Texto completo de la publicación (1923 Kb. pdf) - Imserso

tasa de cobertura global del 3,4% es del 7,2% entre los más mayores. Los centros de día tienen una cobertura globaldel 1% de los mayores de 65 años, pero del 2% de los mayores de 84. El nivel de instrucción señala el mayor aprovechamientode algunos recursos por parte de las personas con niveles de estudios más altos, particularmente en las relacionadascon los viajes (vacaciones y termalismo). El estado civil también establece algunas diferencias, por ejemplo, laayuda a domicilio se utiliza sobre todo por parte de los viudos, mientras que la telealarma, las vacaciones, las ayudastécnicas y las camas articuladas las utilizan sobre todo los solteros. Los viudos también utilizan prioritariamente loscentros de día. Pero la diferencia fundamental no la establece el estado civil, sino las formas de convivencia. En generallos que viven solos utilizan más los servicios y prestaciones; la tasa de cobertura de la ayuda a domicilio es paraellos del 6,5%, del 8,2% la telealarma. Los centros de día, sin embargo, parecen tener un carácter complementario conrespecto a la ayuda de las familias, los que más lo utilizan son personas que no tienen pareja y viven con alguno de sushijos. Las dificultades económicas no discriminan el uso de la mayor parte de los servicios. También tiene interés destacarque las personas que más reciben ayuda a domicilio y telealarma son aquellas que residen en viviendas conbarreras de acceso al exterior, es posible que estas mismas barreras dificulten el acceso a servicios y prestaciones alternativas,pero también hay que considerar que la existencia de esas barreras puede tener consecuencias con respecto ala prestación del servicio y la ejecución de las tareas en las que consiste. La autonomía funcional obviamente establecediferencias en el uso de servicios, la cobertura de la ayuda a domicilio es del 1,5% para personas autónomas, del8,8% para los que necesitan ayuda pero no son dependientes y del 9,2% para los dependientes. La telealarma la recibenfundamentalmente los discapacitados (9,5%) y no los dependientes (6,7%); las ayudas técnicas van, obviamente,más enfocadas a los dependientes (5,9%) que a los discapacitados (2,3%). Los centros de día también son utilizados enmayor medida por los dependientes (3,4%), es decir, que estos servicios no se limitan a las personas que presentan unamayor autonomía funcional, sino que se están haciendo cargo también de una parte de los dependientes.LA ESTRUCTURA SOCIAL DE LA VEJEZ EN ESPAÑA / Nuevas y viejas formas de envejecer250La jerarquía de prestaciones que los mayores consideran más apropiados se ajusta, en general al eje domicilio-institucionalización,en el sentido de que los mayores prefieren, sobre todo, las opciones que significan permanecer en la vivienday menos las que suponen el ingreso en institución. Hay algunas salvedades, no obstante, la principal es la escasa virtualidadde las viviendas compartidas o minirresidencias frente a las residencias tradicionales, y, en segundo lugar, elhecho de que prácticamente no existan diferencias en la valoración de la institucionalización temporal y la permanente.La pregunta directa sobre el tamaño de las residencias, a pesar de una elevada tasa de no respuesta, muestra la preferenciade los mayores por las de menor tamaño: el 43,4% de los mayores prefiere que las residencias tengan menos decincuenta plazas. Todavía, sin embargo, la quinta parte de los mayores prefiere las grandes, quizá porque establezcan unarelación entre el tamaño de la residencia y la disposición de servicios especializados.Los mayores creen que la solución a sus problemas debe proceder de una articulación de la actuación de los dos grandesagentes de bienestar, el Estado y las familias. Los mayores no eluden la contestación, tienen una opinión firme y las dos terceraspartes creen en la colaboración de ambos. La opción que prefieren por encima de las demás es que las familias estén acargo de la atención pero con la ayuda de los servicios de la administración; no obstante, si uno de los dos agentes tuvieraque hacerse cargo en exclusiva prefieren que sea la administración (21,0%) antes que a las familias (10,4%). Abundando enla colaboración de la familia, se preguntó por el apoyo que en la actualidad prestan los hijos en comparación con situacionesanteriores, los mayores se inclinan a pensar que la atención es ahora peor, aunque una buena parte de ellos se refugianen la falta de respuesta o en soluciones intermedias como que las circunstancias han cambiado mucho y no es posible comparar.Incluso con la presencia de esas opciones de refugio, unos cuatro de cada diez mayores afirman los hijos atienden asus padres mayores peor ahora que antes, por tan sólo un 6,8% que afirman que la atención es mejor ahora.En definitiva, en relación con los servicios formales, queda aún en España una labor prioritaria de ayuda a los mayores a conocerla oferta disponible. Tradicionalmente las familias han desempeñado esta labor, no obstante cada vez más los mayoresactúan de forma autónoma y se presentan ante los sistemas de atención sin compañía y sin mediación; para favorecer estaautonomía entre los mayores y su capacidad de decisión con respecto a las alternativas disponibles, es necesario que la informaciónsea sencilla, toda vez que el nivel de estudios sigue imponiendo barreras culturales al acceso a las prestaciones.Condiciones materiales de vidaLa referencia al mundo de las necesidades materiales de los mayores ha ocupado una parte importante de la indagaciónde la ECVM-04, en particular en relación con las características de las viviendas. El interés parte del reconocimientode la vivienda como bien de primer orden en el que confluyen funciones económicas con otras de carácter social y sim-