12.07.2015 Views

Texto completo de la publicación (1923 Kb. pdf) - Imserso

Texto completo de la publicación (1923 Kb. pdf) - Imserso

Texto completo de la publicación (1923 Kb. pdf) - Imserso

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>la</strong> familia; piensan <strong>de</strong> forma natural que su función en <strong>la</strong> vida es ayudar a sus hijos y nietos; son mujeres que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> jóveneshan centrado toda su vida alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> <strong>la</strong> familia, y que normalmente no han trabajado. En el estilo semifamiliar, <strong>la</strong>s mujeresson algo más autónomas, por ejemplo, suelen tomar más a menudo <strong>la</strong> iniciativa en los contactos con los nietos. La familiano siempre es para el<strong>la</strong>s el asunto prioritario. Tampoco ser abue<strong>la</strong>s es para el<strong>la</strong>s una prolongación <strong>de</strong> su maternidad. Sui<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>la</strong> familia es <strong>la</strong> <strong>de</strong> una gran comunidad solidaria que exige a cada uno <strong>de</strong> sus miembros que asuma responsabilida<strong>de</strong>s,pero que también <strong>de</strong>ja a cada uno un espacio <strong>de</strong> libertad. En el estilo semifamiliar se sitúan muchas mujeres que todavíaestán casadas y cuyas vidas están muy orientadas a <strong>la</strong> pareja, realizan muchas activida<strong>de</strong>s con sus maridos y ser abue<strong>la</strong>ses una <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s. Por fin, el estilo autónomo está compuesto por mujeres que dan al estatus <strong>de</strong> abue<strong>la</strong> sólo una importanciare<strong>la</strong>tiva, que buscan <strong>de</strong> forma consciente marcar <strong>la</strong>s distancias con <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong> <strong>la</strong> abue<strong>la</strong> atenta y disponible. Dan muchaimportancia a cosas que proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l contexto extrafamiliar y, aunque hayan fundado una familia, no es ésta el elementocentral <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>ntidad, sino que su i<strong>de</strong>ntidad personal <strong>de</strong>riva más bien <strong>de</strong> su actividad profesional. Haber <strong>de</strong>sempeñado o nouna actividad profesional es un factor primordial en <strong>la</strong>s posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r uno u otro estilo, pero con algunos matices.Es cierto que <strong>la</strong> mayor parte <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres que nunca han trabajado fuera <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> su hogar, suelen ser abue<strong>la</strong>sorientadas hacia <strong>la</strong> familia y el motivo <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sempeño es seguir ayudando a sus hijos. Por otro <strong>la</strong>do, haber <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do unaactividad remunerada implica más posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> adoptar un rol autónomo, no obstante, <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción se quiebra en el caso(que comprueba a través <strong>de</strong> <strong>la</strong>s abue<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> antigua RDA) <strong>de</strong> que el trabajo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres no haya sido una cuestión <strong>de</strong>realización personal, sino más bien <strong>de</strong> necesidad.Las consecuencias <strong>de</strong>l cuidado <strong>de</strong> los nietos suelen ser positivas para los abuelos, en Francia, por ejemplo, parece que <strong>la</strong>mayoría <strong>de</strong> los abuelos tienen una buena disposición hacia el cuidado <strong>de</strong> los nietos (Attias-Donfut y Segalene, 2001: 52);en España se ha comprobado que el cuidado <strong>de</strong> los nietos supone para <strong>la</strong>s abue<strong>la</strong>s un antídoto contra los sentimientos<strong>de</strong> soledad, aunque sus consecuencias sobre <strong>la</strong> satisfacción con <strong>la</strong> vida en general no tienen el mismo signo, más bienparece que <strong>la</strong>s mujeres acusan <strong>la</strong> carga <strong>de</strong> trabajo que supone el cuidado <strong>de</strong> los nietos, <strong>la</strong>s diferencias en <strong>la</strong>s culturas <strong>de</strong>crianza y <strong>la</strong> ambigüedad con respecto a <strong>la</strong> responsabilidad última <strong>de</strong> <strong>la</strong> atención (Pérez Ortiz, 2003). En términos colectivos,se ha <strong>de</strong>stacado el papel que <strong>de</strong>sempeña el cuidado <strong>de</strong> los nietos como mecanismo <strong>de</strong> promoción social porquepermite a <strong>la</strong>s madres jóvenes, especialmente a <strong>la</strong>s menos cualificadas, <strong>de</strong>sempeñar una actividad profesional y, por tanto,les ofrece <strong>la</strong> posibilidad <strong>de</strong> una promoción social ascen<strong>de</strong>nte (Attias-Donfut y Segalene, 2001: 22; Tobío, 2001, 2002) eincluso como agente <strong>de</strong> cambio social (Herlyn, 2001: 125) al haber facilitado <strong>la</strong> incorporación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres al mercado<strong>de</strong> trabajo y, por tanto, <strong>la</strong> mejora <strong>de</strong> su condición social y <strong>la</strong> equiparación pau<strong>la</strong>tina a sus coetáneos varones. En esto<strong>la</strong>s mujeres mayores, esta generación, en realidad, sólo habría continuado su <strong>la</strong>bor iniciada años atrás cuando permitieron<strong>la</strong> mejora <strong>de</strong> los niveles educativos <strong>de</strong> sus hijas que les permite ahora optar a un puesto <strong>de</strong> trabajo (Pérez Díaz, 2001).No obstante, también es posible ver en el cuidado <strong>de</strong> los nietos una forma <strong>de</strong> eludir el problema <strong>de</strong> más ca<strong>la</strong>do <strong>de</strong>l reparto<strong>de</strong> <strong>la</strong>s tareas domésticas y <strong>de</strong> crianza entre los dos sexos (Pérez Ortiz, 2005).En una posición simi<strong>la</strong>r, Tobío se interroga sobre el futuro <strong>de</strong>l cuidado <strong>de</strong> los nietos por parte <strong>de</strong> los abuelos y afirma que sólopue<strong>de</strong> ser una solución transitoria (2001: 111). En efecto, es probable que se trate <strong>de</strong> una solución coyuntural a un <strong>de</strong>sajusteentre <strong>la</strong> necesidad o <strong>la</strong> aspiración <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres a una actividad remunerada y <strong>la</strong> falta <strong>de</strong> servicios formales <strong>de</strong> atención <strong>de</strong>menores. Una solución que ha sido posible gracias a <strong>la</strong> disposición <strong>de</strong> toda una generación <strong>de</strong> mujeres que han consagradotoda su vida a <strong>la</strong>s <strong>la</strong>bores domésticas y familiares, pero que, según advierte Tobío (2001: 102), será <strong>la</strong> última con estas características.En el mismo sentido, Herlyn (2001) <strong>de</strong>staca que, en el futuro, el aumento <strong>de</strong> los ingresos, <strong>de</strong>l nivel cultural y <strong>la</strong> mejora<strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> salud abrirá a los mayores posibilida<strong>de</strong>s más diversificadas para <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r sus vidas, lo que los separará inevitablemente<strong>de</strong> los roles y estilos <strong>de</strong> vida más tradicionales. En el mismo sentido podría actuar el aumento <strong>de</strong> los divorcios y<strong>la</strong>s segundas nupcias entre personas mayores, ya que cuando los abuelos vuelven a casarse, suelen <strong>de</strong>dicar su tiempo fundamentalmentea su vida <strong>de</strong> pareja y no a sus nietos (Attias-Donfut y Segalene, 2001: 23). Sin embargo, el efecto <strong>de</strong>l divorcioentre <strong>la</strong>s parejas jóvenes suele tener el efecto contrario, el <strong>de</strong> <strong>la</strong> intensificación <strong>de</strong> los roles <strong>de</strong> los abuelos, especialmente <strong>de</strong>los maternos. Quizá factores como éste sean los que expliquen que incluso en países en los que existe una oferta pública <strong>de</strong>servicios <strong>de</strong> atención a los menores, el cuidado <strong>de</strong> nietos por parte <strong>de</strong> los abuelos siga siendo importante (Tobío, 2001).La encuesta <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong> vida corrobora <strong>la</strong> importancia <strong>de</strong>l cuidado <strong>de</strong> menores por parte <strong>de</strong> los abuelos. Se preguntóa los mayores si en algún momento y, como consecuencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> actividad profesional <strong>de</strong> sus hijos o hijas, habían asumido elcuidado cotidiano <strong>de</strong> sus nietos. Nos interesaba, precisamente, <strong>la</strong> especificación <strong>de</strong> que no se trataba <strong>de</strong> un cuidado ocasional,sino <strong>de</strong> un cuidado cotidiano y no para ocasiones especiales, sino precisamente en sustitución <strong>de</strong> <strong>la</strong>s funciones <strong>la</strong>borales<strong>de</strong> los hijos. Las respuestas indican que en el momento <strong>de</strong> realización <strong>de</strong> <strong>la</strong> encuesta, uno <strong>de</strong> cada cinco mayores empleabaparte <strong>de</strong> su tiempo cotidiano en el cuidado <strong>de</strong> menores (Tab<strong>la</strong> 2.33). Elevado a <strong>la</strong>s cifras <strong>de</strong> pob<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> 2004, significaque existía en ese momento un “ejército <strong>de</strong> cuidadores” compuesto por más <strong>de</strong> un millón y medio (1.561.000) <strong>de</strong> personas.Pero, a<strong>de</strong>más, otro 37,4% <strong>de</strong> los mayores dijeron haber realizado estas funciones en otros momentos <strong>de</strong> su vida. Si eli-2. RELACIONES PERSONALES: FORMAS DE CONVIVENCIA, FAMILIA Y RELACIONES DE AMISTAD63

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!