Texto completo de la publicación (1923 Kb. pdf) - Imserso

El análisis de los equipamientos según las características de los mayores (Tablas 4.16-4.21), parece confirmar en algunoscasos la importancia de la presencia de los hijos en los hogares de los mayores, esto sucede con los equipamientos más sofisticadostecnológicamente y con los que tienen menor difusión entre los mayores (congelador, microondas, lavavajillas, vehículo,ordenador y conexión a Internet). También parece confirmarse la presencia de barreras tecnológicas a través del significadoque tiene el nivel de estudios en la penetración de estos dispositivos en los hogares (congelador, microondas, lavavajillas,calefacción, ordenadores y conexión a Internet). No obstante, la edad, el estado civil y la salud siguen teniendo un pesoconsiderable en la explicación de la posesión de algunos equipamientos. La situación económica es importante sobre todo enla disposición de calefacción y de lavavajillas, pero mucho menos en el resto de los equipamientos, en particular en la disponibilidadde vehículos y en los aparatos informáticos. No disponer de televisión, de teléfono fijo o de estufas y similares configurauna situación extrema de falta de dotaciones que corresponde básicamente a personas que viven solas, con niveles deestudios muy bajos, pero también con problemas de autonomía funcional, lo que es mucho más serio porque supone reafirmarla situación de aislamiento de quienes ya lo están por su forma de convivencia y por sus dotaciones formativas, peroademás puede implicar serias dificultades para articular la ayuda (particularmente las telealarmas y servicios similares quedependen de la disposición de línea telefónica). Por el contrario, la disposición de teléfonos móviles corresponde sobre todoa hombres jóvenes, urbanos, con estudios superiores, con pocas dificultades económicas, buena salud y plena autonomía funcional.No parece, entonces, que en la mayor parte de los casos el teléfono móvil sea una tecnología sobrevenida para losmayores, es decir, que hayan sido los hijos u otros familiares quienes la hayan comprando imponiendo de alguna manera suuso a los mayores, más bien parece que su disposición corresponde a una iniciativa de éstos.La mera disposición de los equipamientos e instalaciones no siempre implica que estén en buenas condiciones de uso o quesean apropiadas para los mayores. De hecho, en la ECVM-04, algunos mayores consideran que, en efecto, aunque disponende la instalación o equipamiento, éstos no resultan adecuados para sus necesidades. Esta valoración implica, obviamente,reducir los porcentajes de disponibilidad de esas tecnologías domésticas. En la encuesta se ha investigado esta dimensiónpara cuatro instalaciones: el baño y la ducha y la calefacción y las estufas u otros aparatos para calentar las habitaciones dela casa. Añadiendo esta nueva información, obtenemos que, aunque la extensión del cuarto de baño es casi universal, el 7,7%de los mayores no lo consideraba adecuado a sus necesidades, de manera que la extensión del baño apropiado se reduce al91,5% de los hogares o, lo que es lo mismo, en uno de cada once hogares no hay un cuarto de baño apropiado. Las duchastambién tienen deficiencias en una proporción significativa de los hogares, el 6,4% de los mayores tiene una ducha inadecuada,o de otra forma el 15% de todos los mayores carece de una instalación de ducha o la que tiene no es adecuada. Dela misma forma la calefacción sólo está disponible de forma eficiente en el 42,8% de los hogares de los mayores y, aunsumando las estufas y otros aparatos similares, el 12,6% de los mayores carece de medios apropiados para calentar tansiquiera parte de las estancias de sus viviendas (Tabla 4.22). Las carencias con respecto al baño están, ahora sí, relacionadascon las dificultades económicas, además, la faltas más significativas se producen entre quienes evalúan sus salud de formamás negativa y entre los discapacitados (Tablas 4.23, 4.24 y 4.25). La falta de una ducha adecuada está más extendida yparece tener más que ver con las características de las viviendas, también es más acusada entre las mujeres más mayores,analfabetas y sin estudios, con mala salud y discapacitadas. La falta de calefacción apropiada es muy sensible al nivel de estudiosy, algo menos, a las dificultades económicas y afecta, sobre todo, a personas que viven solas y a las que presentan limitacionesfuncionales. Por fin, en el caso de las estufas la consideración de si son apropiadas o no, tiene que ver mucho máscon la manera en que los mayores creen que estos equipamientos pueden sustituir o no a la calefacción. Por ejemplo, las personascon niveles de formación más elevados o con menos dificultades económicas, las consideran menos apropiadas queotros que están en peores condiciones objetivas.TABLA 4.22.Mayores que disponen de distintos equipamientos e instalaciones que consideran apropiadosEquipamientos apropiados %4. CONDICIONES MATERIALES DE VIDA167Cuarto de baño/aseo 91,5Ducha 85,0Calefacción 42,8Estufas, placas eléctricas y braseros 57,6Sin calefacción adecuada, pero con estufas 44,6(N) (1.801)