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Texto completo de la publicación (1923 Kb. pdf) - Imserso

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5.3. Bienestar psicológico: Estados <strong>de</strong> ánimo y sentimientos generales ante <strong>la</strong> vidaEn este apartado se incluye <strong>la</strong> sección <strong>de</strong> <strong>la</strong> encuesta que está más re<strong>la</strong>cionada con aspectos psicológicos. El punto <strong>de</strong>partida es <strong>la</strong> sugerencia <strong>de</strong> Reig Ferrer (2004) <strong>de</strong> medir los estados psicológicos <strong>de</strong> acuerdo con dos diemensiones básicas:<strong>la</strong> frecuencia con <strong>la</strong> que se presenta un conjunto variado <strong>de</strong> estados <strong>de</strong> ánimo y el grado <strong>de</strong> satisfacción con <strong>la</strong> vidaen general y con los aspectos vitales más relevantes. Hay dos salveda<strong>de</strong>s que <strong>de</strong>ben hacerse en esta aproximación al bienestarpsicológico. La primera es el reconocimiento <strong>de</strong>l carácter muy aproximado <strong>de</strong> <strong>la</strong> exposición que se realiza a continuación,en el entendido <strong>de</strong> que <strong>la</strong> medida <strong>de</strong> esta dimensión <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia humana sigue siendo cuestión complejay aún polémica. La segunda es que en el marco <strong>de</strong> una investigación sociológica el análsis <strong>de</strong> <strong>la</strong>s facetas psicológicasnunca nos interesan por sí mismas, sino en <strong>la</strong> medida en que existe alguna re<strong>la</strong>ción entre el<strong>la</strong>s y <strong>la</strong>s variables <strong>de</strong> estructurasocial.LA ESTRUCTURA SOCIAL DE LA VEJEZ EN ESPAÑA / Nuevas y viejas formas <strong>de</strong> envejecer224Efectivamente, <strong>la</strong>s encuestas sociológicas incluyen con cierta frecuencia indicadores que mi<strong>de</strong>n el estado <strong>de</strong> ánimo <strong>de</strong>los entrevistados, así lo ha hecho también <strong>la</strong> ECVM-04. Su inclusión no respon<strong>de</strong> a <strong>la</strong> intención <strong>de</strong> realizar una evaluaciónpsicológica, más bien se busca el contraste <strong>de</strong> <strong>la</strong> medida en que <strong>la</strong> posición en <strong>la</strong> estructura social <strong>de</strong> un individuo,en este caso <strong>de</strong>l individuo que envejece, es capaz <strong>de</strong> llegar a los rincones más íntimos <strong>de</strong> cómo se siente cadauno consigo mismo. Si se <strong>de</strong>muestra que los estados <strong>de</strong> ánimo están re<strong>la</strong>cionados con variables socio<strong>de</strong>mográficas, losindicadores adquieren valor sociológico, en <strong>la</strong> medida en que reflejan que “los estados <strong>de</strong> ánimo tienen un corre<strong>la</strong>tosocial, es <strong>de</strong>cir, que no se producen en el vacío, que no respon<strong>de</strong>n al azar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personalida<strong>de</strong>s individuales, sino quese encuadran y se objetivan en <strong>la</strong> estructura social” (Orizo, 1998: 14). En este sentido se pue<strong>de</strong> interpretar los estados<strong>de</strong> ánimo como manifestaciones <strong>de</strong> ajuste al medio social o <strong>de</strong> integración en el mismo o, <strong>de</strong> una forma más general,como <strong>la</strong> medida en que los individuos se ven afectados en su interior por su posición en <strong>la</strong> estructura social, porque“el humor o el tono vital <strong>de</strong> los individuos […] es el “nosotros” en <strong>la</strong> interioridad <strong>de</strong> los sujetos” (Orizo, 1998: 15). Enlos últimos años, los cambios <strong>de</strong> valores experimentados por <strong>la</strong>s socieda<strong>de</strong>s postindustriales han puesto en primerp<strong>la</strong>no <strong>de</strong> interés todo aquello que se refiere al individuo. Las hipótesis más comúnmente aceptadas hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bilitamiento<strong>de</strong> todo aquello que tradicionalmente mantenía unidos a los individuos en sociedad y que <strong>la</strong> cultura individualistapropia <strong>de</strong> <strong>la</strong> mo<strong>de</strong>rnidad ha <strong>de</strong>rivado en un énfasis <strong>de</strong>smedido en lo individual en <strong>la</strong>s socieda<strong>de</strong>s postindustriales,según el cual lo social siempre está supeditado a lo que cada uno necesita o a lo que cada uno aspira. Tieneeste individualismo una faceta instrumentalista en virtud <strong>de</strong>l cual <strong>la</strong>s instituciones y el propio or<strong>de</strong>n social se entien<strong>de</strong>ncomo instrumentos al servicio <strong>de</strong> los objetivos que cada individuo ha <strong>de</strong>finido por sí mismo, y otra más expresivistaen <strong>la</strong> que <strong>la</strong> evaluación se realiza en función <strong>de</strong> su capacidad para contribuir al <strong>de</strong>sarrollo personal; que lo socialesté subordinado a lo individual implica que obligaciones y compromisos sólo son aceptados en <strong>la</strong> medida en que“reflejan y satisfacen <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l yo” (Setién, 2000: 51-52). De esta forma, los indicadores <strong>de</strong> estado <strong>de</strong> ánimo,como los <strong>de</strong> satisfacción con <strong>la</strong> vida en general, también pue<strong>de</strong>n tener <strong>la</strong> consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> medida <strong>de</strong> los resultados<strong>de</strong> <strong>la</strong>s oportunida<strong>de</strong>s que <strong>la</strong> sociedad ofrece para conseguir <strong>la</strong> satisfacción <strong>de</strong> <strong>la</strong>s propias metas y aspiraciones individuales.Esta nueva faceta se aña<strong>de</strong> a <strong>la</strong>s tres que <strong>de</strong>staca Orizo (1998: 15), según el cual los indicadores <strong>de</strong> estado <strong>de</strong>ánimo reflejan cómo se sienten los individuos consigo mismos, cómo se perciben a sí mismos y cómo se perciben ensu re<strong>la</strong>ción con los <strong>de</strong>más.En primer lugar, en contraposición a <strong>la</strong>s constataciones <strong>de</strong> Orizo (1998: 17) para el conjunto <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad españo<strong>la</strong>, a<strong>la</strong> que percibe como una sociedad <strong>de</strong>sapasionada y tranqui<strong>la</strong>, los mayores expresan una cierta vivacidad psicológica en<strong>la</strong> que predominan, a<strong>de</strong>más, los estados positivos (Tab<strong>la</strong> 5.28). La mitad <strong>de</strong> los mayores se siente feliz a menudo y más<strong>de</strong>l cuarenta por ciento, se sienten útiles, alegres e ilusionados. Los estados negativos son bastante menos frecuentes,cerca <strong>de</strong> <strong>la</strong> mitad nunca se ha sentido solo, uno <strong>de</strong> cada tres nunca se siente aburrido, <strong>la</strong> quinta parte nunca ha experimentadonada parecido a <strong>la</strong> <strong>de</strong>presión, una proporción simi<strong>la</strong>r no ha pasado por situaciones <strong>de</strong> nerviosismo o intranquilidady un 17,3% nunca se siente triste. El saldo <strong>de</strong> equilibrio afectivo, que compara <strong>la</strong> frecuencia con <strong>la</strong> que se presentansentimientos positivos y negativos, se inclina <strong>de</strong>cididamente hacia los factores positivos <strong>de</strong>l equilibrio. Toma elvalor <strong>de</strong> 4,8 si sólo se incluyen los porcentajes <strong>de</strong> personas que expresan sentir “a menudo” los distintos estados <strong>de</strong>ánimo, lo que quiere <strong>de</strong>cir que <strong>la</strong> proporción <strong>de</strong> personas que expresan estados positivos casi quintuplica a <strong>la</strong> <strong>de</strong> quienesmanifiestan los negativos. Si incluimos a <strong>la</strong>s personas que experimentan estos sentimientos a menudo o algunasveces, aún toma un valor <strong>de</strong> 2,2, lo que expresa que en general <strong>la</strong>s proporciones en estados positivos duplican a los queexperimentan los negativos a menudo o algunas veces.

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