmatizante, por esta razón es por la que muchos de ellos se resistiríana hacer uso de dispositivos como la tele-alarma y que prefieran otros que realicen funciones similares pero no esténmarcados en función de la edad, tales como el teléfono móvil (Caradec, 2001: 37). En este caso, sin embargo, los mayoressuelen chocar con las dificultades que implica su diseño, ya que, como es sobradamente conocido, los aparatos suelen tenerun diseño sofisticado, con un exceso de prestaciones que dificulta el uso más elemental.Lunt y Livingstone (1992, en Caradec, 2001) realizan una interesante sugerencia en relación con las pautas de incorporaciónde nuevos equipamientos e instalaciones domésticas. Según estos dos autores, las parejas sólo suelen adquirirlosen las fases de expansión del ciclo de vida familiar. Quizá sea posible extender esa sugerencia a una explicación que relacionela incorporación de novedades tecnológicas a los hogares y el ciclo vital familiar. La propuesta sería la siguiente: silas novedades se incorporan particularmente en las fases de expansión de las familias, esto no sucede solamente por lallegada de los hijos, sino porque ese es el momento también en el que se está consolidando la cultura del grupo familiar.En ese sentido, los equipamientos e instalaciones desempeñarían la función de los artefactos en cualquier cultura,son los elementos materiales sobre los que se sustenta o en los que se manifiesta el modo de vida del grupo. En lassiguientes fases del ciclo, los aparatos quedan plenamente integrados en el modo de vida de de los miembros más veteranos.En la vejez y, especialmente cuando los hijos abandonan el hogar paterno, ya no se incorporan novedades, las únicasadquisiciones que se producen son por sustitución de aquellos equipamientos o instalaciones que se han deterioradopor el uso o que han quedado demasiado obsoletos. En ese momento las disponibilidades financieras de los mayorespueden ser especialmente críticas, si no disponen de recursos suficientes el equipamiento o instalación no podrá ser sustituidoy habrá que seguir utilizando el antiguo si ello es posible. Una versión más simplificada de esta explicación seríasimplemente que las novedades se incorporan mientras los hijos permanecen en los hogares familiares, pero esta hipótesissería equivalente a explicar únicamente la incorporación de esas novedades a la presencia de personas jóvenes enel hogar: primero los jóvenes son los padres, luego los jóvenes son los hijos y, en cualquier caso, cuando deja de haberjóvenes en la vivienda, ya no hay lugar a la instalación de nuevos dispositivos. Bien pudiera ser, por fin, que la adquisiciónde equipamientos e instalaciones nuevas estuviera ligada fundamentalmente a la adquisición de nuevas viviendas;de hecho, se comprueba que la movilidad residencial es un marco propicio para la adquisición de tecnologías nuevascomo el teléfono móvil, las alarmas eléctricas y las cámaras de video (Caradec, 2001: 74).4. CONDICIONES MATERIALES DE VIDA159